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NacionalPolítica & Economía 

Frente de Todos nacional: qué se discutió, que se acordó y qué sorprendió.

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Frente de Todos nacional: qué se discutió, que se acordó y qué sorprendió.

Referentes de los distintos espacios del oficialismo se reunieron en la sede del PJ y acordaron un documento que condena la proscripción a la vicepresidenta y sienta las bases para ordenar al FdT de cara a las elecciones. Estuvieron representadas todas las corrientes internas, encabezadas por Alberto Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa.

A cuatro meses y una semana del cierre de listas, se sentaron cara a cara, en la sede del PJ nacional, referentes de todos los sectores del Frente de Todos yconsensuaron un documento que incluyó una condena a la proscripción que sufre la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y también la importancia de las PASO como una herramienta «para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común». El texto, además contiene críticas al macrismo y destaca en todo momento el valor y la importancia de la unidad, además de aclarar que es necesario mejorar la economía y el poder adquisitivo de los salarios en lo que queda de gobierno. 

En la cabeza de la mesa estuvieron representantes de todas las tribus oficialistas: el presidente Alberto Fernández, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, por el kirchnerismo, y el ministro de Economía, Sergio Massa. La sorpresa de la jornada fue que, pasadas las 19, llegó a la sede de la calle Matheu el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, que había asegurado que no iría. La presencia de Massa también fue destacada porque no había confirmado su asistencia.

En el documento de dos páginas, que se conoció cerca de las dos de la madrugada, los miembros del FDT expresaron que en 2023 «el futuro del país está en juego», y que en estas elecciones se enfrentarán dos modelos de país contrapuestos. En primer lugar condenaron la proscripción de CFK y aseguraron que  «quienes integramos esta mesa tenemos como responsabilidad disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuyo liderazgo y potencia electoral no nos puede ser arrebatado. No hay, o no debería haber, ningún poder económico, mediático o judicial capaz de decidir por encima de la voluntad popular», en esa línea, varios participantes de la reunión dijeron al salir que se planteó la conformación de «una comisión que le transmita a CFK el compromiso de luchar contra su proscripición y, en ese marco, pedirle que revea su decisión de no ser candidata».

En segundo lugar, expresaron que «las PASO son la herramienta institucional creada por nuestro gobierno durante el año 2010, para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común«, y en todo momento destacaron «la unidad en la diversidad», como un valor clave. 

Por último, reivindicaron la gestión, que enmarcaron en un contexto de pandemia, guerra y endeudamiento que el gobierno heredó del macrismo y dijeron que conocen «todas las demandas económicas y sociales de las que aún tenemos que dar respuestas concretas«. «Por eso, es tarea primordial de quienes formamos parte de este proyecto político continuar los esfuerzos para reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios y trabajar en cada una de las políticas públicas necesarias para que nuestra gente viva mejor. Ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019 y por el cual debemos seguir trabajando», aclararon.

Nadie se quedó sin hablar. Por eso la reunión duró cinco horas y media. Empezó unos minutos después de las 20 y terminó a la una y media de la madrugada. Casi media hora después de la medianoche fue el turno de Máximo Kirchner. A la una de la madrugada habló el Presidente. Fue una discusión fuerte, en la que hubo discursos y respuestas de los representantes de cada uno de los sectores defendiendo sus posturas. «La reunión fue positiva, mucha discusión buena e interesante y contrapuntos. Esta mesa hace dos años atrás hubiese sido fantástica«, evaluaron desde el kirchnerismo. Desde el albertismo la calificaron como «una buena reunión».

La sede del PJ en la calle Matheu amaneció con toda la cuadra cubierta por pasacalles y empapelada con carteles que tenían la foto de la vicepresidenta y la consigna «Proscripción un carajo, Cristina 2023». Un anticipo de varios de los discursos que se escucharon después en la reunión de la mesa política.

El tema de la proscripción

Los distintos sectores del oficialismo insistieron al Presidente hasta que finalmente convocó al espacio que se inauguró ayer. Desde hace meses, tanto desde el kirchnerismo como del masismo, reclamaban a Fernández un espacio para poder debatir diversas cuestiones. Desde el entorno del mandatario repetían que no estaban dispuestos a sentarse en una mesa para hacer una «auditoría de la gestión», hasta que se definió convocarla para hablar de cuestiones «simplemente electorales». En el kirchnerismo, desde el primer día dijeron que también querían sentarse a debatir políticas, como por ejemplo, cómo hacer para mejorar el poder adquisitivo de los salarios porque consideran que eso también será fundamental a la hora de competir en las elecciones. 

Esa postura la llevaron a la mesa distintos sindicalistas como Hugo Yasky, Sergio Palazzo, y Abel Furlan. Varios de ellos estuvieron el día anterior con Máximo Kirchner en la sede porteña de la Federación Gráfica y acordaron que mencionarían ese tema al sentarse en la mesa, al igual que la necesidad de hablar, antes que nada, de la proscripción que sufre la vicepresidenta. De hecho, al ingresar, Yasky expresó: «Necesitamos que haya un pronunciamiento de todos los sectores, porque el peronismo sufrió proscripción política en el siglo XX y no queremos que en el siglo XXI vuelva a pasar lo mismo». Luego, añadió que «es necesario fortalecer la unidad pero también encontrar la manera de que las decisiones contengan las diferencias. Tenemos que resolver temas concretos como la proscripción política».

Máximo Kirchner, la primera sorpresa

Cerca de las 19 empezaron a llegar a la sede del PJ nacional los representantes de todos los sectores del oficialismo. Varios de ellos se venían de reunirse antes en los bares que hay sobre calle Rivadavia. La sorpresa, sin dudas, fue cuando todos vieron que Máximo Kirchner se bajó de un auto junto a Wado de Pedro, a las 19.05. Un día especial para el líder de La Cámpora porque, además, era su cumpleaños. Motivo que mereció que todos los presentes le cantaran y lo aplaudieran. 

Antes, los dos hombres cercanos a la vicepresidenta, habían estado en el Senado. Al bajarse vieron el paredón que hay frente a la sede partidaria empapelado con afiches con la imagen de CFK. Todos firmados por «La Patria es el Otro», la organización de agrupaciones de base que lidera el ministro bonaerense Andrés «Cuervo» Larroque.

Cristina Kirchner, tal como había anunciado, no fue de la partida, pero envió representantes. Además de su hijo y De Pedro, estuvieron Larroque, el sindicalista Abel Furlán; la senadora Anabel Fernández Sagasti; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y Sergio Palazzo, de la Bancaria.

El Presidente arribó cerca de las 20 escoltado por el flamante jefe de Gabinete, Agustín Rossi. La lista de los más cercanos al jefe de Estado se completó con Juan Manuel Olmos, vicejefe de gabinete; Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia; Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social; Fernando Navarro y el canciller -y secretario general del PJ- Santiago Cafiero. 

Los gobernadores también dijeron presente. Hubo cinco representantes de ese espacio: Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Jorge Capitanich (Chaco) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Varios de ellos líderes provinciales a la mañana habían estado con el ministro del Interior en Tucumán, acompañando a Juan Manzur en su reasunción al frente de la provincia. Por parte de los intendentes bonaerenses, estuvieron Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariel Fernández (Moreno) y Lucas Ghi (Morón).

El ministro de Economía fue uno de los últimos en llegar. Lo hizo a las 20.15, después del Presidente. Como escoltas estuvieron Malena Galmarini, titular de Aysa; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el ministro de Transporte, Diego Giuliano; Ruben Eslaiman, vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense; y Juan Andreotti, intendente de San Fernando. Una vez que ingresó Massa, se dio inicio a la reunión.

Pablo Moyano, uno de los tres triunviros de la CGT , destacó al ingresar al encuentro que «no podemos permitir que nos gobierne un Milei, Bullrich o Macri, que vienen por los derechos de los trabajadores». Además recordó que «es lo que veníamos reclamando y es importante que participemos todos», y llamó a «dejar las internas y pensar el proyecto de país para las próximas elecciones». Por último, destacó que «la preocupación nuestra es la inflación». Por parte de los intendentes, Mario Secco dijo que el encuentro fue clave para «ir definiendo cómo vamos a ir a la elección», y opinó que «si se llevan las PASO adelante es lo mejor que nos puede pasar».

La elaboración del documento final estuvo a cargo de Juan Manuel Olmos, que dialogó en todo momento con Alberto Fernández. Luego, para revisar las cuestiones de redacción, pasó a las manos de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. Lo miró el canciller Cafiero, y luego Agustín Rossi. Una vez terminada esa etapa, el escrito pasó al despacho del ministro del Interior. Wado lo leyó y dio el visto bueno, al igual que Sergio Massa. Todos, claro, incorporaron correcciones hasta último momento y lo circularon con quienes iban a ir en nombre de sus espacios. La noche del miércoles Fernández leyó la versión final en Olivos.

Este fue el primero de los pasos del FdT de cara a las elecciones de agosto. Antes, claro, estará el cierre de listas el 24 de junio. El oficialismo tiene por delante largos meses que estarán cargados de gestos y definiciones políticas, con el objetivo central volver a ganar la Presidencia. 

@Página12

/Imágen principal y contenido: ©foto Página12/

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Diego Bossio: «La solución no tiene por qué ser arreglar la macro y que la gente se arregle»

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Diego Bossio: «La solución no tiene por qué ser arreglar la macro y que la gente se arregle»

Diego Bossio sostiene que «El Gobierno no busca consensos y prefiere manejarse sin presupuesto». Para él, esta decisión perjudica a las provincias, que enfrentan recortes en obras públicas y transferencias. «Un presupuesto es clave para garantizar previsibilidad en la economía», sostuvo en  Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3). 

Diego Bossio es economista y socio fundador de la Consultora Equilibra. Fue director ejecutivo de Anses entre 2009 y 2015, diputado nacional de 2015 a 2019 y jefe de campaña de Juan Schiaretti en su apuesta electoral. 

¿Qué punto de comparación hay entre Racing y Argentina? Ambos pasan del “cielo al infierno”, por decirlo de alguna manera. ¿Podría ser Racing una metáfora de la Argentina?

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Estoy todavía desbordado de felicidad. Los Argentinos vivimos haciendo causalidades, y con Racing pasa más o menos lo mismo, hay una mística. No sé si hacer una causalidad con la Argentina, de que las cosas que le pasan a Racing le pasan a la Argentina. Lo que sí, somos muy pasionales, y pasamos de las híper crisis a la híper euforia.

¿Qué consecuencias tiene pasar de ser el país más barato en dólares, a ser el más caro del mundo, o al menos de los países en vías de desarrollo?

La apreciación cambiaria es un problema para un país que necesita acumular reservas, exportar, ser competitivo y recibir turistas, etc. Entiendo que hay un sector que crece independientemente del tipo de cambio, por las condiciones naturales. Estoy hablando de Vaca Muerta, el campo, la minería, donde los costos son en dólares y el funcionamiento queda un poco “ajeno” al tipo de cambio, más allá de que impacta.  

Pero todo lo que es nuestro complejo industrial, turístico, la ubicación que tenemos en el mundo; todo lo que tiene que ver con la competencia incluso, va a requerir de un tipo de cambio alto que nos permita acumular reservas, ser más sólidos, cumplir con los compromisos, y después sí quizás transitar un período de tipo de cambio bajo, pero para eso necesitás tener mucha competitividad y productividad, para salir al mundo de manera muy eficiente. Estamos lejos de eso.

Creo que hemos vivido situaciones en las que la Argentina ha tenido apreciación cambiaria, y el entramado productivo ha sufrido. Nosotros creemos que tenemos que transitar de un tipo de cambio alto hacia un tipo de cambio bajo, que no es momento de tener un tipo de cambio alto. 

Cuando un café en Buenos Aires es más caro que un café en Madrid, bueno, acá hay un problema. Si los niveles de productividad de Argentina fueran muy superiores, bueno, bien, pero con los niveles de productividad que tenemos y en un mundo que además se vuelve hostil en términos de comercio, podemos tener problemas para competir, problemas para producir, problemas para generar empleo, problemas para poder, en definitiva, organizarnos como economía y funcionar mejor.

Cristina Kirchner habría habilitado el dictamen de Ariel Lijo, pero el peronismo condiciona su apoyo final | Perfil

Problema y síntoma a la vez. ¿Qué significa ese problema? ¿Qué genera o qué puede generar a posteriori?

Básicamente, que no tenés competitividad en las exportaciones y, fundamentalmente, las industriales. Básicamente, que tenés una salida de turismo. El síntoma se va a ver en el turismo en enero, febrero, marzo, en la salida de muchos turistas, donde es más conveniente ir a Brasil que a Mar del Plata, o que los aviones a Miami van repletos. Esos síntomas generan mucha demanda de dólares y todos sabemos que necesitamos dólares no solo para sostener la inflación, sino para el funcionamiento de nuestra economía.

Vamos a suponer que gracias a Vaca Muerta, a la minería, al cobre, al litio, a la electromovilidad, a las energías renovables, al viento que también nos regaló la naturaleza, nosotros podamos tener la suficiente cantidad de exportaciones como para financiar todo eso sin que haya falta de equilibrio en nuestro sistema comercial. ¿Qué significa para el país? Porque eso puede significar que, desde el punto de vista macroeconómico, tengamos una economía ordenada, pero el 60% de la población viva en situación de pobreza. La famosa “enfermedad holandesa” que enseñan en economía. ¿No?

Sí, exacto, la enfermedad sobre oferta de dólares, porque tenés algún sector muy productivo. ¿Pero cuándo van a estar los dólares de Vaca Muerta definitivamente para generar una enfermedad holandesa?

La tendencia es clara: se revirtió un déficit comercial muy grande, todavía no se llegó al 2006, que había un superávit muy grande, pero hay una tendencia, sobre todo en petróleo. En gas cuesta más, porque hay que vender los contratos, hay que tener contratos a largo plazo, etc. De hecho, había un boom de plantas de licuefacción, y hasta ahora hay una sola, la principal empresa privada de la Argentina. La empresa estatal argentina o privada-estatal, todavía no ha configurado el tema de la planta de licuefacción, pero en petróleo hay potencialidad. En minería, claramente uno ve potencialidad, como vos decís, los vientos, el sol, el agro tiene una capacidad muy grande, pero me parece que una cosa es el corto plazo y otra cosa es el mediano plazo. 

Los huesos de esa economía pueden generar exceso de dólares, y ese exceso de dólares puede generar de alguna manera una apreciación cambiaria, pero en la medida en que no se realicen ese tipo de exportaciones, que llevan tiempo, que tienen que madurar, que hay que vender los contratos, que hay que exportar, que hay que hacer los gasoductos, que hay que hacer las plantas de licuefacción, hay un problema de timing

Luis Caputo
«Caputo es alguien que maneja el tema de la deuda con mucha habilidad.»

Segundo punto, esta economía de sectores primarizados y con un tipo de cambio apreciado que deja la industria de lado, es una economía que te achica, que no está pensada para los millones de argentinos que siempre aspiramos a ser clase media. Es una economía muy dicotómica, en donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, de concentración. Y me parece que esa es una gran disputa hoy, que se manifiesta en ciertas cuestiones: la educación pública, la atención de la salud, los servicios públicos, el acceso a la vivienda. Son cuestiones que formaban parte del ADN de la Argentina y que hoy están corridas de lado. El Gobierno dice “no importa, ordenemos la macro, y después que la gente se ordene, que se arregle”, y no es así. 

El proyecto del oficialismo para eliminar las PASO genera tensiones con el PRO | Perfil

Advierto que es importante tener una economía de mercado, pero no una sociedad de mercado. No una sociedad en donde, evidentemente, se excluya una parte importante de la sociedad.

En los 90, cuando había este tipo de circunstancias, la gente agarraba el diario, agarraba los clasificados, iba y entregaba el currículum en algún lugar. Hoy ha habido cambios , entonces no vemos desempleo, lo que vemos es precariedad laboral. Se multiplican otro tipo de trabajos: cuentapropistas, informales, actividades que tienen que ver con las aplicaciones, Uber, Rappi. Ha cambiado la forma de producir, pero en definitiva estamos hablando de lo mismo: una Argentina muy deteriorada.

Alejandro Gomel: El gobierno está haciendo político y negociando con el tema presupuesto. Más allá de estas típicas negociaciones de la política, ¿le conviene al oficialismo no tener presupuesto para el año que viene y poder manejar de manera discrecional los fondos?

Hace 20 años atrás no tenías presupuesto y se derrumbaban los mercados. Hoy pareciera que no fuera así esa causalidad, pareciera que el Gobierno y los mercados están en la misma sintonía. El Gobierno gasta lo que le entra, genera superávit, y que haya o no haya presupuesto, por lo menos a priori, al mercado no le parece de interés ni le afecta en términos de precios.

Quiero relativizar un elemento. Los precios de los bonos argentinos todavía están muy fuera de línea de América Latina. Excepto Ecuador y Bolivia, el resto de los países tienen un riesgo país muy bajo. Argentina está muy fuera de línea. Pero, más allá de relativizar esto, creo como vos decís que el Gobierno se siente cómodo sin presupuesto, y creo sube al ring de la negociación diciendo: «Si no tengo presupuesto, no me importa, aceptá esto o nada, no estoy dispuesto a hacer cambios». Y juega muy fuerte en ese sentido.

Tiene la carta de poder prorrogarlo, que se lo habilita la ley de administración financiera, tiene la carta de poder gastar a discreción. No entra en una negociación que naturalmente le implica erogar más gastos o generar alguna situación de resolver temas de las provincias. Ahora bien, la prudencia fiscal y la responsabilidad fiscal de Argentina depende de una sola persona, y evidentemente no tiene el consenso ni las necesidades propias de otros niveles de gobierno, como las provincias u otros actores importantes en el presupuesto.

Si el Gobierno quisiera tener presupuesto, primero hubiese ido el ministro de Economía a defenderlo, que es lo que hacía habitualmente. Yo fui presidente de la comisión de presupuesto durante 4 años y venía siempre el 15 de septiembre el ministro de Economía, por lo general venían otros funcionarios también y cerraba el ministro de economía. Pedía el presupuesto, habilitaba una mesa de negociación. Había un proceso por el cual se armaba un dictamen, se modificaban distintos artículos y, naturalmente, eso generaba el consenso necesario para que haya presupuesto en la Argentina.

Evidentemente, no está los planes de gobierno, y sí está en los planes del gobierno casi someter diciendo: «Mirá, yo no necesito presupuesto. Lo querés, tomalo. Si no, nada». Y en política eso es complicado.

Elizabeth Peger: Los gobernadores se quejan pero se ven bastante tibios. La reunión del otro día que mantuvieron ahí en el CFI pasó sin pena ni gloria. No hay como una decisión de los gobernadores de pararse firme a negociar cuestiones relevantes que advierten, y lo vemos todos, cada uno en su distrito, por los recortes que ha aplicado el Estado nacional. No se ve una decisión de los gobernadores de enfrentar en serio al gobierno nacional o tratar de resolver estas cuestiones…

Creo que la realidad de cada provincia debe ser muy distinta, y me da la sensación de que, por un lado está la convicción; por otro, la necesidad de gestión; y por otro, la realidad política. Llamativamente, después de una crisis muy fuerte y profunda, excepto minería y energía, o en el agro, que hubo una buena cosecha con respecto al 2023, la crisis es muy profunda, la actividad ha caído muy fuerte, cayó el salario real y, sin embargo, lo llamativo es que los niveles de popularidad del gobierno siguen siendo altos. 

Esa correlación, esa causalidad entre crisis económica e imagen del gobierno, evidentemente está mostrando otro tipo de comportamiento por parte de la sociedad. Entonces, por un lado, los gobernadores deben mirar con un ojo la sociología de cada una de las provincias, los apoyos a Milei, las necesidades y la solución puntual de algunos temas. Por otro lado, me parece que no hay ocasión de grupo como para decir: «Bueno, vayamos todos, tengamos una postura y no nos movemos de esta postura». Y por otro lado me da la sensación de que el Gobierno juega muy fuerte. O sea, no le interesa tener presupuesto, porque si le interesara tener presupuesto, se sube al ring de otra manera. Él dice: «No tengo presupuesto, no importa». Lo dijo ayer el jefe de Gabinete, lo dice el Presidente de la nación. Entonces, contra la intransigencia es muy difícil pelear. Y esa intransigencia hoy está avalada por una parte importante de la sociedad.

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Yo creo que los gobernadores están defendiendo sus recursos provinciales y están defendiendo una paz propia del funcionamiento de las provincias. Del otro lado te señalan: «son degenerados fiscales». “No, mirá, yo quiero terminar las obras, quiero cubrir los equilibrios fiscales, quiero pagar en tiempo y forma”. Entonces, frente a esa descalificación, es muy complejo subirse a un ring cuando vos querés, en definitiva, dialogar, o lo que querés es poder, frente a la sociedad, encontrar una solución para que haya un presupuesto, que es saludable para la Argentina, porque le da previsibilidad, etc. 

Veremos qué pasa en estas últimas horas. A mí me parece poco viable, si no es en extraordinarias y si no es en un proceso formal, que la Argentina encamine un presupuesto. Porque hay que llamar a comisión, hay que entablar un orden de negociación, hay que cumplir con la lógica del reglamento de la cámara de diputados y la cámara de senadores, y la vocación ahí tiene que ser del Gobierno.

Así que veremos. Los gobernadores evidentemente han sido uno de los grandes perdedores. Parte del ajuste lo explica el recorte en las transferencias a las provincias. Naturalmente, los jubilados y, naturalmente, la obra pública, a pesar de que el presupuesto que presenta muestra una expansión, lo estrictamente cierto es que será un tercio de hace dos años atrás. Y, bueno, la Argentina necesita mantenimiento de rutas, necesita mantenimiento de puertos, mantenimiento del sistema ferroviario. La verdad que es un tema que hay que mirar con lupa porque el deterioro continúa. Yo puedo entender que en los cinco o seis primeros meses digas: «Bueno, paremos hasta que nos ordenemos», pero la Argentina necesita un funcionamiento de la infraestructura mínimo para poder funcionar.

Claudio Mardones: Bueno, ni rutas, ni mantenimiento, ni PASO, tampoco. Porque parece que las negociaciones no están caídas, tampoco que no existan posibilidades de que convoquen a sesiones extraordinarias. El tema es que, ahí en ese temario, podría estar el presupuesto si es que hay algún acercamiento en las próximas horas, pero el otro costado de la ecuación es el futuro de las PASO. Ya hemos podido confirmar que, primero, el Gobierno ya presentó los dos proyectos para eliminar las PASO y modificar la ley de partidos políticos, pero eliminarlas y utilizar ese fondo como parte de la negociación con los gobernadores. ¿Cuál es su opinión respecto a esa negociación planteada así? Porque, además, los gobernadores están hablando de todo menos de las PASO. Nadie sale a defender las PASO. ¿Qué crees que va a pasar en el marco de esta negociación?

Yo divido la negociación en dos. Una cosa es el presupuesto, que hace a un plan de gobierno, a previsibilidad, y hace a que haya orden en las cuentas públicas, y que efectivamente ese orden sea institucional. Eso es hablar de las cosas muy concretas del día a día y que, evidentemente, le hacen bien a la salud macro y micro de la Argentina. Independientemente de si uno está de acuerdo o no con los postulados, pero es bueno tener un presupuesto en la nación. Veremos cómo el Gobierno lleva adelante esa negociación.

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Hay un tema no menor, que vos mencionabas, que es la ley de administración financiera, que es una excepción al Congreso de la nación para el tratamiento de la deuda. Recordemos que de ministro de economía tenemos a Caputo, que es alguien que maneja el tema de la deuda con mucha habilidad. El Congreso le delega, bajo la ley de administración financiera, las facultades para reorganizar, reestructurar o hacer administración de pasivos al Ejecutivo. Pero yo pondría especial atención a un tema que no es de menor envergadura, que es una facultad del Congreso delegada al Ejecutivo, y cuál es el rango y los grados de libertad que tiene el Poder Ejecutivo para poder avanzar en ese sentido.

El tema de las PASO tiene que ver más con la política, con el año que viene, con lo electoral. Evidentemente, por un lado está la faceta de los gastos, que es una faceta que me parece que la gente hoy está con una vocación de ser austeros y demás, y por otro, la vida institucional de los partidos, que está muy deteriorada, no en todos los ámbitos. 

En nuestro ámbito, el peronismo, el pamperonismo, las expresiones que no estamos en el peronismo, pero que nos formamos ahí, y ni hablar el radicalismo y el Pro. Yo creo que es una solución que tienen que encontrar ahora, porque evidentemente el año que viene es un año electoral. No creo que sea moneda de cambio por el presupuesto. Las provincias no quieren… muchas han salido de las PASO porque ordenan la política de otra manera. Me consta en La Pampa, me consta en Córdoba y demás. Con lo cual, las PASO muchas veces entorpecen los procesos electorales. Y, por otro lado, que haya vida partidaria activa y elecciones es bueno.

La Cámara Federal sobre Seguridad Social de la ciudad acaba de reconocer en un fallo la inconstitucionalidad de la forma de actualización de la previsión social de Alberto Fernández. Más allá de esa en particular, podría ser la inconstitucionalidad de todas las otras posteriores, ¿no? Y vos, que sos un experto en ese tema, ¿nos podrías dar una síntesis de esto que ocurrió?.

Mirá, no leí el fallo, pero la historia es simple: en la medida en que el Poder Ejecutivo no actualice de forma sistemática las jubilaciones, la Justicia levanta la mano y dice: «Che, vos tenés que actualizarlas». 

Nosotros habíamos hecho una ley que, al principio, fue muy criticada y que, durante 15 años, hasta el 2016 2017, no tuvo grandes inconvenientes en la justicia. No tuvimos ningún inconveniente, funcionó, y no solo funcionó, sino que, además, la sociedad la tomó como propia. Y a partir de ahí hubo toda una serie de manoseos, siempre tendiendo a reducir  el gasto fiscal, y siempre la variable de ajuste fueron los jubilados, que evidentemente termina en este zafarrancho. 

Yo fui muy claro y contundente: si algo funciona, no solo desde lo institucional, sino porque la sociedad lo adopta como tal, yo soy de la idea de preservarlo hasta que estén maduras otras ideas.

Bueno, las idas y venidas terminan en estas cuestiones que terminan perjudicando a los jubilados, que son siempre variable de ajuste. Con lo cual, a mí no me llama la atención que la Cámara dicte inconstitucional una fórmula que fue en detrimento de los jubilados, y puede pasar nuevamente porque, bueno, la Justicia siempre ha tenido una conducta en ese sentido.

FM

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Javier Milei atomiza a las ligas de gobernadores para negociar mano a mano el proyecto

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Javier Milei atomiza a las ligas de gobernadores para negociar mano a mano el proyecto

Las negociaciones por el Presupuesto 2025 entre la Casa Rosada y los gobernadores entraron en una nebulosa. Con el reloj corriendo, el oficialismo desestima los reclamos de las provincias y evita convocar a los mandatarios, que presionan para ser recibidos junto a los jefes de los bloques aliados, como el PRO, Encuentro Federal y la UCR. Sin acuerdo hasta el momento, en el oficialismo repiten su mantra de cabecera: «El déficit cero no se negocia».

Tras una semana de alta tensión, que reavivó fantasmas del pasado, la pulseada quedó freezada ante la intransigencia de La Libertad Avanza (LLA). En los últimos días, la posibilidad de que Javier Milei prorrogue el Presupuesto vigente -que es el del 2023- cobró fuerza. Así las cosas, los jefes provinciales juegan sus últimas fichas antes de resignarse a empoderar al Presidente a asignar fondos de manera discrecional.

Negociaciones bilaterales por el Presupuesto 2025

Entre los gobernadores dialoguistas, el bloque no es monolítico. Algunos líderes de distritos más pequeños, sin gran poder de fuego frente a Nación, temen que ese escenario ocurra y que sus pares de grandes provincias terminen negociando por su cuenta. «Que cierren la suya y listo», tradujeron al criollo desde una gobernación.

No es una advertencia al aire. Ante la falta de una convocatoria oficial, existe la chance concreta de que las conversaciones se desarrollen de manera bilateral. «Algunos van a preferir sentarse y negociar partidas individualmente, más en un año electoral», reflexionó una voz con injerencia en el diálogo. Y agregó: «Los gobernadores entienden que hay que tener equilibrio fiscal, pero los reclamos por las deudas van a seguir estando».

En el Gobierno interpretan que ese juego permitiría apuntalar el proyecto mano a mano, atomizar y quitarles volumen a los gobernadores y, además, dejar afuera a los mandatarios intransigentes, como el peronista Axel Kicillof.

«Es más barato y no favorece a la provincia de Buenos Aires», graficaron desde territorio amarillo. Dentro del campamento libertario admiten que no tienen problemas en mover partidas de un frente a otro, pero sí en engrosar los números. «Muchos de nosotros tenemos equilibrio fiscal en nuestras provincias, ya hicimos los deberes. La pelota la tiene Nación», responden del otro lado.

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Los diez gobernadores de Juntos por el Cambio en la previa del Pacto de Mayo.

Por estas horas, el oficialismo atraviesa uno de sus mejores momentos. Envalentonado por números positivos en la macroeconomía, el Presidente no da el brazo a torcer ante la insistencia de provincias y legisladores. Poco importan, de momento, las escasas bancas con las que LLA cuenta en el Congreso. La tensión permanente con sus contendientes es una de las marcas de la administración que comanda Milei.

Concretamente, gobernadores dialoguistas como Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) realizaban gestiones para reunirse esta semana en Casa Rosada junto a los jefes de bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo; Encuentro Federal, Miguel Pichetto; y del PRO, Cristian Ritondo, para acercar posiciones. Como es habitual, sus interlocutores serían el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su segundo, Lisandro Catalán. Sin embargo, la cumbre fue freezada desde Balcarce 50.

El Presupuesto no es un tema más para ninguna de las partes. Las provincias lo necesitan para diagramar sus propias hojas de ruta, mientras que la Argentina debe enviar señales de seguridad a los mercados y al FMI. Como es habitual, buena parte del arco político desea acompañar el proyecto de Milei, pero reclama un gesto que destrabe cuestiones puntuales. «Es mejor una ley mala a que no haya ley», confió días atrás una diputada a Ámbito.

Los reclamos de los gobernadores

Obra pública, cajas previsionales, mayor volumen de Coparticipación Federal, distribución equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y deudas del Consenso Fiscal 2017 son algunos de los ítems que agitan los mandatarios. En otros reclamos, como la disolución del Fondo Nacional de Incentivo Docente y del Fondo Compensador del Interior, los distritos parecen haberse resignado.

En concreto, Milei profundiza un proceso que comenzó tiempo atrás y que sostiene de manera exitosa: la separación de las ligas de gobernadores. Lo hizo tanto con las alianzas partidarias como con las regionales. Por ejemplo, semanas atrás, recibió por separado a los caciques de la UCR y del PRO y aliados, alejándolos del extinto abroquelamiento de Juntos por el Cambio (JxC).

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Javier Milei, junto a gobernadores provincialistas y peronistas díscolos en la Quinta de Olivos.

Javier Milei, junto a gobernadores provincialistas y peronistas díscolos en la Quinta de Olivos.

Presidencia

También logró alejar a provincialistas como Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro) de Unión por la Patria (UP), fuerza de la que fueron aliados hasta el año pasado. Lo propio hizo con los peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), cultores de una posición autónoma con la Casa Rosada.

Además, el movimiento apunta a aislar a los opositores más duros: Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur), Ricardo Quintela (La Rioja), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Buenos Aires (Axel Kicillof).

Ambito Financiero

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Cuántos empleos generan los cuatro sectores clave de la economía argentina

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Cuántos empleos generan los cuatro sectores clave de la economía argentina

Sectores de alta competitividad generan sólo 1 de cada 10 empleos, advierten informes privados. Se basan en observaciones de la Secretaría de Trabajo que indicaron que el agro, la energía, la minería y los servicios informáticos y del conocimiento generan aproximadamente el 10% del empleo asalariado registrado en empresas privadas.

Esto se desprende de un informe de Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) que se detiene a analizar que esta situación «impacta en el resto de los sectores económicos a quienes les cuesta producir y crear empleos debido a que importar se vuelve más barato».

Este fenómeno, analizan se denomina “enfermedad holandesa” y alude a una fuerte apreciación que se produjo del florín holandés en la década de 1960 cuando se descubrió una gran reserva de hidrocarburos en el Mar del Norte.

Cabe destacar que el gobierno implementó el blanqueo que produjo un masivo ingreso de dólares al circuito formal de la economía. «Existe la expectativa de que, aprovechando los beneficios previstos en el RIGI, se expanda la producción de la minería y la energía lo que aumentará las exportaciones y evitará importaciones. A esto se suma la muy alta competitividad del sector agropecuario», expresaron desde Idesa.

A su vez, el tipo de cambio multilateral (es decir, el que considera las monedas de los principales países con los que comercia el país) ya refleja que el dólar «está bajo en la Argentina y es probable que el fenómeno se profundice en el futuro próximo».

Según la Secretaría de Trabajo se observó que: el agro, la energía, la minería y los servicios informáticos y del conocimiento generan aproximadamente el 10% del empleo asalariado registrado en empresas privadas, la industria y la construcción crean el 25% del empleo asalariado registrado y el comercio y servicios explican el restante 65% del empleo asalariado registrado.

«Estos datos muestran que los sectores con alta capacidad para generar divisas (agro, energía, minería e industria del conocimiento) generan relativamente poco empleo: apenas 1 de cada 10 empleos asalariados formales. Mientras que el resto (industria, construcción, comercio y servicios) explican 9 de cada 10 empleos formales», destacaron.

Por lo tanto, concluyen, que el grueso del empleo urbano depende de sectores con menos capacidad competitiva y, por lo tanto, el atraso en el tipo de cambio no solo reduce su producción sino, lo más decisivo, tiene impactos negativos sobre el empleo.

Para este informe, «la solución no es devaluar sino acelerar las reformas estructurales». «Con las reformas, más sectores serán capaces de producir y generar empleos aun con un tipo de cambio bajo. Eliminando impuestos distorsivos, rediseñando la legislación laboral para evitar la excesiva conflictividad y litigiosidad, mejorando el sistema de transporte y toda la logística, promoviendo regulaciones que fomenten la competencia y desarticulen las prácticas monopolísticas se abaratarán los costos de la producción nacional«, destacaron.

En otras palabras, el remedio para enfrentar la “enfermedad holandesa” no es devaluar sino impulsar reformas estructurales para que los costos de producir en la Argentina bajen tanto o más de lo que se reduce el tipo de cambio.

Ambito Financiero

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