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Caso Lucio Dupuy: especialistas en infancia critican la cobertura mediática del infanticidio.

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Sobre este niño “que ha tenido todos sus derechos vulnerados… saber que lo mataron a golpes es más que suficiente, no necesitamos la autopsia para saber cómo. Sí tenemos que saber por qué, esto sí es de interés general, mirar en las instituciones qué es lo que se ha hecho mal, qué es lo que ha fallado. Estos casos nos tienen que interpelar a cada uno en el lugar que nos toque para poder revertir a futuro estas situaciones“.

El crimen de Lucio Dupuy recibe la condena unánime de toda la sociedad, incluidos los medios de comunicación. Sin embargo, amparados en que “la gente quiere saber” o en contribuir a que se haga “justicia”, los medios también violan los derechos de ese niño, al que ya se le han vulnerado todos. ¿Cuánto es necesario saber en la cobertura de un caso en que la víctima es un niño, niña o adolescente? ¿Qué resguardos hay que tomar para proteger su intimidad? ¿Al interés de quién responden los medios al publicar detalles de una autopsia? Son algunas de las preguntas que contestan especialistas en la temática.

El lunes, el Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia (Conacai) emitió un comunicado en el que llamó la atención a los medios de comunicación sobre el tratamiento del caso. “El respeto a la memoria de la víctima, a su dignidad e intimidad, y la de su familia, es lo primero que se pone en riesgo en estos casos y no puede ser soslayado”. “El derecho a informar y a estar informado” se debe practicar “sin vulnerar otros derechos, individuales y colectivos”.

En ese sentido el texto planteó que “es necesario que las y los comunicadores se pregunten sobre cuánto contribuye al interés y al bienestar público la difusión de circunstancias que están en el ámbito familiar y privado, además de que no ayudan e incluso pueden obstaculizar la investigación y el esclarecimiento del asesinato”.

El acento en los detalles morbosos

Según explicó a este diario Dolores Espeja, coordinadora del Conacai, el comunicado se gestó al advertir que el tratamiento mediático del caso “redundaba en aspectos de carácter macabro, ponía el acento en la descripción de detalles morbosos al tiempo que promovía especulaciones sobre circunstancias del ámbito privado, que resultan vulneratorios de la intimidad de la víctima y de su familia y entorno”.

Remarcó, asimismo, que la normativa es clara “al establecer que en caso de colisión de derechos que involucran a las infancias frente a otros derechos también legítimos, prevalecerán los primeros en virtud del interés superior del niñx. Esto debería interpelar a los medios de comunicación en cuanto a la responsabilidad social de su ejercicio profesional y evaluar en qué medida contribuye al interés público la difusión de asuntos y detalles que exponen la intimidad y la dignidad del chico”.

A pesar de esta advertencia, la información sobre los padecimientos que sufrió Lucio no paró de circular y multiplicarse; este martes especialmente se conocieron datos muy específicos de la autopsia que Página/12 evitó replicar.

Los derechos del niño

Las normas que protegen estos derechos son la Constitución Nacional, que en su artículo 75 inciso 22, incorpora la Convención Internacional sobre Derechos del Niño.  En la Ciudad de Buenos Aires, rige la ley 114 y a nivel nacional la ley 26.061, de protección integral de niños y adolescentes, que en su artículo 22 se refiere al derecho a la dignidad y dice que “se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar”.

Un caso emblemático fue el de Angeles Rawson. En nombre de la “justicia” y para que no quede “impune” su crimen, la tapa de un diario del Grupo Clarín publicó una foto del momento en que Ángeles fue hallada dentro de una bolsa de basura deshilachada en una planta de residuos de la Ceamse. Ese día (13 de junio de 2013) concluyó con una resolución judicial que prohibía la reproducción de esas fotografías y cualquier información referida a la intimidad de la adolescente. La medida, aunque necesaria, llegó tarde. Por otro lado, los medios parecen no aprender de los errores.

Las guías que ya existen

Claudia Fernández, exconsejera por los derechos del niño, hizo una presentación judicial en ese caso. “Cuando se toman esas medidas es que los medios ya están vulnerando los derechos”, dijo a Página/12. Por eso propone la actualización y capacitación permanente de los medios de comunicación en perspectiva de derechos de la infancia. Las herramientas para comunicar sin vulnerar derechos están. Varios organismos tienen guías de actuación periodística sobre noticias de infancias, entre ellos el Conacai. En ésta recomienda, en relación al uso de las imágenes: “Considerar que el pixelado o desenfocado no son suficientes a veces para preservar su identidad. Evitar utilizar fotos de redes sociales que puedan afectar su dignidad o la de su entorno”.

“Los medios de comunicación deben entender que aunque el niño haya fallecido lo asisten sus derechos, derechos a su imagen, cuidado de la intimidad y también obviamente de toda su familia”, explicó Fernández. En ese sentido, dijo que describir con minuciosidad una autopsia vulnera todos los tratados de protección de la niñez vigentes en el país con rasgo constitucional. Fernández llamó a los medios a discernir que “cuando el objetivo solo es para satisfacer la curiosidad del público, no es nunca una manera de contribuir al debate de interés general de la sociedad. Cada medio debe tener un código de ética sobre la información que recibe y cómo la transmite”. 

El caso de Lucio Dupuy

Sobre este niño “que ha tenido todos sus derechos vulnerados… saber que lo mataron a golpes es más que suficiente, no necesitamos la autopsia para saber cómo. Sí tenemos que saber por qué, esto sí es de interés general, mirar en las instituciones qué es lo que se ha hecho mal, qué es lo que ha fallado. Estos casos nos tienen que interpelar a cada uno en el lugar que nos toque para poder revertir a futuro estas situaciones”, apuntó.

En la misma línea, María Elena Naddeo, titular del Programa de Atención de la Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo de la ciudad y copresidenta de la APDH, recomendó comunicar los peritajes y los contenidos investigados “con sumo resguardo para la privacidad de todes los involucrados”. “Cuando las víctimas de maltrato están vivas, es de absoluta obligatoriedad evitar la filtración de datos personales y resultados específicos de los diagnósticos. En este caso, ya fallecido Lucio, corresponde el respeto de les comunicadores y funcionarios públicos por evitar las presunciones aún no confirmadas, las hipótesis que circulan rodeando de más dolor y sufrimiento su corta vida”, agregó. También puso el acento en investigar por qué todas las alarmas fallaron y el sistema que debía cuidar a Lucio no lo hizo.  

Por su parte, el fiscal Aldo de la Fuente, de la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual de Niñas y Niños (Ufidisn),explicó a este diario que “toda información, como es el tema de la autopsia que se le hizo a este chiquito, es un tema sumamente sensible. Particularmente nosotros siempre buscamos preservarla, por distintas razones, primero por la investigación, para llevar a buen cauce el esclarecimiento del hecho. El sumario, esto lo dice la ley, es público solo para las partes, es secreto para terceros. Pero por otra parte es sensible esa información porque hace también a los derechos de la familia de la víctima: derecho a la privacidad, al honor, al buen nombre. O sea, que desde todo punto de vista uno trata de proteger esos datos. También es cierto que muchas veces se filtran no desde los operadores judiciales sino desde las mismas partes que intervienen. Pero si hay responsabilidad de quienes trabajan en la causa se tendrá que investigar”.

/Página12. Escribe: Sonia Santoro

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Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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La misión es responsabilidad de todos. 

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NOTA de OPINION de monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Así lo entendieron y vivieron los primeros cristianos.

En la Biblia, el libro de los Hechos de los Apóstoles nos muestra a quienes abrazaban la fe poniendo todo en común y atendiendo a las necesidades de los más pobres y excluidos. El testimonio de vida acompañaba la predicación, ya que “la multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos (…) Ninguno padecía necesidad”. (Hechos 4, 32)

Y esta práctica no solo era promovida entre las personas de la misma comunidad, sino también entre las de diversas geografías. De este modo, vemos a San Pablo organizando una colecta entre las iglesias ubicadas en ciudades más prósperas para auxiliar a las más pobres de Jerusalén.

Con el tiempo se ha ido perdiendo esa conciencia, junto al abandono de la intensa actividad misionera y la disponibilidad a la entrega generosa de la vida. Una manera más cómoda e inocua de vivir la fe en algunas regiones del mundo, fue reemplazando a la audacia y la confianza en la Providencia de Dios.

A los obispos, sacerdotes, diáconos y otros agentes pastorales nos cuesta hablar con franqueza de las cuestiones económicas. Nos da cierto pudor o vergüenza, pero tampoco damos cabida a los laicos para que lo hagan.

A esto se suma que más de la mitad de las Parroquias de la Arquidiócesis (me animo a decir que del país) no tienen formado el Consejo de Asuntos Económicos, y las que sí lo han convocado, no siempre logran que funcione de modo adecuado.

La falta de Catequesis sobre el Precepto del sostenimiento del culto hace que se instalen algunos mitos. Entre ellos, los más frecuentes son que los sacerdotes reciben su sueldo del Estado o del Vaticano; que las parroquias no tienen los gastos habituales de las familias en energía eléctrica, gas, internet y otros servicios; que los libros de catequesis son gratuitos; que el combustible que utilizan para recorrer las capillas va de regalo; y otras cosas más en las cuales no abundo en razón de la brevedad.

Una de las actitudes evasivas que a veces he escuchado es “que primero pongan otros”. La avaricia de los ricos no puede ser excusa que justifique la falta de compromiso personal.

Es bueno preguntarnos: ¿cómo es mi vínculo con el dinero?

San Pablo nos dice que debemos cuidarnos de la avaricia para no caer en la idolatría del dinero. Es bueno dejarnos interpelar por las enseñanzas en la Palabra de Dios acerca de lo económico. “Dios bendice al que da con alegría.” “Hay más alegría en dar que en recibir.” “Lo tenían todo en común.” “La avaricia es una idolatría.” “No se puede servir a Dios y al dinero.”

Este fin de semana en todas las iglesias de la Argentina estamos realizando esta campaña de conciencia y compromiso con el sostenimiento de la misión evangelizadora que todos tenemos por ser bautizados. Lo llamamos “Domingo del compartir”.

Como dice el mensaje de la Conferencia Episcopal para este año 2024, “es necesario fortalecer la pastoral económica en nuestras comunidades, impulsar la catequesis sobre el sostenimiento económico de la misión de la Iglesia, buscar una gestión eficiente de nuestros recursos y animar la transparencia y rendición de cuentas”.

Te propongo preguntar qué necesidad concreta hay en tu comunidad. 

Sostengamos entre todos lo que es de todos, compartiendo el compromiso por la misión evangelizadora de la Iglesia. 

Durante la semana que comienza estaremos reunidos en Pilar, Provincia de Buenos Aires, todos los obispos de la Argentina. Acompañanos con tu oración para que en las deliberaciones y decisiones nos dejemos mover por el Espíritu Santo.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

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Las heridas abiertas de Jesús

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NOTA de OPINION de monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo.

Rezamos en el Salmo 62: “Tengo sed de Ti como tierra reseca, agotada y sin agua”.

Todos tenemos heridas que vamos adquiriendo a lo largo de la vida. Hablo de las del alma, aquellas que se producen por amar y no ser amados. Recuerdo la letra del tango tan expresivo: “de cada amor que tuve tengo heridas/ heridas que no cierran y sangran todavía”. (Julio Sosa, “Tarde”)

En este sentido, me conmueve también el poema de Miguel Hernández que con suma belleza y hondura nos comparte “llegó con tres heridas, la del amor, la de la muerte, la de la vida”.

Acojamos nuestras experiencias.
La herida de la soledad, del abandono.
Herida de la pobreza y el hambre del desamparo.
Heridas de la guerra que mutila, destruye y mata, no sólo los cuerpos; también los sueños, los proyectos…

Heridas en la familia por historias no resueltas, en que el egoísmo, la avaricia por la herencia, la traición, provocan golpes muy hondos y dolorosos.
Heridas en la Iglesia o con la Iglesia. No haber sido recibidos, ni acompañados, ni escuchados. Experiencia de negación de consuelo y aliento. Lo que te cobran en algunos lugares por bautizar un niño.
Heridas en la fe. Le pedí a Dios y no me respondió.
Heridas con los amigos porque juzgan sin escuchar.
La herida de la indiferencia y la no comprensión.

Y seguramente vos podrías sumar unas cuántas heridas más de tu propia vida, y realizar un largo elenco de las llagas que siempre quedaría incompleto. 

Sabernos heridos es algo muy común. Sin embargo, nos cuesta hablar de lo que nos lastima. Solemos conversar acerca de los logros, talvez de algunos fracasos, pero no de las heridas. Pensamos que nos hace vulnerables, débiles ante los demás.

Te comparto una experiencia que he atesorado especialmente en los Santuarios. Allí podemos acercarnos como peregrinos heridos o simplemente como turistas curiosos. Los peregrinos buscan consuelo y, si se puede, respuesta a cuestionamientos existenciales. 

En el Evangelio que proclamamos este fin de semana se presenta Jesús Resucitado ante sus discípulos, pero está ausente el Apóstol Tomás que se negaba a creer en el testimonio de los demás. Les dijo: “Si no veo la marcade los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”. (Juan 20, 25) A la semana siguiente Jesús se aparece nuevamente y cumple el deseo de Tomás.

A Jesús lo encontramos vivo en sus llagas, ellas representan distintas formas de sufrimiento y exclusión. Por eso quise iniciar esta reflexión volviendo la mirada a nuestras heridas, para reconocer en ellas al Señor. Lo llamamos Jesús Misericordioso porque Él sabe lo que es sufrir, y se presenta mostrando sus heridas luminosas y su costado abierto por la lanza del soldado.

Miremos nuevamente a Jesús en la cruz. Recordemos sus Palabras.
Aparta de mí este cáliz. 
Uno de ustedes me entregará.
Tengo sed.
Por qué me has abandonado.
Todo se ha cumplido.

Te propongo que hablemos con los amigos más cercanos de las heridas que habitualmente escuchamos, que recibimos, ¿qué actitud tomamos? ¿Damos espacio? ¿Encontramos espacio? ¿Reconozco con humildad que soy indigente? ¿Qué me dice la fe?

Aprendamos, como nos enseña San Pablo, llorar con el que llora y reír con el que ríe. (Rm 12, 15)

Comentando el Evangelio de este domingo, nos dice San Agustín que Jesús “sabía que en el corazón de sus discípulos quedaban heridas, y para sanarlas conservó las cicatrices de su cuerpo”.

Como canta Cristóbal Fones, “al final de la vida llegaremos, con la herida convertida en cicatriz”.

¡Feliz Pascua, nuevamente!


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

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