Por Alfredo Zaiat, economista argentino- publicada por SPUTNIK.
El ministro de Economía, Sergio Massa, culminó una extensa gira en EEUU con el objetivo de atender una emergencia y si tiene éxito en esta misión luego ocuparse de varias urgencias.
La emergencia es conseguir dólares en cantidad para sumar en el Tesoro del Banco Central y, de ese modo, contener la corrida cambiaria que amenazaba con descontrolar variables económicas y, en consecuencia, poner en jaque la estabilidad política del Gobierno de Alberto Fernández.
Sumar reservas a las exhaustas arcas de la entidad monetaria era necesario para contener una crisis cambiaria-financiera que terminaría afectando la dinámica de la actividad económica y laboral.
Tras esa tarea compleja, Massa viajó a EEUU con cuatro objetivos:
1.Destrabar desembolsos pendientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial.
2.Fomentar inversiones para el inmenso yacimiento de hidrocarburos no convencionales denominado Vaca Muerta.
3.Conseguir el aval político para el intercambio automático de información tributaria para detectar cuentas bancarias en EEUU de argentinos no declaradas, de un monto total estimado de 100.000 millones de dólares.
4.Obtener la aprobación del cumplimiento de las metas del segundo trimestre comprometidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y así recibir el giro de unos 4.000 millones de dólares, recursos necesarios para pagar próximos vencimientos de capitales e intereses con el propio FMI.
Dólares del BID
Uno de los encuentros clave en términos políticos y financieros fue el concretado entre el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, y Massa. La relación de este organismo multilateral de crédito con Argentina estaba en una situación de máxima tensión, lo que implicaba la interrupción de los giros comprometidos.
Para superar las diferencias, Massa y Claver-Carone se reunieron para discutir los esfuerzos del BID para apoyar al país y acordaron priorizar y optimizar el programa de préstamos del Banco para 2022 para maximizar el apoyo a las necesidades de liquidez de Argentina.
El BID presentará este mes un paquete de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL por sus siglas en inglés) al Directorio Ejecutivo por un total de 700 millones de dólares para un Programa de Apoyo a la Mejora de la Gestión Fiscal y la Recuperación Económica. Esto refleja un aumento de 200 millones del monto original. El desembolso se prevé para estas semanas.
Además, el BID informó de un préstamo PBL (Policy-Based Lending) de 500 millones de dólares. Este programa de apoyo a políticas públicas para el crecimiento sostenible y resiliente en Argentina es un aumento de 200 millones como resultado de una priorización de la programación con el país.
Estos préstamos permitirían aumentar el apoyo del BID de 800 a 1.200 millones de dólares en el último trimestre de 2022. «El apoyo presupuestario del Banco a Argentina se enmarca en el cumplimiento de un acuerdo existente con el Fondo Monetario Internacional y la propia evaluación del BID de las condiciones macroeconómicas del país», informó la entidad.
Claver-Carone y Massa también discutieron los pasos finales antes de la firma de otros ocho préstamos ya aprobados por el Directorio del BID por un total de 1.208 millones de dólares.
El turno del Banco Mundial
El director gerente de Operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, se reunió con Massa, para hablar sobre la situación macroeconómica de Argentina, espacio donde el ministro presentó el programa que está implementando el Gobierno de Alberto Fernández para sumar reservas internacionales y estabilizar las condiciones macroeconómicas del país.
El Banco Mundial ha sido un socio estratégico de Argentina por muchas décadas. En los últimos años, ha aprobado nuevos préstamos por 3.730 millones de dólares para programas que promueven la inversión y el crecimiento. Este año ha aprobado 1100 millones en nuevos proyectos y confirmó otros 900 millones para los próximos seis meses.
Massa ha indicado que estima destinar unos 500 millones de dólares de proyectos financiados por el Banco Mundial durante los próximos cuatro meses a las siguientes iniciativas: obras de saneamiento de Matanza-Riachuelo, apoyo al sistema universal de salud, financiamiento a la capacitación de trabajadores y respaldo a niños pobres que reciben la Asignación Universal por Hijo.
El encuentro clave: el Fondo Monetario Internacional
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, también se encontró con Massa, luego de una semana de reuniones técnicas presenciales en el marco de la segunda revisión del programa del Acuerdo Ampliado del FMI con Argentina.
Georgieva emitió una declaración en la cual ponderó el encuentro como «muy positivo con Massa», destacando que intercambiaron puntos de vista sobre la frágil situación económica y social en Argentina, la cual se ve también afectada por el complejo contexto global. Planteó que discutieron acerca del impacto del conflicto bélico en Ucrania sobre la economía mundial y el precio de las materias primas, y las consecuentes repercusiones fiscales y de balanza de pagos en muchas economías en vías de desarrollo.
En un tono poco frecuente comunicó: «Felicité al ministro Massa por su nombramiento y su cartera ampliada, y por los fuertes pasos que él y su equipo económico han tomado para estabilizar los mercados y revertir un escenario de alta volatilidad. El ministro expresó su clara intención en movilizar el apoyo externo, acentuar esfuerzos para estabilizar la economía y garantizar un crecimiento sustentable con inclusión, bajo los principios de orden fiscal y el fortalecimiento de las reservas».
Quedó en claro que la Administración Fernández ratificó el compromiso de cumplir las actuales metas del programa con el Fondo sin reclamar cambios. Georgieva destacó los siguientes capítulos del programa económico de Massa:
El marco macroeconómico, que se actualizó para reflejar la evolución económica reciente y el difícil contexto internacional.
Los parámetros fiscales y las políticas subyacentes para asegurar los objetivos de déficit primario del 2,5% del PIB en 2022 y del 1,9% del PIB en 2023, con énfasis en una mejor orientación de los subsidios a la energía, transporte y agua, junto con una mejor priorización del gasto y manejo estricto del presupuesto.
La implementación sólida y consistente del marco de política monetaria para asegurar el actual objetivo de sostener tasas de interés reales positivas, que, a su vez, es una herramienta para abordar el combate contra la inflación y movilizar el financiamiento interno, además de asegurar la competitividad externa.
La acumulación de reservas, que será impulsada por el marco general de políticas, además de medidas específicas (como el régimen temporal de incentivo a las agroexportaciones) para fortalecer la balanza comercial.
La agenda estructural, donde se pondrá mayor foco en revisar los incentivos fiscales corporativos y en combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, incluyendo a través de esfuerzos para promover los intercambios de información y mecanismos de cooperación internacional.
Los vínculos de Massa en EEUU
La agenda institucional de Massa se destacó por su peso político. No es habitual que la secretaria del Tesoro, Yanet Yellen, el principal asesor económico del Salón Oval, Mike Pyle, y el consejero de Seguridad del Presidente de los Estados Unidos, Jake Sullivan, reciban a un ministro de Economía de América Latina.
Massa afirmó que en la reunión en el Departamento del Tesoro «abordamos la agenda de seguridad alimentaria y energética, profundizamos sobre el acuerdo AFIP e IRS [las agencias impositivas de Argentina y EEUU, respectivamente] para la aplicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras, y repasamos los avances de cara al cierre de la próxima etapa de trabajo con el FMI».
La conocida posición ideológica de Massa, conservador y vinculado a figuras políticas de los partidos Demócrata y Republicano, permite entender el acceso que tuvo en esta misión a la Secretaría del Tesoro, al diálogo fluido con el Departamento de Estado y la llegada a organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
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