Hace poco menos de un mes se consagró campeón con Urquiza y con 17 años Federico Bustos da el gran salto de categoría llegando a la elite del básquet argentino.

El club Atlético Riachuelo es una institución que en diciembre cumplirá 80 años y que tiene 3 temporadas en la Liga Nacional luego de haber jugado el Pre Federal, el Federal y la Liga Argentina. Pero en el 2021 compró la plaza de Libertad de Sunchales con el fuerte respaldo económico del gobierno de La Rioja.

En la última edición llegó a cuartos de final y también   tuvo una gira por China en la cual fueron invitados a participar y lograron una destacada labor venciendo por ejemplo a un equipo de Estados Unidos.

A esta institución llegó ayer Federico Bustos, ala pívot surgido de las inferiores del club Urquiza con 17 años y siendo reciente campeón con su club del Torneo local y con una proyección a futuro muy buena por sus condiciones, las cuales venían siendo observadas desde hace meses.

Federico Bustos ya tuvo dos días de entrenamientos con el equipo en el cual predominan los colores azules y blanco y desde La Rioja contó cómo vivió los primeros entrenamientos.

«La verdad que es un cambio enorme a lo que venía trabajando. En dos días ya se nota la diferencia. Seguro que me falta un poco para adaptarme a ese tipo de entrenamiento, pero el grupo que encontré es muy bueno» empezó contando el ex jugador de Urquiza.

Federico llega a Riachuelo Básquet con la misión de sumarse a la plantilla del club que jugará la Liga Nacional que comenzará en septiembre.

«En esta primera etapa estará la Liga de Desarrollo como prioridad, que la juegan todos los juveniles, pero ese es el paso previo para estar de manera permanente en el plantel porque se exige un cupo de jugadores juveniles y eso me abre una puerta importante» remarca el ala que se convirtió en figura de Urquiza en el último torneo.

A los 17 años Federico está repitiendo el camino por ejemplo que hizo Juan Martín Guerrero con Boca. Donde en el primer año jugó la Liga de Desarrollo en la cual salió campeón con el Xeneize y en las dos siguientes temporadas fue el base alternativo del equipo.

Federico Bustos mide 1,94 mts y la contextura física le ayuda mucho para la posición en la que juega en cancha ya que es ala pero también lo puede hacer como pívot y hasta ayuda por el buen manejo de pelota que tiene.

«Todavía no he hablado con el entrenador principal, solo hemos entrenado en la parte física con el profe Gonzalo Aballay en la cancha y en el gimnasio. Estoy tranquilo, se que estos son procesos que hay que superar. No niego que tengo ansiedad, pero la tengo que aprender a manejar. El lunes comienzo la escuela en el último semestre del quinto año de la secundaria y la idea es seguir la carrera de contador público»

Federico tiene los conceptos muy claros de lo que quiere. Sabe que es un paso muy importante el que ha dado y que el deporte es una de parte importante en la vida de los Bustos.

«Crecí en una familia en la que se respira básquet, el año pasado mi hermano Facundo pudo jugar la Liga Argentina con Jáchal Básquet, hoy me toca la chance a mí y la quiero aprovechar en un club que me abrió las puertas y estoy muy agradecido por la oportunidad» concluyó el hijo de Luis Bustos y sobrino de Darío Bustos, dos nombres vinculados al básquet de San Juan no solo por el club Urquiza sino también por la Federación.

Al frente del plantel de primera de Riachuelo estará nuevamente Sebastián González que en las próximas semanas comenzará con la parte principal de la pretemporada con los jugadores mayores que formarán parte del plantel de la Liga Nacional.

Federico Bustos va por un sueño, quizás sea imitar en parte lo conseguido por Juan Martin Guerrero, pero con la impronta propia de un pibe que tiene un potencial enorme.

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