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El aporte de Sarmiento en la reglamentación del trabajo sanjuanino.

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El aporte de Sarmiento en la reglamentación del trabajo sanjuanino.

Los derechos que tienen los trabajadores hoy son la consecuencia de un proceso histórico muy largo de reclamos y conquistas, donde muchos dejaron su vida para lograrlas. Las protestas y luchas laborales tienen su origen en acontecimientos que sucedieron a nivel internacional, nacional y provincial. Es preciso tenerlo presente.

Los archivos resguardan información esencial que refleja la historia de un país o provincia. Por ello, es necesario comprender su importancia a partir del valor que tienen para la administración, la investigación, la comunidad, el desarrollo económico, social, científico y tecnológico, el fomento de la cultura y la consolidación de la identidad nacional.

Los antecedentes en San Juan

En nuestro país como sucedió a nivel internacional, también se suscitaron manifestaciones importantes en reclamo de los derechos laborales. Algunos ejemplos son: la Ley de Residencia (1902), que autorizó a expulsar del país a los trabajadores de origen extranjero, la Ley de Descanso Dominical (1905), la Ley de Protección al Trabajo de mujeres y niños (1907) entre otras.

Sarmiento en su gobernación (1862 – 1864) evidenció la necesidad de generar normas para reglamentar sobre algunas profesiones que se ejercieron en aquel entonces. Entre las diferentes medidas que dictaminó en el poco tiempo que gobernó San Juan.

Lo que le llevó a prohibir el ejercicio de la abogacía a los ciudadanos que no cumplan con los requisitos debidos, por lo cual determinó la nómina de abogados provinciales como también su reglamentación, y así en la profesión de los procuradores y los dedicados al remate en nuestra provincia.

En relación a los juristas en un decreto del 3 de febrero de 1863, se expresa que debido a diferentes hechos deshonestos en la administración de la Justicia y con el fin de hacer efectiva su responsabilidad legal, se acordó que podían ejercer dicha profesión, aquellos diplomas que fueran emitidos por las Leyes Nacionales. El gobierno provincial podía expedir nuevos títulos si lo considerase a partir de un examen teórico y práctico. Para poder llevar a la práctica su trabajo, debían presentar sus patentes y el certificado de habilitación, en cuales trámites debía figurar su firma correspondiente.

La nómina de los abogados aparece también en un fondo de documentos de tribunales. Aquellos juristas que no figuraban en dicha lista, no podían llevar adelante su trabajo correspondiente.

En relación al ejercicio de los procuradores, similares medidas, en la cual mediante un decreto reglamentario de la misma fecha, regula la cantidad de procuradores que debían representar solamente los derechos de las partes litigantes. Con su respectiva patente, recibiendo el arancel correspondiente a sus funciones y derechos como trabajador según dicho reglamento; caso contrario eran penados con una multa o suspensión de su oficio por un tiempo determinado. No podían interrumpir en otras profesiones que eran competentes a los abogados y los escribanos, entre otras medidas.

En el caso de los rematadores, en primera instancia estaban sujetos a las prescripciones del Código Nacional de Comercio. Con la intención de normar la forma en que debían efectuar los remates provinciales. Esos remates debían ser anunciados debidamente en el periódico oficial o carteles públicos. Se detalle la situación (bienes o muebles) para cada tipo de remate con determinados días de anticipación del anuncio del acto. Y todas aquellas acciones que sucedían en el momento de producirse dicho acto se detallaron en un decreto reglamentario del 4 de febrero de 1863.

Estas y otras medidas relacionadas, dan cuenta de la preocupación del primer mandatario en establecer pautas, criterios, derechos, deberes y garantías entre el profesional y el ciudadano que requiriere sus servicios. Evitando así falta de honestidad y procurando promocionar actitudes y aptitudes éticas y morales en el desempeño de las profesiones.

En nuestra provincia, encontramos algunas resoluciones en relación a ello. En 1923, el Senado y la Cámara de Representantes llevaron la tarea de sancionar la Ley Nº 79, (1 de enero de 1923). Esta normativa fijó la jornada legal de 8 horas de trabajo. Posteriormente, se une a ella la Ley Nº 81 sancionada el 29 de noviembre de ese mismo año. Esta última estableció una división territorial de San Juan, en dos sectores, constituidos cada uno con sus departamentos respectivos. A su vez, fijó los salarios mínimos de aquellos trabajadores que fueran mayores de 18 años.

Otra fecha destacada para tener presente, es un Decreto Provincial del año 1924 sancionado un 30 de enero de dicho año, donde se expresa la necesidad de redactar un Reglamento de disposiciones de la Ley, estableciendo la Jornada Laboral de 8 horas. Con una intención clara, buscar que las normas emitidas un año anterior, dieran cumplimiento efectivo en nuestra provincia.

Posteriormente, al poco tiempo, se otorgó un día de reconocimiento, valorización y agradecimiento al trabajo diario de todos los sanjuaninos. En nuestra provincia fue fijado también para un 1º de mayo con el nombre de “Feriado Provincial por el Día del Trabajador”; a través de la Ley del 29 de abril de 1924.

Hubo muchas leyes laborales a nivel nacional, en cual la provincia de San Juan adhirió. Y las mismas continuaron surgiendo y forjando en los diferentes procesos históricos, según circunstancias y contextos de cada tiempo y lugar.

Muchas de ellas sentaron las bases de leyes que continúan vigentes en nuestra legislación. Su base fue originada por demandas sociales y por medidas de los gobiernos para hacer valer los derechos de los trabajadores.

Hoy destacar, recordar y honrar la memoria de aquellos que dieron lucha y perdieron la vida por derechos que consideraron justos. Gracias a ellos fueron obtenidos los reconocimientos con los que gozamos hoy en día.

Repositorios

  • Decretos Reglamentarios, Fechas: 03-02, 04-02 de 1863, Fs. 100 al 106, Fondo Leyes y Decretos, Departamento Archivo Histórico, AGP.
  • Nómina de Abogados, Caja 39, Carpeta 156, Doc. N° 1, Fs. 29, 30 y 85, Fondo de Tribunales, Departamento Archivo Histórico, AGP.

/SiSanJuan

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La cara menos conocida de Gualilán: su nombre y su historia como estancia

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La cara menos conocida de Gualilán: su nombre y su historia como estancia

No hay indicios de que fuera laboreada por nativos antes de la conquista. Se escribía Gualilán y fue lugar de pastoreo y paso importante de los arrieros que llevaban ganado a Chile. Son algunas de las conclusiones publicadas en “Gualilán: de estancia ganadera a mina de oro”, documento de Catalina Teresa Michieli y Carlos E. Gómez, publicado en 2024.

“El nombre original de la localidad es Gualilán (registrado documentalmente desde fines del siglo XVIII). Posteriormente algunos autores de fines del siglo XIX comenzaron a llamarla ‘Hualilán’. Siempre fue considerado un espacio ganadero, con cabeza en la Estancia de Gualilán”, concluyen los autores mencionados.

A la antigua mina de oro no sólo se la conocía con H (Hualilán) sino que se le atribuyó como significado “tierra de oro”, en idioma allentiac.  

Michieli, acostumbrada a la tarea de desmitificar historias repetidas de generación en generación sin base científica, agregó: “No existe fundamento documental de ningún tipo para asegurar que corresponde a un nombre indígena y mucho menos para darle una traducción arbitraria”.

Los velos se corren gracias a la ciencia.

Foto del informe Michieli-Gómez.

Los investigadores señalaron que las primeras menciones documentales a la zona precordillerana al norte del río San Juan se remontan a fines del siglo XVIII cuando, en 1767 por un litigio entre el sargento mayor Felipe Ramírez de Arellano y don Alonso del Pozo, ambos vecinos de San Juan, por la explotación ganadera de las “tierras nombradas Gualilan, Deza que llaman de Pinto”.

El Gobernador de Chile don José de Garro dictó sentencia a favor del primero y ordenó que Alonso del Pozo fuera “lanzado del campo con todas sus haciendas” (Michieli, 2000).

“Como sucedió desde el siglo XVII, las zonas serranas y cordilleranas de San Juan fueron explotadas por la actividad ganadera, especialmente para el engorde de ganado que sería trasladado a Chile.

Los documentos históricos señalan que durante el siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX las tierras de Gualilán fueron utilizadas mayormente como estancias ganaderas y sólo a partir de 1846, cuando se realizó el juicio sucesorio de Manuel de la Rosa y de su mujer, Andrea de la Rosa, comenzaron las ventas a compañías mineras de origen inglés”, aseguró Michieli.

Agregó que esta sucesión dejó la propiedad de la estancia de Gualilán dividida en cinco partes entre sus cinco hijos: Manuel Hipólito, Tadeo, Juana Alberta, Pedro y Paula, casada con Damián Hudson quien pasó a ser el administrador de los bienes de su esposa.

El oro de Gualilán

La estancia Gualilán, ubicada entre la Sierra de Talacasto por el este y la Sierra de la Invernada por el oeste, además de la zona minera incluye la Pampa y Ciénaga de Gualilán en el centro y sur.

Las ruinas mineras que hicieron famoso al distrito están al costado de la Ruta Provincial 149, en el departamento Ullum, y se observan desde la ruta cuya traza es casi la misma que tenía el viejo camino que unía la travesía desde la Ciudad hasta Villa Iglesia, y que luego pasaba a Copiapó, Chile.

Gualilán, “en sus momentos más brillantes había dado una cantidad de oro asombrosa”, y podría seguir produciendo. 

Actualmente el proyecto para volver a convertirla en mina productiva es desarrollado por la empresa australiana Challenger Exploration Ltd. a través de su subsidiaria Golden Mining S.A. En 2023 presentó su Informe de Impacto Ambiental al gobierno de San Juan y aguarda la Declaración de Impacto Ambiental para comenzar a producir oro en 2025.

Incluso la empresa tenía un proyecto para el turismo minero, dada la valiosa infraestructura que se conserva (de distintas etapas de explotación) y la rica historia minera que guarda.

Las prospecciones y las excavaciones realizadas por Michieli y su equipo de profesionales concluyó que “resulta completamente arbitrario e infundado el afirmar que en la zona de la mina y sus inmediatos alrededores existen restos inmuebles y/o materiales arqueológicos de época prehispánica (es decir indígena), tal como se probó con la primera prospección de 2004 y se ratificó en cada uno de los sitios en el último monitoreo”.

Pero, además, aseguró que es completamente infundado afirmar que en la mina trabajaron indígenas o que en ella intervinieron los jesuitas.

“La actividad minera en Gualilán fue siempre (desde fines del siglo XVIII hasta momentos recientes) intermitente y sin mayores cuidados de la conservación tanto de la infraestructura como del entorno”.

“Con el último trabajo de monitoreo se confirmó la idea expresada ya en la primera prospección (de 2004) que las pircas, en distinto grado de derrumbe, se levantaban en las cercanías de los piques. Documentalmente se comprueba que en las pircas vivían los obreros mineros mientras que los edificios mejor construidos eran ocupados por el personal jerárquico”.

Propietarios

En el mismo documento, los investigadores señalaron que en 1868/1869 Francisco Ignacio Rickard, en su informe sobre la situación minera de San Juan decía -refiriéndose a Gualilán- que el antiguo mineral de oro, tan renombrado durante la época colonial, en sus momentos más brillantes había dado una cantidad de oro asombrosa.

Rickard, repitiendo comentarios populares, adjudicó el descubrimiento de Gualilán a un arriero de San Juan llamado Juan Suárez en el año 1751.

“A través de estudios históricos, se conoce con bastante certeza que la mina de Gualilán fue denunciada a fines del siglo XVIII (1799) por Bruno Roco, vecino de la ciudad de San Juan”.

La explotación pasó por varias manos.

A partir de 1863 las minas fueron trabajadas por la empresa inglesa “Anglo-Argentina para la Explotación de las Minas de San Juan Ltd.” gestionada por el mismo Rickard, y luego por otra del mismo origen llamada “Compañía Argentina”, pero en ambos casos los métodos de procesamientos no fueron adecuados y se paralizaron las actividades (Benavídez de Albar Díaz, 2007).

La buena infraestructura inicial hizo que se considerara como un yacimiento de gran importancia, más allá de su bajo rendimiento, pero debido a su mal uso, quedaron en la zona importantes relaves, que fueron usados por explotaciones posteriores; los “pirquineros” (o mineros informales) invadieron el establecimiento y sus alrededores, destruyeron galerías y modificaron instalaciones (Benavídez de Alvar Díaz, 2007; Historia de la Minería Argentina, 2004).

“Según el Censo de 1895 tenía una población rural de 24 habitantes y contaba con 1.000 cabezas de ganado vacuno, caballar y lanar, dos manantiales de agua utilizados sólo para el cultivo de alfalfa y 31 minas de oro trabajadas antiguamente por empresas inglesas y en esos momentos abandonadas por falta de capitales; en el lugar quedaban nueve edificios vacíos y sin techo (Guía Geográfica, 1902)”.

En 1928 la estancia fue comprada a nombre de Federico Cantoni, bajo cuya gobernación se construyeron las rutas modernas a los departamentos de Jáchal, Iglesia y Calingasta.

“Desde entonces se inició una etapa durante la cual trabajaron pirquineros que desarma ron y arruinaron las minas; durante un corto lapso se transportó mineral de Marayes para ser tratado en la planta de Gualilán y en 1969 se desmanteló la planta y el sistema de canales y cañerías que llevaban agua hasta ella”.

Sobre el informe

Este estudio formó parte del informe de “Monitoreo arqueológico de sitios histórico-culturales del área de influencia del Proyecto Minero ‘Hualilán’ (Gualilán, Dpto. Ullun, San Juan)”, autorizado por Resolución Nº SC-0185-2022 de la Secretaría de Cultura de la Provincia de San Juan como Autoridad de Aplicación de las leyes de patrimonio.

El trabajo fue presentado como tal en el “XII Simposio Nacional e Internacional de Arqueología Histórica: Arqueología y arqueologías de Latinoamérica” que tuvo lugar en Rosario, en 2023.

La Legislatura Provincial sancionó la Ley Nº 7.560 de 2004 (según el Digesto Jurídico, Ley Provincial Nº 746-F) que declara al paraje “Minas de Gualilán” como “Área protegida de uso múltiple y bien integrante del patrimonio cultural y natural de San Juan” a un sector triangular que abarca ambos costados de la Ruta Nacional Nº 149 de aproximadamente 582 hectáreas de superficie.

Destino San Juan

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Agenda cultural del fin de semana en San Juan

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Agenda cultural del fin de semana en San Juan

El Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte presenta una variada agenda de actividades culturales para este fin de semana, con eventos para toda la familia. A continuación, un detalle de las principales propuestas:

Jueves 21
• Ciclo Sifón: Encuentros con destacados personajes de la cultura sanjuanina. Temáticas como gastronomía, música, arte y lunfardo, desde las 18 hasta las 22:30 hs en el Chalet Cantoni. Entrada libre y gratuita.
• Ángeles Domínguez – «Folklore Argentino»: Presentación de la solista junto a artistas invitados. A las 21:30 hs en la Sala Auditórium del Teatro del Bicentenario. Entrada $4000 en boletería o en TuEntrada.com.
• Ciclo F. Chopin: Gala Pianística: Con destacados pianistas locales, a las 21 hs. Entrada bono contribución: $1000 (estudiantes y jubilados $500).

Viernes 22
• La Noche de las Vinotecas: Degustación de sabores locales en más de 20 vinotecas, desde las 18 hs. Entrada libre y gratuita.
• San Juan celebra la Cuyanía: Feria de emprendedores, patio gastronómico y peña. A las 21 hs en el Anfiteatro Buenaventura Luna. Entrada $2000.
• Festival de Tango San Juan: Desde el viernes 22 al domingo 24 en el Centro Cultural Conte Grand y el Museo Franklin Rawson. Clases, milongas, exhibiciones y más. Informes e inscripciones: 2644632579 / 2644101417 o Instagram @festivaldetangosj.
• «Monólogos Perdidos»: Obra teatral del elenco Acantilado Escénico, en la Sala Auditórium del Teatro del Bicentenario a las 21:30 hs. Entrada $5000 disponible en boletería o en TuEntrada.com.

Sábado 23
• San Juan celebra la Cuyanía: Segunda jornada en el Anfiteatro Buenaventura Luna, 21 hs. Entrada $2000.
• Encuentro Latinoamericano: Música, danza y gastronomía latinoamericana, de 20 a 23:30 hs en el Chalet Cantoni. Entrada anticipada $5000 (puerta $6000). Reservas: 2644678737.
• «Semilla Rítmica»: Espectáculo multifacético de Juan Carlos Liendro. A las 21:30 hs en el Teatro del Bicentenario. Entrada $6000 en boletería o TuEntrada.com.

Domingo 24
• El Circo de Dinosaurios: Espectáculo infantil a las 18 y 20 hs en el Teatro Sarmiento. Entradas $3000 en boletería el día de la función.
• Festival de la Música: Presentación de King of Banana, Cheroga y Palo Santo, con feria de emprendedores y patio gastronómico. A las 20 hs en el Anfiteatro Buenaventura Luna. Entrada $2000.




SISJ/

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Convocatoria para realizar el guion del espectáculo sanjuanino en el Cosquín 2025

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Convocatoria para realizar el guion del espectáculo sanjuanino en el Cosquín 2025

Invitamos a la comunidad a presentar propuestas para el espectáculo que representará a la provincia en el segmento Postales de Provincia. Es una oportunidad para mostrar nuestra riqueza cultural, conectar con nuestras raíces y promover la música, la danza y el folklore sanjuanino a nivel nacional.

• Tenés tiempo hasta el 30 de noviembre para presentar tu idea.
• Premio estímulo: $900.000

► Bases y condiciones: bit.ly/BasesyCondiciones-NochedeSanJuan-Cosquin
► Formulario de inscripción: bit.ly/Form-NochedeSanJuan-Cosquin
► Consultas: artescenicasansanjuan@gmail.com


SanJuanCultural

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