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Sociedad Relatos de Vida

La historia detrás de la vacuna de la varicela: Proyecto Benjamín y la fuerza de una familia tras la pérdida de un hijo.

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En los momentos críticos la humanidad tiene grandes logros. Momentos históricos que surgen de los lugares más inesperados. A veces productos del dolor, ira, rabia, alegría, o tratando de buscar un camino para tomar fuerzas.

Ahora San Juan conversó con Alejandra Monardez que junto a su familia atravesaron uno de los momentos más dolorosos en el 2013, la pérdida de un hijo de tan sólo 8 años por ser víctima de encefalitis producto de la varicela. Un dolor que los hizo ver más allá y empezar la lucha por la que hoy miles de niños y niñas tienen derecho a tener la vacuna contra la varicela de modo gratuito.

“Un día Benjamin me dijo, ‘tengo algo’. Lo revisé y tenía una ampollita en la axila, le dije “creo que es varicela”, por lo que me acordaba. A mi me dió a los 14 años. Al otro día tenía más así que fuimos a la clínica. Supuestamente todo iba normal”, relata Alejandra. En un lapso de tan sólo 3 días el desenlace fue el peor de los esperados.

“A veces los médicos te dicen ‘cualquier cosa avisame y una no sabe que es “cualquier cosa”. A mi me dijeron que si vomitaba era normal, y cuando vomitó era porque ya tenía encefalitis, también me dijeron que si le daba fiebre era normal y eso también era síntoma de encefalitis´“, recuerda sobre aquella semana de octubre. “Hay que dar más información, solicita hoy.

Benjamín fue el primer hijo de Alejandra, con Esteban Olivares. Luego ellos se separaron y Alejandra formó pareja con quien se convirtío el el padre de sus otros hijos: tres varones (Juan Cruz, y los gemelos Alejo y Maximo), y una niña que llegó luego de la muerte de Benjamín, a los pocos meses, quedó embarazada de Guadalupe.

Benjamín falleció el 9 de octubre del 2013. El 11 de octubre, en la casa de Alejandra se encontraba su madre, el padre de Benjamín, cuando la abuela del niño dijo “tenemos que hacer algo, llevar vacunas a los lugares alejados“.  “Esteban, conocía a quien era diputado por aquel entonces (2013),Gastón Díaz Pizarro”. Junto a Pizarro idearon el Proyecto Benjamín, que se empezó a movilizar por redes sociales y muchos artistas nacionales enviaron su apoyo, personas conocidas y desconocidas se sacaron selfies con un cartel que decía “Sí Al Proyecto Benjamín”.

Algunos de los primeros en apoyar el proyecto fue el Sub 17 de la selección de fútbol que por aquel entonces estaba en Dubai. También jugadores de River, en el 2014, se unieron al proyecto enviando su foto, La Beriso viralizó el proyecto en sus conciertos colocando una pancarta de fondo. Estos son solo algunos ejemplos de hasta dónde llegó el pedido de Monardez-Olivares para que el dolor por la muerte de su hijo se transformara.

Es importante recordar que en medio del duelo esta familia, con niños pequeños por los cuales ocuparse, puso su dolor como un motor para que esto “no volviera a pasar”. Alejandra relata que ese año muchos niños fueron internados por varicela y sus consecuencias. “Los médicos me explicaron que a veces viene un estilo de cepa más fuerte”. 

El 4 de junio del 2014, menos a menos de un año de iniciado el Proyecto Benjamín, Cristina Fernández (en ese momento presidenta del país) anunciaba que el calendario de vacunación se actualizaba con la inclusión de las vacunas contra la varicela, meningitis y rotavirus. La distribución oficial a las provincias de las dosis para niños y niñas de 15 meses inició el 14 de julio.

A veces no había dormido en toda la noche y una radio me llamaba a las 7 de la mañana y nosotros sacamos fuerzas para atender a todas las llamadas. Si ese esfuerzo sirvió para que un niño se vacune siento que se logró el propósito. Hasta el dentista de mis hijos me dice “Ale, yo te agradezco mucho porque a mis hijos los  he vacunado”, además él lo conoció al Benja“.

El 9 de octubre, desde el 2019, es el “Día Provincial sobre la Concientizacion de la Concientización de la Vacunación Infantil”. Aniversario de la muerte de Benjamín Olivares Monardez.

“Con Benjamín nunca ningún médico me recomendó que comprara la vacuna ni de varicela, ni de meningitis, ni de rotavirus. Ellos siempre controlan el carnet obligatorio y gratuito. Yo ni siquiera sabía que existía esa vacuna, estaba tranquila porque veía que el carnet estaba completo, con los días, fecha, todo según su edad”, recuerda Alejandra. Sin embargo resalta el buen trabajo de los medicos que atendieron a su hijo.

“Cuando me preguntaron si tenía la vacuna pensé que podía estar en algunas de esas que dice doble, triple, pero no estaba. Así nos enteramos que era una vacuna que se compraba, yo estaba tranquila pensando que todos mis hijos tenían todas las vacunas“, relata sobre los días previos al 9 de octubre.

A los pocos días de la muerte de Benjamín, sus otros tres hijos tuvieron la eruptiva. “Yo me quería morir, pensé que todos mis hijos se iban a morir”, recuerda con una voz que hace entender el terror del momento. “Estas son cosas que pasan, me dijo una pediatra que conocí y me contuvo mucho en ese momento”. 

Alejandra está en un grupo de Facebook que reúne a personas que hayan perdido un hijo por algún motivo. El 9 de octubre fue el aniversario del fallecimiento de Benjamín y su madre decidió publicar una foto con un mensaje en su honor. Allí conoció a otras madres que habían perdido a sus hijos por la varicela. Algunas antes del 2015, año donde la vacuna contra la varicela, meningitis y rotavirus ingresó al calendario de vacunación obligatorio y gratuito, y otras luego del 2015, por falta de vacunas. “La mamá de Santino, contó que a su hijo le dió varicela y no podía respirar, le dijeron “es mañoso”. A Santi le dio una neumonía y se asfixió”. “Se puede complicar de muchas maneras, encefalitis, neumonía, hepatitis, meningitis”. 

“A Santino le tocaba la vacuna en mayo del 2015, y desde enero del 2015 no habían vacunas disponibles. Si para ese niño hubiera estado disponible, porque ya era gratuita y obligatoria no hubiese fallecido. Es cierto que pasa un caso cada 100mil, pero pasa”.

Su hija más pequeña fue una de quienes obtuvo la vacuna de modo gratuito y obligatorio. “Hasta le sacamos fotos”. “¿Cómo fue el embarazo de Guada?”, le preguntó Ahora San Juan a Ale. “No me acuerdo de mucho, yo me quería morir, no por el embarazo, sino por lo demás, estaba demasiado triste, medicada. Casi no me acuerdo pero sabía que tenía que sacar fuerza por mis otros hijos, tenía que volver”.

Alejandrá deja una reflexión que todos deberían tener en cuenta; “muchos me dicen, “pero estás bien” o “si me pasa yo me muero”, perdón por no morir. Esto es algo que nunca se supera, que me acompaña todos los días pero hay que seguir. Yo seguí por mis hijos y porque sé que a Benja no le gustaría verme mal y a sus hermanos tristes”.

Retomando el embarazo de Guadalupe, Alejandra asegura que “siempre tengo una conección muy especial con Benja, por medio de los sueños, aún recuerso su olor. Me acuerdo que una vez lo soñe vestido de blanco y me daba un bebé. Al poco tiempo me enteré que esraba embarazada y de una nena”.

Con respecto a la enfermedad de Benjamín, su muerte, duelo, sonrisas de hoy en la vida de Alejandra, reconoce que muchas veces se siente cuestionada. “Lo veo con los casos de las mujeres famosas. Por ejemplo, con Pampita, que dicen “esta bien”, y nadie sabe cómo está es verdad. Si estás mal te lo cuestionan, si estás bien también. De alguna manera sentís algo de culpa”. Culpa por esas cosas que “pasan” como le dijo aquella sabia pediatra.

Estoy totalmente de acuerdo con la vacunación“, asegura Alejandra. “Esto no es sólo por lo del Benja”. “No me acuerdo si en otro momento se cuestionaron tantos las vacunas como hoy-dice en relación a la vacuna contra el coronavirus-. Si viene de un laboratorio, si viene del otro, si se hace acá o en otro país. Ibamos, nos pinchaban y listo”.

Benjamín no sólo deja un recuerdo imborrable en la vida de Alejandra, Esteban, Alejo, Máximo, Juan Cruz Guadalupe, sus abuelas, familia, amigos cercanos, compañeros del colegio, sino en todo niño/a que a sus 15 meses va al vacunatorio más cercano por su dosis de vacuna contra la varicela de modo gratuito y obligatorio. En el departamento Rawson hay una plaza bautazada con el nombre de Benjamín, donde niños y niñas pueden disfrutar de un espacio verde de diversión sana, más grandes y mas chicos que el niño que dejó el mundo de manera prematura a sus 8 años.

Alejandra hoy lleva su dolor con fuerza y, no importa que tan contradictorio se escuche, con alegría porque su hijo vive en cada uno de todos los niños argentinos, porque Juan Cruz, Alejo y Máximo los recuerdan, porque Guadalupe le da fuerzas, y porque la vida la hizo volver a armar pareja con alguien que la comprende y acompaña, con la cual puede tener un apoyo constante y mutuo. Los caminos de la vida la unieron a Juan Arustizia, el hermano de Leslie Arustizia, la jóven que falleció al ser envestida por Irma Sánchez (quien manejaba en contramano por Circunvalación) en el 2016.

“Si están los medios para poder vacunarse hay que hacerlo”, concluye Alejandra Monardez.

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Piloto le propone casamiento a su novia en el lanzamiento del Safari.

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Surgió el amor en Valle Fértil, exactamente en la simbólica largada del evento deportivo Safari Tras la Sierra. Las imagenes se viralizaron rapidamente.

El Safari Tras la Sierra reune afisionados y turistas no solo de San Juan,sino tambien de todo el país y otros paises, miles de personas llegan a la majestuasidad del rio de Valle Fértil para disfrutar los dias de este evento deportivo.

Frente a todas estas miles de personas el piloto sanjuanino Javier Marcial se arrodillo frente a su enamorada, Johana Contreras, para proponerle casamiento.

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“La profe”: Romina, la multifacética sanjuanina que reluce desde lo educativo y lingüístico hasta lo cultural y artístico.

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Todos los 17 de septiembre es celebrado el Día del Profesor en nuestro país y la conmemoración nace para ensalzar la labor de los docentes encargados de la educación secundaria y superior. La fecha supone un homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un reconocido escritor e intelectual argentino que destacó por su gran dedicación y compromiso en la labor de profesor. Desde Ahora San Juan destacamos el relato de vida de la profe Romina.

Romina Pereyra, es una joven que tiene más de una disciplina que la apasiona en la vida. Comenzó siendo Profesora de Educación Física, es intérprete de lengua de señas hace más de una década, y luego se recibió de Profesora de Teatro, al mismo tiempo que practica la actuación en variados personajes y en distintas puestas. Desde Ahora San Juan hablamos con ella, para conocer acerca de estas vocaciones y de su amor por cada una de ellas.

En muchas etapas de nuestras vidas se nos intenta encasillar para una sola actividad o debemos elegir una profesión o vocación. Romina, es un caso muy especial, ella siempre ha hecho y hace todo lo que su corazón le demanda y lo que ha podido cumplir. Es una gran hacedora de sueños, que lucha por ellos. Simpática, organizada, sencilla y sobre todo una buena aprendiz y maestra.

Tiene 39 años, y nos cuenta cómo se fueron relacionando sus carreras y hobbies. ‘’En mi residencia de Eduación Física teníamos una parte, que era la de educación especial, en ese momento se llamaba así, y mi residencia me toca en la Escuela Bilingue de San Juan. Cuando llego a mis primeras observaciones de las clases, me encuentro con un mundo que yo desconocía totalmente, para todo se comunicaban con señas. Me toca el nivel inicial de la escuela y estaba frustrada, angustiada. Yo era la única en la escuela que no sabía señas y no me podía comunicar con quienes iban a ser mis alumnos por un buen tiempo‘’.

‘’El profe de ese entonces, Guillermo Basañez, nos calmó y nos dijo que ya ibamos a aprender. Me pasó las señas básicas para ir aprendiendo a comunicarme y comenzar con las intervenciones de a poquito porque esa era la estructura: observaciones de clases, intervenciones y en un tiempo más daba la clase completa para los chicos‘’.

‘’Comencé a aprender las primeras señas y después busque dónde estudiar porque me encanto. Vi la inmediatez de la comunicación, la repuesta de los chicos. Me enamore de la lengua de señas en esa instancia de mi carrera y comencé e estudiar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de San Juan cumpliendo con los tres años de estudio. Hasta el día de hoy, me desempeño como profe y como interpréte y año a año me voy actualizando en cuanto a las señas porque van cambiando, incluso con la Pandemia, se agregaron muchas y se van actualizando‘’. Así es cómo nuestra protagonista, logra unir dos de sus grandes pasiones en una sola actividad, tan motivadora como desafiante.

Romina, se recibió de Profesora de Eduación Física en el 2007, trabajó en gimnasios, como profe de pilates y en escuelas estatales. Pero nos dice que tiene una preferencia muy particular que la une con los más pequeños.‘’Trabaje con una franja etaria bastante amplia, pero lo que más me gusta es trabajar con los chicos de primaria. En este momento y desde hace siete años, trabajo en la escuela Timoteo Maradona, en Rivadavia, con chicos desde primer año hasta sexto de la primaria.Siempre cuento que soy una afortunada de trabajar de lo que me gusta, porque amo trabajar con los niños que tienen, para mí, una energía muy especial‘’.

Lo más curioso de esta nota es saber cómo siguió sumando aprendizajes. ‘’Y lo de Teatro tiene que ver con lengua de señas, porque en el estudio de esta lengua, me hice amiga de un joven sordo y el quería estudiar teatro y no podía hacer ningún taller porque no tenía quién lo acompañase, entonces me pregunta si lo quería acompañar y comenzamos en un taller de Marcelo Meyer, que es un genio, no tuvo ningún inconveniente con que estuvieramos los dos y comencé de intérprete y me quedé como alumna. Y así empecé con esta locura del teatro”, expresó la profe.

‘’En el 2017, cuando se abre la carrera, se me ocurrió empezar para incorporar herramientas nuevas a mi carrera de docente. En lo que es Teatro, me ayudó mucho, coseché amistades muy bonitas y me abrió la cabeza, amplie mi mirada.

Y trabajo a veces como actriz también, he actuado en la Fiesta del Sol, en obras independientes, en musicales y creo que es otra cosa más para agradecer a Dios, al universo o a lo que cada uno crea‘’, nos dijo Romina.

Hay dos Fiestas del Sol que han marcado la vida de Romi, una fue ‘’Sueños de Libertad‘’ y la otra fue ‘’Evolución‘’ en la que tuvo un co-protagonico en el que actúo de mamá de un niño y considera que los personajes que les tocaron, tenían una magia muy especial.

Y a nivel nacional, tuvo una participación con una cantante de opera, Claudia Lepez, que hizó la presentación de su libro de canciones de cuna. Se combinó la interpretación teatral y la lengua de señas.

En el 2021, el prestigioso Teatro Nacional Cervantes, a través de su programa Cervantes Educación, lanzó una convocatoria abierta a personas sordas y oyentes de todo el país para su “1er Laboratorio de Actuación. Lengua de señas en escena”, y Romina no dudó en presentarse.

El proceso de postulación, que constó de tres instancias evaluadas por gente experimentada en estos campos, no era sencillo.Romina Pereyra se convirtió en la única sanjuanina dentro de un seleccionado nacional de 20 nombres (pares de Corrientes, Jujuy, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Tierra del Fuego, Córdoba y Chaco).

Quienes la conocen, pueden definir a nuestra protagonista como empática, apasionada, detallista y muy sociable, es que dónde va deja una huella imborrable. Hoy, se encuentra pasando uno de los momentos más díficiles de su vida: la pérdida de su papá, un papá presente que marcó y forma parte aún hoy de lo que es ella como persona.

Y aún así, en la amabilidad que la caracteriza cuando le preguntamos acerca de sus próximos proyectos, no dudó en respondernos que va a seguir avanzando a pesar de que ahora le cueste pensar en algo por la situación que esta atravesando junto a su mamá, pero que en un futuro próximo desea aprender la técnica de clown y danza-teatro. ” Y un gran sueño pendiente es llevar la lengua de señas al teatro para incluir a la comunidad sorda. Son las dos cosas que me gustaría fusionar y con todas estas herramientas mejorar mi profesión de docente”, nos comentó.

Romina ha logrado mezclar su vocación profesional con sus pasiones y habilidades, sus deseos de desarrollo personal que le han permitido cambiar su mirada en todos los sentidos y también ser una profesora inclusiva. Ella se define como una persona que persigue sus sueños, que insiste para concretarlos y que es muy organizada y calma para lograrlos.

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El guardián de libros en San Juan. Ricardo Aguilera, bibliotecario de corazón.

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Hoy, 13 de septiembre es el Día del Bibliotecario, para felicitar a todos aquellos que realizan la noble labor de trabajar con nuestros libros, es que retomamos el relato de vida que realizamos a Ricardo, uno de los grandes bibliotecarios que tenemos en San Juan.

Una biblioteca es pilar fundamental para el saber y la cultura de un lugar. Y detrás de una buena biblioteca siempre hay un buen bibliotecario. Los sanjuaninos tenemos ambas cosas por suerte. Desde Ahora San Juan nos acercamos a hablar con Ricardo Aguilera, bibliotecario desde hace más de un cuarto de siglo en la Biblioteca Franklin, la biblioteca popular más antigua de América del Sur.

Ricardo lleva desde el año 1995 trabajando en la Biblioteca Franklin. Veintisiete años, que se dice pronto. La vida entre libros. Bibliotecario es una profesión que no siempre es justamente valorada, pero fundamental para el sostenimiento cultural. Una biblioteca requiere de un gran trabajo humano del que nos beneficiamos todos, Charles Medawar hacía referencia a esto cuando decía: “Los bibliotecarios son casi siempre muy útiles y a menudo casi absurdamente bien informados. Sus habilidades son probablemente muy subestimadas y en gran medida subempleadas”.

Ricardo nació en Las Flores, localidad de Iglesia. Allá empezaron a crear una biblioteca popular.  A Ricardo le quedaba cerca de su casa: “cómo no había nadie que la atendiera, me preguntaron y la atendí yo” nos cuenta. Sin nada, el presidente iba buscando, y con las donaciones que recibieron pudieron empezar con la biblioteca. Poco a poco fueron avanzando y se trasladaron de una piecita a un local más grande, donde es hoy es la Biblioteca de Las Flores, construyeron algunas estanterías e iban creciendo. Les habían donado el terreno, “todo con base a donaciones, todo era trabajo voluntariado de todo el mundo” subraya Ricardo.

“Allá, cuando te conocen, te van a buscar a tu casa hasta los días domingo para que les prestes un libro”, recuerda. Y así, un domingo llega a su casa la Directora de la Biblioteca de la Provincia, estaban censado las bibliotecas populares. Ricardo le muestra la biblioteca y el trabajo que venían haciendo. La Directora le cuenta que existe la carrera y lo anima a estudiarla. El joven se entusiasma, lo habla con sus padres y se viene a San Juan a anotarse para estudiar para Bibliotecario Nacional, hoy Bibliotecología. La Biblioteca de Las Flores no disponía de fondos para pagarle un sueldo, pero haciendo un esfuerzo el Presidente ayudaba cuando podían para pagarle algún pasaje para venir a la Capital.

Ricardo empieza a cursar a distancia. Le resulta complicado. Hay un choque cultural grande en cómo se estudiaba en Las Flores y pasar a la Capital al Colegio Superior Sarmiento. Al segundo año ya se queda en la Capital para seguir con sus estudios. Se esfuerza mucho y llega a formar parte del cuerpo de bandera. No solo eso, sino que de su promoción fue el mejor promedio. Lo que le otorga un premio por parte del Colegio de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina, y el viaje a Buenos Aires para recibirlo.

La residencia la realiza en la biblioteca de la Alianza Francesa. Posteriormente a eso, comienza a trabajar en la biblioteca Camilo Rojo. No podían pagarle mucho, “el problema de todas las bibliotecas populares es los fondos”, dice. A veces juntaba un poco más saliendo a cobrar las cuotas a los socios. Es poco tiempo después que consigue entrar en la Biblioteca Franklin, la cual era muy distinta a lo que es hoy.

Empezó como bibliotecario, pero además entre los años 2000 y 2004 fue Vicedirector. Fue una experiencia, reconoce. Aunque después de cuatro años prefirió seguir con su oficio. En el año 2011 lo becan para viajar a Estados Unidos. A través del Departamento de Estado y el Instituto de Educación de EE.UU. lo becan para el programa Bibliotecas y Museos como recursos comunitarios. Primero a visitar la Biblioteca del Congreso en Washington. No solo eso, sino que después visitó otras ciudades con sus respectivas bibliotecas: Kansas, Cincinnati, Wyoming y terminando en Los Ángeles. “Las bibliotecas eran enormes, hermosas. Muy limpias, pero excepto la de Los Ángeles, una biblioteca pública en un barrio chino, en ninguna vi a la gente como acá, estudiando”.

Ricardo es honesto, confiesa que no es un devorador de libros, pero sí que se preocupa en saber de todo lo que puede. Es imposible que hubiese leído todos los libros de la biblioteca, pero si tiene una idea sobre qué trata cada uno, como para poder aconsejar a todo aquel que venga a la Franklin, ya que como decía Borges: “ordenar bibliotecas es ejercer, de un modo modesto y silencioso, el arte de la crítica”.

La Biblioteca Franklin es la biblioteca popular más antigua de Sudamérica. Fundada por Sarmiento en 1866. Son más de 150 años abierta, sin perder ese carácter popular. Con todas las dificultades que ello implica, pero ha podido mantenerse gracias a la labor de personas como Ricardo, que entienden la importancia que tiene para la cultura de San Juan el que una gran biblioteca siga funcionando. Desde que él entro la biblioteca también ha ido cambiando. En el año 2004 finalizaron las obras de remodelación. La Franklin se ha ido acompasando a los tiempos y a las nuevas tecnologías, con las tareas de digitalización y el paso de un servicio tradicional al de biblioteca híbrida, integrando lo físico con lo electrónico.

Hoy cuenta con un gran número de servicios, que pueden consultarse a través de su página web (http://bibliotecafranklin.org.ar/) además de contar con unos 80.000 volúmenes. Hacerse socio es bastante sencillo, la cuota es trimestral y mínima. Tristemente, hoy en día, el libro en nuestro país tiene un precio que acerca la lectura a casi producto de lujo. Para un argentino comprar libros es algo prohibitivo, puesto que no se entiende como una necesidad básica y no hay ningún interés en que leamos y pensemos por nosotros mismos. Gracias al trabajo de personas como Ricardo y sus compañeros existe la Biblioteca Franklin y tenemos la oportunidad de poder leer, expandir nuestros horizontes y generar un pensamiento crítico. Para que se hagan una idea: con lo que sale la cuota de un año entero no alcanza casi ni para comprar un libro nuevo. La biblioteca ofrece todos los libros que uno sea capaz de leer en ese año.

La lucha de una biblioteca popular por mantenerse es ininterrumpida, depende de varios factores. No siempre es fácil, sobre todo si cuenta con empleados. Tal como señala Ricardo, “es lindo crear cosas nuevas, pero después hay que mantenerlas”.

De lunes a sábado uno puede acercarse por la Franklin. Allá estará Ricardo y sus compañeros trabajando. La sala suele estar llena de jóvenes estudiando y simultáneamente los diversos talleres que ofrecen, desde el rincón infantil, ajedrez, teatro, club de lectura, etc. Es un claro de luz en pleno centro sanjuanino. “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”, volviendo a citar a Borges. Nosotros tenemos el nuestro, gracias a Ricardo y muchos otros como él. Ya que, si las bibliotecas son un tipo de Paraíso, Ricardo vendría a ser uno de esos ángeles guardianes.

Tal vez, la profesión de bibliotecario no sea la más deslumbrante hoy en día para nuestra sociedad a simple vista. Al contrario de esto, es una de las más valiosas y necesarias. Por último, los dejamos con la defensa de los bibliotecarios de Umberto Eco: “El libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas… Por tanto, el bibliotecario los defiende no solo de los hombres sino también de la naturaleza, y consagra su vida contra las fuerzas del olvido, que es enemigo de la verdad”.

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