Sociedad Sucesos
Comienza el juicio por los crímenes en uno de los emblemas de la represión de La Plata.
Desde el próximo jueves, el Tribunal Oral Federal 1 platense juzgará a 18 represores que actuaron en dos dependencias de la Policía bonaerense.
El predio ubicado en 1 y 60 de La Plata comenzó a operar como campo de concentración antes del golpe de Estado de 1976. Un día antes de que los militares sacaran del gobierno a María Estela Martínez de Perón, hubo una reunión en ese edificio –donde funcionaba el Cuerpo de Infantería de la Policía bonaerense– para ultimar los detalles de cómo se sucederían los secuestros y las torturas. Cuarenta y siete años después, estos hechos serán juzgados por el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata. En el juicio que comenzará a las 9 de la mañana del jueves próximo, los jueces también analizarán lo sucedido en la Comisaría 8ª de la capital bonaerense, que funcionó como centro clandestino durante la dictadura.
Ni la persecución, las fichas ni las listas negras comenzaron con la dictadura. Antes del golpe, los servicios de inteligencia tenían catalogadas a distintas personas como “peligrosas”. Esos listados se desempolvaron en la madrugada del 24 de marzo en La Plata: el personal policial salió de cacería. En las primeras horas del régimen dictatorial se registraron secuestros en los Astilleros Río Santiago, en Propulsora Siderúrgica, en la Sociedad industrial de Aparatos de Precisión (SIAP), en el Frigorífico Swift y en YPF, entre otros lugares de trabajo.
Las personas secuestradas, en muchos casos, fueron llevadas al predio de 1 y 60. Allí, les tomaban “declaraciones espontáneas”, que poco tenían de espontáneas y mucho de tormentos. También solían sacarlas al patio y tomarles fotos para confeccionar fichas con sus casos. Tanto las declaraciones espontáneas como las fichas fueron halladas en el archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) y serán prueba esencial en este juicio –muy esperado en La Plata–.
Dentro de 1 y 60, los secuestrados eran alojados en dos zonas particularmente: la cuadra y los calabozos. Según los investigadores, esta dependencia policial funcionó como un lugar de tránsito de los detenidos hacia otros lugares de detención clandestinos y también como un espacio de tormentos.
Desde lo simbólico, 1 y 60 es un lugar muy emblemático de la represión, sobre todo por su ubicación en pleno centro de la ciudad. «No nos olvidemos que sigue funcionando ese lugar», advierte la abogada querellante Guadalupe Godoy y recuerda que fue usado en plena democracia –en febrero de 1996– para la detención masiva de estudiantes como parte de la represión a una manifestación contra el arancelamiento de la universidad pública.
La Comisaría 8ª, emplazada en 7 y 74, funcionó como un paso intermedio entre la total clandestinidad y el blanqueo de detenidos. Es decir, esta dependencia policial albergó a detenidos que venían de otros centros clandestinos –como podían ser 1 y 60 o La Cacha–. Parte de esa zona gris es que los detenidos eran anotados en los libros de la comisaría, lo que significaba un anclaje después de días, semanas o meses en el estado de excepción que significaban los campos de concentración de la dictadura.
Lo que caracterizó a la Comisaría 8ª fue el hacinamiento total. Un policía declaró que llegaron a tener 180 detenidos en cuatro calabozos. También quienes pasaron por allí declararon que el hambre era una constante. La comida solía llegar desde la Unidad 9 de La Plata.
Por estos hechos, los jueces Karina Yabor, Andrés Basso y Ricardo Basílico juzgarán a 18 represores. Entre ellos hay algunos que se sentarán por primera vez en el banquillo u otros que ya arrastran varias condenas en su haber, como es el caso del exministro de Gobierno Jaime Lamont Smart, que acaba de sumar una prisión perpetua por dos operativos hechos en marzo de 1977 que terminaron con seis personas asesinadas y tres niños robados y enviados a un hogar de menores en el que sufrieron todo tipo de abusos y maltratos durante casi siete años.
Dentro de este proceso estarán quienes reportaban en el Regimiento 7 de Infantería de La Plata –donde tenía asiento el Área 113: Jorge Alberto Crinigan, Ismael Ramón Verón, Lucas Marcelo Castro, Enrique Francisco Welsh, Luis Gustavo Diedrichs, Lucio Carlos Ramírez, Rubén Vicente Sánchez y Enrique Armando Cicciari.
También los acompañará en el banquillo un exintegrante de la Policía Federal Argentina (PFA), Carlos Hugo Leguizamón. La PFA intervino en secuestros. Se logró identificar quiénes fueron los efectivos abocados a esa tarea gracias a que uno de ellos perdió su documento de identidad en un operativo y, por ese faltante, debieron labrarse actuaciones administrativas.
De la Bonaerense están incluidos Claudio Rubén Mejías, Tomás D’Ottavio, Raúl Ricardo Monzón y Juan Antonio Vidal. También será de la partida Carlos Ernesto “Indio” Castillo, miembro de la banda de matones conocida como Concentración Nacional Universitaria (CNU).
El proceso permitirá también analizar qué rol jugó el Destacamento de Inteligencia 101 en la maquinaria represiva. Según los testimonios, el Destacamento no solo conseguía información para provocar nuevas capturas, sino que enviaba a sus hombres a las salas de torturas para interrogar a los detenidos-desaparecidos. Por estos hechos deberán responder Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Héctor Di Pasquale.
@Página12/ Luciana Bertoia.
/Imagen principal: Archivo/
El hombre que fue encontrado muerto en una acequia venía de una pelea. Por el hecho hay un detenido.
Este domingo, en horas de la tarde, fue encontrado el cuerpo de un hombre sin vida en un canal ubicado en calle Rawson, Albardón. Tras las primeras investigaciones, las autoridades lograron identificarlo como Carlos Quiroga, un vecino que vivía a pocos metros del lugar del hallazgo.
Carlos Quiroga residía solo en un conventillo situado a 300 metros de la Ruta 40. Según los testimonios de vecinos, Quiroga había pasado la noche del sábado y la madrugada del domingo consumiendo alcohol. Cerca del mediodía del domingo, protagonizó una pelea con un vecino que también vivía en el mismo lugar.
Horas después, alrededor de las 17.30hs, su rastro se perdió, y finalmente, su cuerpo fue hallado en el canal, a aproximadamente un kilómetro de su vivienda.
Avances en la investigación
Los médicos legistas encontraron heridas y raspones en distintas partes del cuerpo de Quiroga, algunas de las cuales podrían ser consecuencia de arrastre en el agua. Sin embargo, la causa exacta de su muerte será determinada por la autopsia.
Ante estos indicios y la pelea previa, la Unidad Fiscal de Delitos Especiales N°1 ordenó la detención del hombre con quien Quiroga había tenido el enfrentamiento, mientras se profundizan las investigaciones.
/DH
Es pequeño. Eléctrico en su desplazamiento. Sin perder elegancia parece controlar todo lo que gira a su alrededor, a sus compañeros, a los contrarios, a la tribuna y al planeta entero, incluido mi sofá, la mesa y mi respiración. Estamos todos suspendidos en una nube. ¿Qué va a hacer? ¿Hasta dónde va a llegar? Él sigue en su carrera. Valor. Determinación. Lo que un cuerpo decidido transmite. Es solo un juego. Sí, tan serio y enigmático como la vida misma. Ese niño, niña que somos. Eso que transmite un juego. El recurso para decir presente sin necesidad de la agresión o la ofensa. El talento como única arma. El encuentro con la maravilla. Inalcanzable.
La imagen es clara y contundente. Él sigue adelante. Un vacío inenarrable nos atrapa. Una sideración. Estamos fuera del tiempo. Es el acontecimiento. Eso que se sale de toda categoría, clasificación o estereotipo. Un milagro. No es más de lo que imaginábamos. Es lo inimaginable. Lo que se sale de cualquier parámetro o dimensión. Es la herida que te acaricia. El gesto superior que te visita. El dolor de la mano de la piedad, del abrazo, del calor. Eso que se incrusta en la memoria porque no entra en los ojos. No puede ser que se anime a tanto. No, no, pará. No podemos. No llegamos hasta ahí, querido. Esperanos, esto nos supera, es demasiado. ¿Qué vas a hacer?
Pero él sigue. La dimensión de la fantasía, de la fábula, de lo imposible emerge sin aviso previo. Estamos ante un momento inolvidable, crucial, una hazaña que toca el arte. Es el arte en un cuerpo. Es el cuerpo del arte. La épica en un cuerpo. Un cuerpo pueblo. Pueblo. Es Aquiles. Porque la filosofía de Sócrates, Platón y el resto no hubieran existido sin Aquiles. Sin la épica, para nombrarla de una vez. No hay pensamiento sin un cuerpo. Sin el atrevimiento. Sin el desafío. Sin el desenfado de este pibe que nos está matando para hacernos renacer. Para mostrarnos ese as en la manga que la existencia a veces nos dona.
Y luego la locura. El grito. La euforia. Las lágrimas. Los abrazos. No entra en el cuerpo. Lo que hiciste no nos entra en el cuerpo, Diego. Hay que moverse. De la cocina al comedor. De la puerta al patio. En las calles. En los balcones. Gritarlo. Es mucho, demasiado. Sos lo más. Una y mil veces. ¿Cómo hiciste, querido? ¿De dónde viniste? Barrilete cósmico, te dicen. ¿Qué extraña alquimia se forjó allí en tu niñez de pobreza? Se llama Villa. Se llama Fiorito. Tu niñez se llama Fiorito. Y no la dejaste nunca. Por eso, ahí, desde donde arrancaste cuando tomaste la pelota y en un pase de magia te sacaste tres tipos de encima, fuiste con toda esa historia en el cuerpo. Y con nuestra historia también, Diego. Cuando arrancaste en mitad de cancha te nos pusiste a todos al hombro. Y le metiste para adelante. Nos hiciste himno, canción, bandera. Diego, todavía no entendemos lo que hiciste. Hay que verlo. Una y mil veces. ¿Esto pasó? ¿Esto pasó en el partido con los ingleses? ¿Diego les hizo este gol a los ingleses? ¿Justo a ellos? Sí, sí, pasó la mitad de cancha. Dejó uno, dos, tres, ya van cinco, seis, otros lo miran, nadie sabe qué va a hacer. Pero él sigue. Inalcanzable. Maradona sigue. Ya está en el área. Se te tiran encima. El defensor, el arquero. Pero la pelota que estaba en la mitad de cancha ahora está en el fondo del arco inglés. Para siempre. La tienen adentro, como te gusta decir a vos. Para siempre. Perdón, perdón, pero este gol es un símbolo nacional. Una ofrenda “a los pibes de Malvinas que jamás olvidaré”, como dice la canción. Un gol que arrancó desde la mitad de la canchita en Fiorito hasta hoy Diego querido, 25 de noviembre de 2024, en que te seguimos recordando. Hasta hoy que, con tu ejemplo, le seguimos diciendo No al horror, al odio, a la destrucción. Diego querido, donde estés. Te quiero contar. Ya sé. Ninguna novedad para vos. Pero acá siempre hay que pelearla. Ya van más de cuarenta años de democracia. Y parece que las personas somos raras. Le terminamos creyendo a cualquier vende humo y nos olvidamos de lo bueno que tenemos. Por eso siempre. Por eso, hoy como nunca. Nos queremos acordar de vos, que jamás dejaste a Fiorito. Una y mil veces. Por más que algunos se coman el amague, no se puede atrapar ni ofender el corazón de Maradona. Tu gambeta es infinita. Se escurre entre las vanas ambiciones para luego dibujarnos una sonrisa y así marcharse en su infinito retorno. Con la mano de Dios, siempre envuelta en el puño.
Sergio Zabalza es psicoanalista. Doctor en Psicología por la Universidad de Buenos Aires
/P12
Sucesos
Tragedia en San Martín: la conductora se habría quedado dormida
El Ministerio Público Fiscal informó que la alcoholemia resultó negativa para la conductora. Su marido murió en el lugar producto del fuerte accidente.
En la madrugada de este sábado, una familia protagonizó un accidente de tránsito en San Martín con un auto al estrellar el vehículo contra un árbol eucalipto, que resultó con la muerte del acompañante, marido de la conductora y padre del nene que iba en el asiento de atrás. Con el avance de la investigación, se conocieron más precisiones del siniestro vial.
El Ministerio Público Fiscal informó que en el lugar del accidente no se observaron rastros de frenada del vehículo ni ningún otro indicio que indique intervención de terceros. Esto llevó a los investigadores a la hipótesis de que la conductora del auto se habría quedado dormida y eso provocó que perdiera el control del vehículo. Estos indicios son el resultado de la inspección ocular realizada entre el personal de la División Delitos y de Criminalística.
En tanto que el test de alcoholemia digital portátil a la conductora arrojó resultado negativo.
Lamentablemente, el hombre murió en el lugar. En tanto que la mujer y el niño sufrieron lesiones y fueron trasladado en ambulancia al Servicio de Urgencias del hospital Guillermo Rawson. ambos se encuentran fuera de peligro, según informó el Ministerio Público Fiscal.
Intervino personal de la UFI Delitos Especiales a cargo del fiscal Iván Grassi y el ayudante fiscal Pablo Orellano.
El trágico hecho en San Martín
El hecho ocurrió a las 5 de la madrugada, en calle Nacional y Sarmiento, en San Martín. En un Fiat Argo rojo, circulaba la conductora Silvana Del Valle Muñoz (46) junto a su marido Cristian Leonardo Páez (49) como acompañante y el hijo de ambos de 9 años en el asiento de atrás.
El auto circulaba por calle Nacional de norte a sur y unos 800 metros antes de llegar a Sarmiento, por causas que se investigan, perdió el control del vehículo y se estrelló contra un eucaliptus en la banquina este.
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