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Opinión

Escuchar primero y después comunicar.

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Por  monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

Creo que a esta altura de siglo XXI ya nadie puede dudar de la importancia de la comunicación en la vida de las personas, de las comunidades, de los países, de nuestra Iglesia.

Desde el año 1967 y siguiendo los lineamientos del Concilio Vaticano II, se instituyó la Jornada de las Comunicaciones Sociales para el domingo anterior al de Pentecostés. Y cada año también el Papa nos regala un mensaje —lo da a conocer el 24 de enero, día en el que recordamos a San Francisco de Sales, patrono de los periodistas— que nos invita a poner la lupa sobre algún aspecto de las comunicaciones sociales: este año lleva por título “Escuchar con los oídos del corazón”.

Estamos andando un tiempo en que la sinodalidad nos reclama a tiempo completo y la escucha es central en este proceso que vivimos tan intensamente en la Iglesia: “Es un deseo [el de ser escuchados] que a menudo permanece escondido, pero que interpela a todos los que están llamados a ser educadores o formadores, o que desempeñen un papel de comunicador: los padres y los profesores, los pastores y los agentes de pastoral, los trabajadores de la información y cuantos prestan un servicio social o político”.

Y dando marco teológico dice que “la escucha corresponde al estilo humilde de Dios. Es aquella acción que permite a Dios revelarse como Aquel que, hablando, crea al hombre a su imagen, y, escuchando, lo reconoce como su interlocutor. Dios ama al hombre: por eso le dirige la Palabra, por eso ‘inclina el oído’ para escucharlo”.

Escuchar es un estilo. Escuchar interpela. “Por una parte está Dios, que siempre se revela comunicándose gratuitamente; y por la otra, el hombre, a quien se le pide que se ponga a la escucha. El Señor llama explícitamente al hombre a una alianza de amor, para que pueda llegar a ser plenamente lo que es: imagen y semejanza de Dios en su capacidad de escuchar, de acoger, de dar espacio al otro. La escucha, en el fondo, es una dimensión del amor.”

Y añade una clave: “Todos tenemos oídos, pero muchas veces incluso quien tiene un oído perfecto no consigue escuchar a los demás. Existe realmente una sordera interior peor que la sordera física. La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona. La verdadera sede de la escucha es el corazón”.

Vayamos a la realidad. Cuando no escuchamos, ¿qué pasa? “La falta de escucha, que experimentamos muchas veces en la vida cotidiana, es evidente también en la vida pública, en la que, a menudo, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismos. Esto es síntoma de que, más que la verdad y el bien, se busca el consenso; más que a la escucha, se está atento a la audiencia. La buena comunicación, en cambio, no trata de impresionar al público con un comentario ingenioso dirigido a ridiculizar al interlocutor, sino que presta atención a las razones del otro y trata de hacer que se comprenda la complejidad de la realidad. Es triste cuando, también en la Iglesia, se forman bandos ideológicos, la escucha desaparece y su lugar lo ocupan contraposiciones estériles.”

Si el periodismo ejerce una escucha atenta a la opinión pública podrá informar sobre “este tiempo herido por la larga pandemia. Mucha desconfianza acumulada precedentemente hacia la ‘información oficial’ ha causado una ‘infodemia’, dentro de la cual es cada vez más difícil hacer creíble y transparente el mundo de la información. Es preciso disponer el oído y escuchar en profundidad, especialmente el malestar social acrecentado por la disminución o el cese de muchas actividades económicas”.

¿Qué tienen en común un ilustre médico, la Torah, Jesús, la encíclica Evangelii gaudium, el rey Salomón, san Agustín y san Francisco de Asís, el filósofo Abraham Kaplan, el cardenal Agostino Casaroli, el pastor y teólogo luterano Dietrich Bonhoeffer, el apóstol Santiago y el propio Papa Francisco? Que todos son citados por sus reflexiones sobre la escucha en este mensaje por la 56º Jornada de las Comunicaciones Sociales. Fíjense que dice cada uno:

  • Un ilustre médico: “¿Cuál es la mayor necesidad de los seres humanos. ‘El deseo ilimitado de ser escuchados’”.
  • Torah: “Shema’ Israel – Escucha, Israel”.
  • Jesús: “Presten atención a la forma en que escuchan”.
  • Evangelii gaudium: “Sólo prestando atención a quién escuchamos, qué escuchamos y cómo escuchamos podemos crecer en el arte de comunicar, cuyo centro no es una teoría o una técnica, sino la ‘capacidad del corazón que hace posible la proximidad’”.
  • Rey Salomón: “Pidió al Señor que le concediera ‘un corazón capaz de escuchar’”.
  • San Agustín: “No tengan el corazón en los oídos, sino los oídos en el corazón”.
  • San Francisco de Asís: “Inclinar el oído del corazón”.
  • Abraham Kaplan: Cuando no hay comunicación, “el diálogo es un ‘duálogo’, un monólogo a dos voces. En la verdadera comunicación, en cambio, tanto el tú como el yo están ‘en salida’, tienden el uno hacia el otro”.
  • Agostino Casaroli: “¿Por qué afrontar el esfuerzo que requiere la escucha? Un gran diplomático de la Santa Sede, el cardenal Agostino Casaroli, hablaba del ‘martirio de la paciencia’, necesario para escuchar y hacerse escuchar en las negociaciones con los interlocutores más difíciles, con el fin de obtener el mayor bien posible en condiciones de limitación de la libertad”.
  • Dietrich Bonhoeffer: “El primer servicio que se debe prestar a los demás en la comunión consiste en escucharlos. Quien no sabe escuchar al hermano, pronto será incapaz de escuchar a Dios”. 
  • Apóstol Santiago: “Cada uno debe estar pronto a escuchar, pero ser lento para hablar”.
  • Papa Francisco: “La comunión no es el resultado de estrategias y programas, sino que se edifica en la escucha recíproca entre hermanos y hermanas. Como en un coro, la unidad no requiere uniformidad, monotonía, sino pluralidad y variedad de voces, polifonía. Al mismo tiempo, cada voz del coro canta escuchando las otras voces y en relación a la armonía del conjunto. Esta armonía ha sido ideada por el compositor, pero su realización depende de la sinfonía de todas y cada una de las voces”.

Si pueden, lean el texto completo: https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/communications/documents/20220124-messaggio-comunicazioni-sociali.html

Y feliz domingo de la Ascensión de Jesús al cielo. Renovemos junto a Él la esperanza en la vida eterna.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

Opinión

Tiempo al tiempo.

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Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina) y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

Hay gente que tiene por costumbre llegar tarde. Cuando vamos a un casamiento es común que la novia llegue tarde. Cuando en un partido de futbol un defensor “llega tarde” a la pelota comete una infracción y puede lastimar al otro jugador. También solemos ver que unas cuantas personas llegan tarde a misa sin ningún motivo; cuando no el sacerdote. Y entre nuestros familiares y amigos encontramos a quienes suelen llegar tarde a todo, casi como por deporte. La impuntualidad es “no estar a punto”, pasarse de la hora, no llegar en el momento indicado.

¿Significa no valorar la actividad o las personas que esperan? No me animo a decirlo. Tal vez cada caso es distinto.

Puede ser la consecuencia de quedarse dormido, o estar disperso en tantas cosas que impiden calcular adecuadamente el paso del tiempo.

Más allá del sentido cronológico, en una dimensión existencial puede implicar no valorar la oportunidad. También “dejar para mañana lo que se puede hacer hoy”. No tomar decisiones y dejar que las cosas fluyan. La palabra que define esta actitud es “procrastinar”.

No querer resolver es propio de la inmadurez o el miedo. Aceptamos la libertad pero hasta ahí, sin compromiso.

Estamos ya en el cuarto domingo de la Cuaresma. Es importante aprovechar el tiempo; no llegar tarde. Tenemos que tomar opciones; no se trata de poner piloto automático hasta la Pascua. Hace falta ser proactivos. Aprovechar el llamado de Dios ahora.

Este es el tiempo de Dios.

Este 19 de marzo celebramos la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y Padre adoptivo de Jesús.

En él reconocemos a un varón cabal, íntegro. Varias escenas evangélicas lo pintan de cuerpo entero. Dios le habla en sueños y José obedece. No tiene todas las evidencias en claro, pero se juega acompañado por la gracia de Dios. Confía en esas señales que Dios le muestra aún en forma borrosa, pero que en su corazón resuenan a modo de interpelación e impulso audaz. No posterga las decisiones y compromete su libertad.

Un hombre de su pueblo, valorando la historia, con una firme esperanza en el cumplimiento de las promesas de la Salvación. Conocedor y practicante de su religión, el Evangelio nos lo muestra como varón piadoso acompañando a María y al Niño Jesús a las celebraciones en el Templo. Tanto a los 40 días del nacimiento para presentar al Primogénito, como en la Peregrinación con muchas familias vecinas a Jerusalén cuando Jesús tenía siete años de edad.

Fue migrante en la huida a Egipto ante la persecución de Herodes que buscaba al Niño para matarlo. Y allí partió José cuidando a su familia. Le tocó vivir en un país extranjero, sin vecinos de su pueblo ni amigos, sin conocidos. La dura experiencia que hoy atraviesan tantas familias desplazadas por razones étnicas, religiosas o políticas. Los que buscan escapar del hambre o los desastres naturales.

Hombre trabajador en la carpintería para ganar el sustento familiar. Tanto es así que a Jesús lo conocían por el oficio de José: “el hijo del carpintero”.

Es patrono de la Iglesia y por eso confiamos en que, así como cuidó a María y a Jesús, nos protege a todos nosotros.

Miremos a José y reconozcamos los varones en él un modelo a imitar. Miremos a José y pidamos que interceda por quienes sufren a causa de la paternidad. Por quienes tienen a sus hijos enfermos, presos, en la pobreza. Por quienes ven con dolor a sus hijos encadenados en el consumo de drogas, en el alcohol o el juego. Por quienes están impedidos de acercarse a sus hijos y abrazarlos. Por quienes lloran la muerte temprana y absurda.

Miremos a José.

El miércoles 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una oportunidad a nivel planetario para ser conscientes de la escasez del agua dulce. Aprovechemos para reflexionar respecto de la crisis que vivimos en nuestra Provincia y otros lugares de la Argentina.

El próximo viernes tendremos nuestra Asamblea Arquidiocesana, de la cual participarán representantes de las Parroquias, Movimientos, Áreas Pastorales. Las diversas vocaciones, carismas y ministerios del Pueblo de Dios. Podremos discernir cómo seguir caminando juntos como Iglesia. Nos unimos en la oración.

@Monseñor Jorge Eduardo Lozano

/Fuente de imagen: Archivo Google

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Opinión

¿Dónde está la educación pública? Mercantilización, egoísmo y diferencias en los autoconvocados.

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NOTA DE OPINIÓN por Luis Hernández Monte.

En las exigencias de los autoconvocados hay un gran ausente. Si bien el salario es algo de gran importancia sobre todo en estos tiempos, pero no por ello puede dejarse de lado la educación pública, que es un derecho. La docencia es una función social fundamental, no puede ser degradada únicamente a condiciones de salario. Hay dos elementos clave en toda esta situación que gira alrededor de los autoconvocados: la mercantilización absoluta de la educación y el egoísmo, la pérdida de la visión de conjunto como sociedad. No se puede dejar de mencionar también que los intereses electoralistas cruzan y conducen todo lo que está ocurriendo. Hay muchas dificultades para que estas luchas puedan sostenerse en el tiempo, y las diferencias internas en los autoconvocados se van haciendo cada vez más claras.

La cuestión del ingreso, del salario si bien es algo determinante en una situación de ajuste como esta, en la que la inflación no para a pesar del crecimiento macroeconómico y del aumento del consumo. Existen pérdidas notorias del poder adquisitivo. Aunque esto es fundamental, hay otros elementos que lo tapan.

En el petitorio de los autoconvocados, o en todas las exigencias que han expresado de una u otra forma, no hay mención a la educación pública, gratuita y obligatoria de nuestros niños, niñas y adolescentes. Lo cual es un derecho, no olvidemos. Que no haya ninguna mención a este derecho ni a los elementos necesarios para que se pueda cumplir, llama poderosamente la atención.

Como decíamos, el componente salarial es uno de los componentes relacionados con la educación pública, pero no el único ni el más importante. La docencia es además de una actividad laboral, una función social de gran importancia. Es como si un médico se preocupase solamente en lo que va a cobrar, pero no en la salud del paciente. Preocuparse sólo por el oficio, y no del desempeño para con la sociedad. Los docentes están formando a la infancia y juventud. En el marco de una mirada que ellos sean la sociedad a futuro, deberían de merecer más atención en la búsqueda de mejoras en una educación en la que también son protagonistas. En este sentido no hay ninguna propuesta, ningún tema que toque esto. Solamente condiciones laborales.

Existen dos elementos clave que corren en paralelo en esta situación. Uno es la mercantilización absoluta, reducir la educación a una mercancía, a un producto a consumir. Vendría a ser como decir: “yo vendo este servicio, pero me desligo de la responsabilidad asociada al trabajo”. Así queda claro en el petitorio al no estar explícito lo contrario, queda descartada la educación pública.

El otro elemento está relacionado con el egoísmo. Desde el punto de vista laboral, o sindical, no hay una apertura de cuerpo de solidaridad de los distintos sectores que trabajen para el Estado, o para el sector privado. Es una lucha sectorial pura y exclusiva en la se torna una preocupación grande el que nadie más pueda ser beneficiado si se consiguiese algo. Está limitada únicamente al ingreso salarial. No hay una mirada colectiva.

Es por ello que las propuestas pasan por la eximición del impuesto a las ganancias. Lo que implica tener salarios muy altos y que no tiene sentido si en paralelo se habla de que el salario mínimo tenga un monto por encima de la canasta básica. Tampoco se habla de los beneficios de los ratios y similares que llevan a que gente cobre muchísimo. Ha de haber un sinceramiento de la escala salarial en todos los órdenes. Es necesario que esté presente la responsabilidad social del trabajo y el compromiso que conlleva. Si no, hay una degradación de la docencia, termina siendo solamente una búsqueda de trabajo por beneficio económico y nada más. Le baja la categoría a un rol tan importante en la sociedad.

Terminamos encontrándonos en una situación de egoísmo, de mezquindad, con una mirada corta muy personalista. Lo cual se exagera por estar en épocas de carrera electoral. En términos políticos por un lado está el aprovechamiento de los docentes para querer sumar votos y restarle al contrario (con la total indiferencia de qué resulte para los docentes al final) que viene aplicando Juntos por el Cambio. También se ve en sectores que pertenecen al frente de San Juan por Todos, como el giojismo, PTP y otros, quienes obran pensando que mientras peor le vaya al uñaquismo mejor les irá a ellos. Un error de lectura total, dado que con la ley de lemas unos necesitan al otro.

Todo se reduce a pequeñas tribus que tienen una visión egoísta, cada uno mira para su lado, nadie mira el conjunto. En un sálvese quien pueda a la deriva, el cartel de “Aumento SOLO para docentes” muestra la degradación del tejido social, la pérdida de empatía, del sentido de cuerpo de la sociedad, de la responsabilidad y de los valores verdaderos de la educación.

Este tipo de luchas es muy difícil sostenerlas en el tiempo, supone mucho desgaste por todas las partes. El tiempo va diluyendo la posibilidad de una negociación más acertada. La historia de los movimientos sociales, y las experiencias a nivel global muestran claramente que para un grupo que pretenda ser autogestionado y funcionar de manera democrática, la auto-organización es fundamental.

El cómo se articulan la toma de decisiones internamente y cómo se actúa de cara a decidir un curso de acción son las claves que terminan definiendo al grupo. Si no se hace el trabajo auto-organizativo se termina siendo una copia mal hecha de aquello a lo que se criticaba, de aquello a lo que en contraposición surgen los nuevos grupos. Terminan tomándose las decisiones por intereses particulares de algunos individuos, la ineptitud toma protagonismo. El sentir colectivo se pierde en beneficio de unos pocos con ansias de poder y notoriedad. Ya hay algunos autoconvocados que están capitalizando una lucha que aún no finalizó a través de candidaturas políticas para las próximas elecciones.

En este caso llevan a la “dirigencia” de los autoconvocados a una toma de decisiones que no es posible contabilizar democráticamente, acaban siendo como “autoelegidos”. No hay una manera de contabilizar que una persona ha sido elegida, o qué si ha decidido si o no a una propuesta. El conteo a mano alzada no es transparente, no queda registro, no se sabe quién, no se sabe cuánto, no hay porcentajes. Terminan llevando a sus bases a un callejos sin salida, al “todo o nada”, sin cuestiones intermedias que no por ello significan abandonar un plan de lucha más integral. Aquí es dónde se introducen con fuerza los intereses electoralistas, todo se mezcla.

Finalmente, con esta situación que se alarga y se complica las divisiones crecen, algunos sí aceptan la propuesta del Gobierno y vuelven a las aulas, otros no y pretenden seguir en la calle. Se ve claramente que no existe el mismo acatamiento, la misma sensación de impacto que produjo este movimiento el año pasado, hay un debilitamiento.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

/ Imagen principal: Foto Diario de Cuyo /

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Opinión

Sobre los motivos de la suspensión del Tratado Nuevo START por parte de la Federación de Rusia.

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NOTA DE OPINIÓN por Dmitry Feoktistov, Embajador de la Federación Rusa en Argentina.

El 28 de febrero de 2023, el presidente de Rusia Vladímir Putin firmó la ley que suspende el tratado con los Estados Unidos sobre las medidas de reducción y limitación de armas estratégicas ofensivas. Prestamos atención a la reacción llena de preocupación de las autoridades argentinas. En el comunicado oficial de la Cancillería se menciona el temor de una escalada de la situación en Ucrania hacia un conflicto con dimensión nuclear. En este contexto quisiera llamar la atención de las autoridades y el público argentinos sobre las verdaderas causas de la degradación del sistema internacional de control de armas.

En el preámbulo del Nuevo START se consagra el compromiso de Rusia y los EE.UU. con la seguridad indivisible y el desarrollo de relaciones basadas en la confianza mutua y cooperación. Estos principios han sido el fundamento del funcionamiento del Tratado durante muchos años, pero finalmente fueron destruidos por la ansia de Washington de cambiar el equilibrio de poder a su favor (y por lo tanto a expensas de la seguridad de los demás) y asegurar su superioridad militar estratégica con una pretensión de dominación global.

Hoy en día los Estados Unidos al tomar el rumbo hacia una escalada mal intencionada del conflicto en Ucrania, plantean abiertamente su deseo de infligir una “derrota estratégica” a Rusia. Al mismo tiempo, la tensión provocada por los estadounidenses va mucho más allá de la crisis en Ucrania. Los países occidentales liderados por Washington hacen todo para dañar a la Federación de Rusia en todas las esferas y en todas las regiones del mundo. La consolidación del Occidente afecta cada vez más a su política nuclear. Los miembros de la OTAN que llevan décadas realizando “misiones nucleares conjuntas”, han declarado inequívocamente que la Alianza Atlántica es una una “alianza nuclear“. Se hacen declaraciones sobre la intención de reforzar la disponibilidad operacional de las capacidades “atribuidas” a la OTAN en esta área. Se oyen llamamientos a la expansión de la infraestructura nuclear de la OTAN y su avance hacia el Este. En este contexto, adquiere especial importancia el arsenal nuclear combinado de las tres potencias miembros de la alianza, es decir, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Es un factor que Rusia se ve obligada a tener en cuenta al evaluar las amenazas a su seguridad. Partimos de que no debe olvidarselo en el proceso de limitación de las armas nucleares, así como al considerar la cuestión del destino futuro del Nuevo START.

Durante muchos años Washington ha ignorado constantemente el nexo consagrado en el Nuevo START entre las armas estratégicas ofensivas y defensivas. La posición de Rusia es que el Tratado puede ser viable solo en caso de que no se aumente la defensa antimisiles de los EE.UU. Sin embargo, Washington continúa demostrativamente el despliegue masivo de un sistema de defensa antimisiles de múltiples capas.

Los estadounidenses han violado durante mucho tiempo las disposiciones del Nuevo START relacionadas con las restricciones cuantitativas sobre las armas pertinentes. En particular, los Estados Unidos excluyeron unilateralmente más de 100 unidades de sus armas ofensivas estratégicas del registro a tenor del Tratado, renombrándolas para que dejaran de incurrir en sus definiciones. Junto con esto, los EE.UU. declararon reconstruidas algunas de sus armas sin dar a la parte rusa la oportunidad de comprobarlo.

La situación se complica aún más a consecuencia de los recientes intentos de Washington de “probar” el grado de protección de las instalaciones estratégicas rusas declaradas como tales en virtud del Tratado. Sabemos que los ataques armados contra estos objetos cometidos por el régimen de Kiev se llevaron a cabo con el apoyo técnico, militar y de inteligencia de los estadounidenses. Al mismo tiempo, bajo el pretexto de las disposiciones del Nuevo START, los Estados Unidos continúan exigiendo la admisión de sus inspectores a las instalaciones nucleares rusas. Ellos mismos, al imponer restricciones contra Moscú, hacen imposible que nuestros especialistas realizaran inspecciones similares en los EE.UU. ¿Por qué debemos apoyar “el juego con un solo objetivo” dándole a Washington una ventaja estratégica unilateral?

En esta situación ya no es posible negociar de manera habitual con los Estados Unidos y con Occidente, en general. Teniendo en cuenta los factores mencionados, las autoridades de Rusia se vieron obligados a llegar a la conclusión de que Washington había cometido la violación significativa del Tratado Nuevo START.

Quisiera subrayar que, a pesar de todo, la Federación de Rusia seguirá comportandose de manera responsable en la esfera nuclear. Mientras que el Tratado esté en vigor, continuaremos cumpliendo con las restricciones cuantitativas sobre armas estratégicas ofensivas previstas en este documento.

Y otro punto importante. La decisión de la Federación de Rusia de suspender el Nuevo START puede ser reversible. Pero para esto los Estados Unidos deben emprender esfuerzos hacia una desescalada general y la creación de las condiciones para reanudar el pleno funcionamiento del Tratado.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

/ Imagen principal: © AFP 2023 / DELIL SOULEIMAN

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