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Opinión

La estrategia electoral de la oposición que puede hambrear a los argentinos.

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Por Luis Bruschtein – Nota publicada el 21/05/2022 en Página 12.

Estados Unidos –que prohibió la exportación de material de salud durante la pandemia–, acaba de anunciar que el G-7 podría funcionar como un cartel del petróleo para frenar la disparada de precios. Y el gobierno conservador de la India acaba de cerrar la exportación de trigo, en tanto que el Banco de Inglaterra advirtió sobre una “apocalíptica” falta de alimentos. El titular de la ONU, Antonio Guterres, advirtió el miércoles sobre el “espectro de una escasez mundial de alimentos” en los próximos meses. En Argentina, uno de los principales países afectados por estos coletazos de la guerra en Ucrania, la oposición ató de pies y manos al gobierno y lo dejó sin recursos para defenderse. En una guerra sería traición a la Patria.

Desde que empezó la guerra, el valor del trigo aumentó el 50 por ciento, y en la última semana, con la decisión de la India, pegó otro salto del 6 por ciento. Ucrania y Rusia proveen el 12 por ciento del trigo en el planeta y según la FAO, el alto costo de los alimentos básicos hizo que de 440 millones de personas que en el mundo no tenían asegurados sus alimentos, ahora pasaran a ser 1.600 millones de personas las que sufrirán hambre o penurias.

Argentina es un gran productor de alimentos, pero la disparada de precios hizo que la crisis golpeara a la población local de la misma manera que en los países que no producen alimentos y muchas familias no podrán satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas. Si no se desenganchan los precios locales de los internacionales, algunos argentinos morirán de hambre, mientras que otros ganarán fortunas multimillonarias a costa de la desgracia de sus compatriotas.

Retenciones, sí o no.

La herramienta para separar los precios son las retenciones. No significa que la cadena de producción pierda su ganancia, sino que mantenga las ganancias como en situaciones normales –lo que de todas maneras implicaría ganancias importantes– pero de esa manera, el pueblo argentino tendría acceso a sus alimentos básicos.

La paradoja es que este gobierno había decidido, incluso a pesar de una fuerte presión interna, que no tocaría las retenciones porque le parecía que se trataba de un tema con mala historia y envenenado por la oposición. Esta semana, al recordar esta decisión, el presidente indicó que se hizo una marcha de productores rurales contra el impuesto a las ganancias inesperadas, y contra las retenciones a la harina y el aceite de soja, cuando a ese sector no lo afectaba ninguna de los dos. “Los que hablaron en la Plaza, no fueron productores, fueron todos dirigentes de la oposición” recordó.

Para no aplicar retenciones, el gobierno propuso crear un fideicomiso para comprar trigo, pero entonces se opuso el sector molinero porque eso implicaría “intervencionismo” estatal. A su vez, el sector productor de alimentos –dominado por cuatro o cinco corporaciones– actúa con la voracidad de los buitres y ninguno de esos sectores, incluidos los del campo, tienen ni una idea aproximada del caos y la violencia que se podría provocar si mantienen esa intención de hambrear a los sectores más vulnerados de la población y restringir al máximo el consumo en las capas medias que ya han disminuido drásticamente el consumo de carne y derivados del trigo. Ni siquiera han podido reemplazar la carne por otros alimentos ya que también se disparó el precio de los pollos y de la carne de cerdo.

Un mundo muerto de hambre.

The Economist, una publicación derechista y neoliberal, señala en su última edición que ya hay 250 millones de personas al borde de la hambruna en el mundo y “cientos de millones más caerán en la pobreza, el malestar político se extenderá, los niños sufrirán retraso en el crecimiento y la gente morirá de hambre”.

La publicación conservadora y neoliberal no cambió de ideología, simplemente tiene los ojos abiertos: en Alemania hay protestas y huelgas contra la inflación, igual en la Francia del reciente ganador de las elecciones Emmanuel Macron, pero allí no son ni la sombra de las protestas que se producen en Irán o en Sri Lanka.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey (el que advirtió sobre la hambruna), está desesperado por el incremento de la inflación, arrastrada por los precios de la energía y los alimentos. El malestar en sectores bajos y medios de Gran Bretaña puede estallar en cualquier momento. Ellos no producen alimentos ni petróleo. “No tengo herramientas, estoy indefenso ante los aumentos en el mercado global, que escapan a nuestro control”. El hombre vaticinó un “choque de ingresos” (muy altos y muy bajos) muy grande” con el consecuente conflicto social que provocaría. Inglaterra espera una inflación anual de dos dígitos, una enormidad para un país que prácticamente no ha sufrido ese problema.

La guerra entre Ucrania y Rusia puso de manifiesto la fragilidad del sistema alimentario mundial. Antes, esta guerra no hubiera producido los mismos efectos desastrosos. En la actualidad, el sistema de interrelaciones e interdependencia mundial impacta en todo el planeta. Pero a diferencia de los ingleses, los argentinos no están indefensos, porque aquí sí se producen alimentos y hay petróleo. Hay herramientas para poner una malla defensiva que proteja al país del impacto ruinoso de la crisis mundial provocada por la guerra.

Una oposición en Babia.

Obligado por la crisis, el gobierno conservador de Inglaterra está estudiando aumentar los impuestos. Aquí, a la oposición macrista actúa como si estuviera en Babia: solamente se le ocurre proponer lo contrario: bajar los impuestos y sacar las retenciones con lo cual la inflación y los precios de los alimentos llegarán a la luna. La oposición no toma conciencia del mundo que hay fuera de su burbuja de promesas electorales.

El gobierno, que tiene la responsabilidad de tomar decisiones, también quedó frente a una encrucijada de hierro. Ya no vale siquiera la perspectiva electoral. De alguna manera es lo que se evidencia en las declaraciones de Alberto Fernández después de regresar de su gira europea. La misma persona que se mostraba reacia a plantear las retenciones, ahora dice públicamente que constituyen la herramienta para separar los precios internos de los externos y que no tiene fuerza suficiente en el parlamento como para aprobarlas.

Los que promueven la tragedia.

Pero la oposición y todo el conglomerado relacionado con la producción de alimentos, tampoco pueden salir indemnes de esta crisis de la que, aparentemente no han tomado conciencia de su volumen y profundidad. Si mantienen una posición irreductible como hasta ahora, ya no serán responsables sólo de un aumento de precios, sino también de la hambruna de amplios sectores y de la alta conflictividad social que irá asociada con ella. 

Hasta ahora han usufructuado la protección de las corporaciones mediáticas que ocultan sus responsabilidades en esta tragedia anunciada. Pero cuando empeore la carestía y se instale a sus anchas será difícil que las corporaciones mediáticas aplaquen la reacción furiosa de los hambrientos. 

Algunos dirigentes rurales dijeron que estaban dispuestos a organizar un banco de alimentos para los más vulnerables. Es cierto que para ellos es más grave, pero es un problema del país, más amplio. Son ciegos si no ven que el descontento de la sociedad les puede arruinar el mejor negocio.

Muchas frases pueden sonar alarmistas, pero se convierten en razonables después de leer la prensa internacional y ver cómo la oposición local, las patronales del campo y la industria alimenticia obstruyen todos los intentos para evitar una tragedia.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

Opinión

Jorge Elbaum cuestionó el apoyo de Javier Milei a Israel: “Está involucrándose de forma irresponsable”

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“En vez de ser neutral, está sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, añadió el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio.

El Presidente Javier Milei mostró su completo apoyo hacia Israel tras el ataque sufrido desde irán, sin embargo, hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo lo que se refiere a un alineamiento bélico. Es por eso que para desarrollar este tema en profundidad, Canal E se comunicó con el sociólogo y primer presidente del Llamamiento Argentino Judio, Jorge Elbaum.

“La justicia argentina, específicamente la sala de la Cámara de Casación, no se expidió sobre la causa del atentado, sino sobre la causa del ocultamiento del mismo, en el cual fue llevado a juicio y condenado el juez de instrucción de la causa Galeano”, comentó Jorge Elbaum. “Esa es la causa en la cual 3 jueces de casación se expidieron”, agregó.

No se llevaron a cabo las testimoniales del caso AMIA

Posteriormente, Elbaum planteó: “Uno de ellos sugirió, por fuera de la causa de su tratamiento, referirse a otra causa, específica del atentado, que no ha habido juicio hasta ahora porque no se llevaron a cabo las testimoniales de los 8 acusados”. Luego, manifestó que, “estamos viendo un alineamiento político estratégico muy irresponsable por parte del Gobierno argentino, ya que cualquier vinculación estratégica bélica tiene que ser decidida por el Congreso”.

El Gobierno argentino hace un alineamiento y una sobrevaloración muy irresponsable, llamando al representante diplomático de Israel a presenciar una reunión de gabinete, en el marco de un alineamiento que Argentina históricamente no posee”, sostuvo el entrevistado. “Argentina, tradicionalmente, busca la paz, ha sido un ejemplo de no alineamiento, salvo en la época de Menem”, complementó.

El desconocimiento de Milei sobre lo establecido en la Constitución

Por otro lado, el sociólogo señaló: “El tema no es si Milei toma la decisión como Presidente de hacer una alianza diplomática, el problema es que está participando de una situación de guerra y no estaría mal en el caso de que fuese una decisión tomada por el Congreso”. A su vez, remarcó que, “lamentablemente, el Presidente desconoce la Constitución y se toma atribuciones que tendrán que ser juzgadas”.

El Presidente no puede establecer los alineamientos que está realizando en términos bélicos, apoyando a aquellos países como Israel y Estados Unidos, que son los que votan en contra de Argentina en los foros internacionales relativos a Malvinas”, expresó Elbaum. “En vez de ser neutral, está involucrándose de forma irresponsable, sobreactuando un aspecto ideológico, Milei no entiende lo que son los intereses de nuestro país”, concluyó.

@Perfil.

/Imagen principal: Archivo/

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Opinión

La misión es responsabilidad de todos. 

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NOTA de OPINION de monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo

Así lo entendieron y vivieron los primeros cristianos.

En la Biblia, el libro de los Hechos de los Apóstoles nos muestra a quienes abrazaban la fe poniendo todo en común y atendiendo a las necesidades de los más pobres y excluidos. El testimonio de vida acompañaba la predicación, ya que “la multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos (…) Ninguno padecía necesidad”. (Hechos 4, 32)

Y esta práctica no solo era promovida entre las personas de la misma comunidad, sino también entre las de diversas geografías. De este modo, vemos a San Pablo organizando una colecta entre las iglesias ubicadas en ciudades más prósperas para auxiliar a las más pobres de Jerusalén.

Con el tiempo se ha ido perdiendo esa conciencia, junto al abandono de la intensa actividad misionera y la disponibilidad a la entrega generosa de la vida. Una manera más cómoda e inocua de vivir la fe en algunas regiones del mundo, fue reemplazando a la audacia y la confianza en la Providencia de Dios.

A los obispos, sacerdotes, diáconos y otros agentes pastorales nos cuesta hablar con franqueza de las cuestiones económicas. Nos da cierto pudor o vergüenza, pero tampoco damos cabida a los laicos para que lo hagan.

A esto se suma que más de la mitad de las Parroquias de la Arquidiócesis (me animo a decir que del país) no tienen formado el Consejo de Asuntos Económicos, y las que sí lo han convocado, no siempre logran que funcione de modo adecuado.

La falta de Catequesis sobre el Precepto del sostenimiento del culto hace que se instalen algunos mitos. Entre ellos, los más frecuentes son que los sacerdotes reciben su sueldo del Estado o del Vaticano; que las parroquias no tienen los gastos habituales de las familias en energía eléctrica, gas, internet y otros servicios; que los libros de catequesis son gratuitos; que el combustible que utilizan para recorrer las capillas va de regalo; y otras cosas más en las cuales no abundo en razón de la brevedad.

Una de las actitudes evasivas que a veces he escuchado es “que primero pongan otros”. La avaricia de los ricos no puede ser excusa que justifique la falta de compromiso personal.

Es bueno preguntarnos: ¿cómo es mi vínculo con el dinero?

San Pablo nos dice que debemos cuidarnos de la avaricia para no caer en la idolatría del dinero. Es bueno dejarnos interpelar por las enseñanzas en la Palabra de Dios acerca de lo económico. “Dios bendice al que da con alegría.” “Hay más alegría en dar que en recibir.” “Lo tenían todo en común.” “La avaricia es una idolatría.” “No se puede servir a Dios y al dinero.”

Este fin de semana en todas las iglesias de la Argentina estamos realizando esta campaña de conciencia y compromiso con el sostenimiento de la misión evangelizadora que todos tenemos por ser bautizados. Lo llamamos “Domingo del compartir”.

Como dice el mensaje de la Conferencia Episcopal para este año 2024, “es necesario fortalecer la pastoral económica en nuestras comunidades, impulsar la catequesis sobre el sostenimiento económico de la misión de la Iglesia, buscar una gestión eficiente de nuestros recursos y animar la transparencia y rendición de cuentas”.

Te propongo preguntar qué necesidad concreta hay en tu comunidad. 

Sostengamos entre todos lo que es de todos, compartiendo el compromiso por la misión evangelizadora de la Iglesia. 

Durante la semana que comienza estaremos reunidos en Pilar, Provincia de Buenos Aires, todos los obispos de la Argentina. Acompañanos con tu oración para que en las deliberaciones y decisiones nos dejemos mover por el Espíritu Santo.


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

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Las heridas abiertas de Jesús

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NOTA de OPINION de monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo.

Rezamos en el Salmo 62: “Tengo sed de Ti como tierra reseca, agotada y sin agua”.

Todos tenemos heridas que vamos adquiriendo a lo largo de la vida. Hablo de las del alma, aquellas que se producen por amar y no ser amados. Recuerdo la letra del tango tan expresivo: “de cada amor que tuve tengo heridas/ heridas que no cierran y sangran todavía”. (Julio Sosa, “Tarde”)

En este sentido, me conmueve también el poema de Miguel Hernández que con suma belleza y hondura nos comparte “llegó con tres heridas, la del amor, la de la muerte, la de la vida”.

Acojamos nuestras experiencias.
La herida de la soledad, del abandono.
Herida de la pobreza y el hambre del desamparo.
Heridas de la guerra que mutila, destruye y mata, no sólo los cuerpos; también los sueños, los proyectos…

Heridas en la familia por historias no resueltas, en que el egoísmo, la avaricia por la herencia, la traición, provocan golpes muy hondos y dolorosos.
Heridas en la Iglesia o con la Iglesia. No haber sido recibidos, ni acompañados, ni escuchados. Experiencia de negación de consuelo y aliento. Lo que te cobran en algunos lugares por bautizar un niño.
Heridas en la fe. Le pedí a Dios y no me respondió.
Heridas con los amigos porque juzgan sin escuchar.
La herida de la indiferencia y la no comprensión.

Y seguramente vos podrías sumar unas cuántas heridas más de tu propia vida, y realizar un largo elenco de las llagas que siempre quedaría incompleto. 

Sabernos heridos es algo muy común. Sin embargo, nos cuesta hablar de lo que nos lastima. Solemos conversar acerca de los logros, talvez de algunos fracasos, pero no de las heridas. Pensamos que nos hace vulnerables, débiles ante los demás.

Te comparto una experiencia que he atesorado especialmente en los Santuarios. Allí podemos acercarnos como peregrinos heridos o simplemente como turistas curiosos. Los peregrinos buscan consuelo y, si se puede, respuesta a cuestionamientos existenciales. 

En el Evangelio que proclamamos este fin de semana se presenta Jesús Resucitado ante sus discípulos, pero está ausente el Apóstol Tomás que se negaba a creer en el testimonio de los demás. Les dijo: “Si no veo la marcade los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”. (Juan 20, 25) A la semana siguiente Jesús se aparece nuevamente y cumple el deseo de Tomás.

A Jesús lo encontramos vivo en sus llagas, ellas representan distintas formas de sufrimiento y exclusión. Por eso quise iniciar esta reflexión volviendo la mirada a nuestras heridas, para reconocer en ellas al Señor. Lo llamamos Jesús Misericordioso porque Él sabe lo que es sufrir, y se presenta mostrando sus heridas luminosas y su costado abierto por la lanza del soldado.

Miremos nuevamente a Jesús en la cruz. Recordemos sus Palabras.
Aparta de mí este cáliz. 
Uno de ustedes me entregará.
Tengo sed.
Por qué me has abandonado.
Todo se ha cumplido.

Te propongo que hablemos con los amigos más cercanos de las heridas que habitualmente escuchamos, que recibimos, ¿qué actitud tomamos? ¿Damos espacio? ¿Encontramos espacio? ¿Reconozco con humildad que soy indigente? ¿Qué me dice la fe?

Aprendamos, como nos enseña San Pablo, llorar con el que llora y reír con el que ríe. (Rm 12, 15)

Comentando el Evangelio de este domingo, nos dice San Agustín que Jesús “sabía que en el corazón de sus discípulos quedaban heridas, y para sanarlas conservó las cicatrices de su cuerpo”.

Como canta Cristóbal Fones, “al final de la vida llegaremos, con la herida convertida en cicatriz”.

¡Feliz Pascua, nuevamente!


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.

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