Deportes
El fútbol argentino llega a Tokio con fé de repetir sus glorias olímpicas pasadas.
La esperanza de obtener resultados como los de Atenas 2004 y Beijing 2008, más otros resultados destacados en Ámsterdam 1928 y Atlanta 1996. El impulso de la Copa América.
Los juegos olímpicos son una magnífica oportunidad para borrar la mala imagen que dejaron en Río 2016, cuando el equipo no pasó de la fase de clasificación como culminación de una cadena de errores de la dirigencia. El seleccionado sub 23 dirigido por Fernando Batista integrará el grupo C junto con Egipto, campeón de la Copa Africana de Naciones Sub-23 2019; España, el vencedor de la Eurocopa Sub 21 también en 2019; y Australia, tercera en el Campeonato Sub-23 asiático detrás de Corea del Sur y Arabia Saudita.
Debut: Argentina hará su entrada el 22 de julio ante Australia, a las 7:30 horas de Buenos Aires, en el Domo Sapporo. Un estadio con capacidad para 42.000 personas diseñado para la Copa del Mundo 2002 y remodelado en 2015.
Tres días después, se enfrentará a Egipto en el mismo escenario a las 4:30. Y cerrará su participación en la fase de grupos frente a España el 28 de julio, a las 8 horas en el estadio Saitama. Este es el más grande de Japón, con capacidad para 63.000 espectadores, sede de cuatro partidos en la Copa del Mundo 2002 y ocho en el Mundial femenino 2012.
Clasificación: Argentina lo hizo tras ganar el Preolímpico jugado en Colombia entre el 18 de enero y el 9 de febrero, un torneo que sirvió además para sentar las bases del equipo que debutará la semana próxima. Ya que de ese plantel todavía perduran ocho jugadores: el arquero Joaquín Blázquez, los defensores Hernán De la Fuente, Nehuén Pérez y Claudio Bravo, los volantes Fausto Vera, Tomás Belmonte y Alexis Mac Allister, y los delanteros Agustín Urzi y el goledor Adolfo Gaich.
A ellos se les sumaron los arqueros Jeremías Ledesma y Lautaro Morales, los defensores Leonel Mosevich, Marcelo Herrera, Francisco Ortega y Facundo Medina, los volantes Santiago Colombatto, Martín Payero, Fernando Valenzuela, Pedro De la Vega y Thiago Almada, y los delanteros Ezequiel Barco y Ezequiel Ponce.
Preparación del equipo: Esta no fue óptima por dos motivos: la pandemia de Covid-19 que paralizó al mundo futbolístico, algo común a todas las selecciones, y los obstáculos para que los clubes cedan jugadores por temas de calendario. Algo que también fue un problema para los otros seleccionados salvo raras excepciones como Brasil, que concurrirá con figuras como Dani Alves, Richarlison y Diego Carlos.
En la recta final a Tokio, que comenzó a fines de marzo e incluyó una intensa preparación en el predio de la AFA en Ezeiza, el seleccionado argentino jugó cinco amistosos, dos en Japón con el seleccionado local (1-0 gol de Gaich en Tokio y 0-3 en Fukuoka), uno con Dinamarca (2-1 tantos de Barco, de penal, y Vera) y otro con Arabia Saudita (2-0 goles de De la Vega y Gaich) en Marbella, y uno con Corea del Sur en Seúl (2.2 tantos de Mac Allister y Valenzuela).
Restricciones: Desde Los Ángeles 1984 el fútbol olímpico está abierto a la participación de jugadores profesionales y en el caso de los hombres se pueden alinear un máximo de tres futbolistas mayores de 23 años, mientras que en el caso de las mujeres no hay restricciones.
Formación del plantel: La idea de Batista era aprovechar la base del conjunto que ganó el Preolímpico y sumar a tres jugadores grandes de peso. Para eso incluyó en la lista de 50 futbolistas que pide el Comité Olímpico Internacional a integrantes de la selección mayor como Cristian Romero, Gonzalo Montiel, Juan Foyth, Lisandro Martínez, Nicolás Domínguez, Ezequiel Palacios, Nicolás González, Julián Álvarez, Lautaro Martínez, Juan Musso y Ángel Correa.
También figuraban Carlos Izquierdoz, Enzo Pérez, Ignacio Fernández, Agustín Marchesín, Jeremías Ledesma, Lucas Alario, Marcos Senesi y Santiago Ascacíbar, y futbolistas probados que no eran mayores de 23 años como Leonardo Balerdi y Nicolás Capaldo. De ellos solo Ledesma, arquero del Cádiz de España logró el permiso para concurrir a la cita olímpica. En el caso de Alario, una lesión le imposibilitó estar en los Juegos, ya que el delantero del Bayer Leverkusen tenía el visto bueno de los directivos alemanes.
Salteando imprevistos: Estos contratiempos no impidieron que Batista conforme un plantel a priori competitivo, una muestra de que el fútbol argentino todavía genera jugadores de calidad, con la sólida columna vertebral que aportan Ledesma, Nehuén Pérez, Vera, MacAllister y Gaich, más la inspiración que aportan Barco y Almada.
El equipo nacional contará además con el impulso que significó una conquista que no fue suya pero que repercutió anímicamente en el plantel: la reciente obtención de la Copa América en Brasil y ante el dueño de casa, que oxigenó a un fútbol argentino que venía de sucesivas frustraciones.
Expectativas: Si Argentina gana su grupo masculino jugará el 31 de julio con el segundo del D, en Rifu, y su sale segundo lo hará el mismo día, en Saitama, con el primero del D.
Para que se entienda, los 16 equipos masculinos de fútbol en Tokio se distribuyen en 4 grupos:
Al grupo «A» lo conforman: Japón, Sudáfrica, México y Francia.
Al «B»: Nueva Zelanda, Corea del Sur, Honduras y Rumania
Al «C»: Egipto, España, Argentina y Australia.
Al «D»: Brasil, Alemania (últimos finalistas olímpicos), Costa de Marfil y Arabia Saudita.
El fútbol femenino está conformado por 12 grupos: tres grupos de cuatro, accediendo a los cuartos de final los dos primeros y los dos mejores terceros. El seleccionado argentino no clasificó a Tokio al salir terceras en la Copa América femenina jugada del 4 al 22 de abril de 2018 en Chile.
Arbitrajes: Por último, el arbitraje nacional también dirá presente en los Juegos, ya que la Comisión de Arbitral de la FIFA designó a Mauro Vigliano, como árbitro VAR; a Laura Fortunato, como árbitra principal, y a Mariana de Almeida como asistente.
Deportes
De a poco, la idea de Fernando Gago prende en un Boca que empieza a saborear victorias
La idea, de a poco, empieza a prender. Y cuando los resultados acompañan, todo parece más sencillo. Boca ya no es ese equipo melancólico y roto que deambulaba por la cancha en el confín de la era de Diego Martínez. El de Fernando Gago es un equipo que sabe a qué juega y juega a lo que sabe hacer. Al menos de a ratos, como en ese voraz inicio del primer tiempo que le bastó para volver a ganar en casa por la Liga Profesional y, a la espera del duelo decisivo frente a Vélez por Copa Argentina, prenderse en la pelea de arriba en la tabla general. Con el 1-0 a Unión, hilvanó su tercer triunfo y se acomodó en el quinto puesto de la temporada, aún en zona de clasificación para la Sudamericana, aunque mucho más cerca del objetivo central: el pasaje a la Copa Libertadores. Sin Edinson Cavani, el goleador fue Milton Giménez, que consiguió su noveno tanto en el torneo (quinto en Boca, tras los cuatro para Banfield).
Intensidad, velocidad, buen manejo de pelota y verticalidad en los últimos metros. Todo eso tuvieron los primeros 15 minutos de un Boca eficaz que golpeó en su primera llegada a fondo. Exequiel Zeballos desparramó a Lautaro Vargas por la izquierda, superó la marca de Franco Pardo y pinchó un centro perfecto para que Giménez cabeceara al gol.
Boca siguió ahogando a Unión contra su área y no lo dejó pensar. El cuadro tatengue, que también precisaba ganar para escalar en la tabla general (estaban a la par, con 56 puntos), demoró casi 30 minutos en descubrir la existencia del arquero Leandro Brey. Aún así, Boca no aprovechó su momento. Dominó el desarrollo, pero no el resultado. Y así como apuró al final del primer tiempo (tapada notable del uruguayo Thiago Cardozo ante un cabezazo de Tomás Belmonte), se quedó sin nafta en el segundo.
Con Kevin Zenón recuperado, Gago apostó nuevamente al 4-3-3, en el que el ex volante de Unión actuó como extremo por la derecha. Pero el 10 no tuvo una buena noche y Boca cayó en un pozo a mediados de la segunda mitad. Porque Unión desarmó su línea trasera de cinco y empezó a presionar arriba. Porque a Boca, aunque se mostraba firme en defensa, le faltaba crear más chances para ampliar la ventaja y evitar la reacción del rival. Porque Zeballos, el mejor del primer período, también se quedó sin combustible. Y porque los cambios no le sentaron bien a un equipo local que siguió intentando, pero ya sin el orden ni la fluidez de los minutos iniciales.
Corto de laterales, sin el peruano Luis Advíncula ni el uruguayo Marcelo Saracchi (convocados a sus selecciones), Gago invirtió dos cambios para cubrir la salida del lesionado Juan Barinaga. Primero, con la entrada de Jabes Saralegui en el puesto de marcador de punta. Y un rato después, con el ingreso de Gary Medel a la zaga y Nicolás Figal tirado contra una raya. Cavani, errático, tampoco aportó en ataque. Y Boca, ovacionado al final de la mitad inaugural, terminó pidiendo la hora ante un Unión que amenazó más que lo que concretó.
A pesar de los gestos ampulosos de Gago, Boca se replegó peligrosamente contra su área y el conjunto santafesino, con espacios, generó las chances más claras en el cierre del partido. Una volea de Adrián Balboa se fue apenas por arriba del travesaño. Y a la jugada siguiente, Marcos Rojo le dejó servido el empate a Lucas Gamba y el remate del delantero salió muy cerca del poste derecho.
Compacto de Boca 1 vs. Unión 0
Boca sufrió más de la cuenta, pero terminó celebrando un triunfo justo que implica mucho más que tres puntos en el tramo final de la temporada. Después de siete meses, sumó tres victorias en fila, y sacó provecho de las derrotas de Godoy Cruz y Huracán para meterse de lleno a la pelea por disputar las copas. Aunque la meta principal sigue siendo la semifinal de Copa Argentina frente a Vélez (el miércoles 27, en Córdoba), el Boca se Gago presenta batalla también en la Liga y, con una idea de juego todavía en cuentagotas, ya empieza a tomarles el sabor a los triunfos. La Bombonera aplaudió el juego del primer tiempo y la entrega del segundo, que por momentos no alcanzó. Así y todo, Boca festejó. Y no hay quien le quite la ilusión.
LN
Rivadavia ya está ajustando los últimos detalles para recibir el verano con todo. El Intendente Sergio Miodowsky firmó un importante convenio con los guardavidas que estarán a cargo de garantizar la seguridad en las piletas del emblemático Camping de Rivadavia durante toda la temporada.
Con esta acción, el municipio busca ofrecer a las familias rivadavienses y a los visitantes un espacio seguro y confiable para disfrutar del verano. Las piletas, que cada año reciben a cientos de personas, estiman abrir sus puertas a mediados de diciembre, brindando un lugar ideal para combatir el calor y compartir momentos inolvidables.
El compromiso del intendente y de su equipo es claro: priorizar el bienestar y la tranquilidad de quienes eligen Rivadavia como su destino. Esta alianza con los guardavidas es un paso más en ese camino, reforzando el mensaje de que el verano en Rivadavia será tan seguro como entretenido.
Próximamente, se anunciarán más detalles sobre los horarios de apertura y las actividades que acompañarán la temporada, para que nadie se quede sin disfrutar de este espacio que es de todos.
/PrensaRivadavia
El Zonda Eduardo Copello es la base o sede del campamento vivac que dará inicio a la última fecha del Campeonato Latinoamericano de Rally Raid SARR Series FIMLA organizado por la Asociación Argentina de Rally Raid, Fiscalizado por la FIM Latinoamérica y auspiciado por el Gobierno de San Juan a través del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte. La fecha es la 3ª del Campeonato Latinoamericano y es coincidente con la 5ª del Campeonato Argentino.
Este miércoles inicia la competencia que reúne categorías de motos, cuatriciclos, UTV, prototipos y camionetas, con la largada de la Etapa 1, San Juan – San Juan, desde las 16:00. Este inicio de competencia incluye una vuelta al circuito montado en el Zonda, uno de los utilizados en el reciente Zonda Rally Show, por lo que el público puede disfrutar desde el cerro, la observación de la largada de la competencia, y el primer especial de velocidad, ya que este recorrido es cronometrado y forma parte de la competencia.
Una vez finalizado el especial en el ocho zondino, los participantes seguirán en tramo de enlace hasta la largada del segundo especial de velocidad en el departamento Rivadavia. La etapa finaliza en Ullum, donde los participantes saldrán a la ruta y en enlace nuevamente, se dirigirán hasta el campamento en el Zonda Eduardo Copello, donde finalizarán el recorrido total de 85 kms.
En la mañana de este miércoles, los competidores realizaron el shakedown de 13 kms, entrenamiento previo a la largada de la competencia y que sirve para revisar que todo esté correctamente dispuesto, entre participantes, elementos mecánicos y equipos, para iniciar la carrera.
El SARR Series es la última competencia que integra el “Mes de la velocidad”, que comenzó con el Zonda rally Show, continuó con el Zonda Endurance, y finaliza con la largada y etapa 1 de SARR Series, última fecha del Campeonato Latinoamericano de Rally raid, que contará de cinco etapas y finalizará en Fiambalá en la provincia de Catamarca.
SISJ/
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