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Cultura Cosas Nuestras

Leyendas urbanas: Nuestro Gauchito Gil y la diosa africana de Yemayá.

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Leyendas urbanas: Nuestro Gauchito Gil y la diosa africana de Yemayá.

En Argentina, tenemos la historia de Antonio Mamerto Gil Nuñez que batalló en la guerra de la Triple Alianza, tuvo una visión donde un dios guaraní le pide que no derrame más sangre, es cuando decide desertar del ejército. Por su rebeldía y por enamorarse de la mujer de un comisario es mandado a matar. Fugitivo, robaba a los ricos para darle a los pobres, se salvó de morir una vez debido a llevar unas medallas de la San La Muerte, y cuando al fin es capturado y asesinado se convierte en una de las leyendas urbanas más importantes de nuestro país, defensor de los más humildes. Este gaucho alegre y festivo se asemeja al espíritu jovial y jocoso de Yemayá, quien es una diosa popular importante en Brasil y otros países que sostienen algunas creencias africanas. Representa la fertilidad, la purificación, la maternidad, el origen de la vida, protectora de los mares y de quienes los navegan. Patrona de pescadores y trabajadores del mar.

Entre los mitos urbanos argentinos más reconocidos se encuentra la Difunta Correa (a quien se le pide sobre hechos imposibles, ya que se su primer milagro se alude a dejar con vida a su pequeño hijo que pudo continuar alimentándose gracias a ella), el Gauchito Gil (defensor de pobres y humildes), Ceferino Namuncurá (el santo de la patagonia, un joven salesiano argentino aspirante al sacerdocio, de orígenes mapuche que se dice que representa la prueba más convincente de la fidelidad con la que los primeros misioneros mandados por don Bosco lograron repetir aquello que él había hecho en el Oratorio de Valdocco:  formar jóvenes santos), Gilda, Rodrigo (cantantes de cumbia y cuarteto respectivamente que se ganaron la devoción de sus seguidores), y el reconocido San Expedito (al que se acude para causas díficiles, principalmente relacionada a los estudios). Todos ellos fueron santificados por el pueblo, y se les agradece o pide protección, como así también se le piden cosas como si lo hiciéramos con un amigo. Los devotos jamás se olvidan de tocar bocina al pasar por alguno de los miles de pequeños altares que se edifican en las banquinas de las rutas nacionales. Muchos se detienen y bajan, le prenden una vela, les dejan diferentes ofrendas según el caso.

Por otro lado, también hay leyendas que traspasan fronteras, como es el caso de Yemayá (Iemanjá) de la religión yoruba (de África), diosa Orisha del mar. Es también la madre de todos los seres vivos y reina del amor por excelencia. Se dice que Yemayá es la deidad que representa los mares, la maternidad (el nacimiento y el renacimiento) y el amor. Para quienes no lo saben, la religión Yoruba, es conocida también como Regla de Ocha, Santería, Vudú, Macumba o Candomblé, y es originaria del oeste africano. Concretamente de la parte que ocupan en la actualidad Nigeria y Benín principalmente. También, es la religión mayoritaria del pueblo Yoruba llevado a la fuerza por los esclavistas al Caribe, donde se camufló con los santos de la religión católica. A esta práctica se la conocía como sincretismo religioso.

Imagen de ASJ, sacada en la playa de Ingleses en Florianópolis, Santa Catarina de Brasil.

Los santos populares, cada uno con sus particularidades, atravesaron sufrimientos, abandonos, desamores y pudieron trascenderlos. Ellos son parte de nuestra idiosincracia como pueblo que, también, siente, sufre, agradece y celebra. La investigadora argentina María Rosa Lojo identifica tres características fundamentales en ellos:

  • Una tiene que ver con tener una cercanía con las clases más humildes, ya sea por pertenecer a ellas, o por haber dedicado la vida a su servicio.
  • La segunda, con haber pasado, a juicio de los devotos, por pruebas, obstáculos y sufrimientos que a menudo desembocan en la muerte violenta, en plena juventud.
  • Y la tercera, hacer milagros.

La hagiografía, que es la ciencia que estudia la historia de las vidas de los santos, jamás podrá ser precisa acerca de la vida de un santo popular, de un santo pagano. Es decir, busca acercarse lo máximo posible a las bases de cada historia. Siguiendo esta línea podemos describir lo que sabemos de algunos de ellos, uno argentino y una africana instalada en Brasil:

1- Gauchito Gil. Antonio Mamerto Gil Nuñez, hijo de José Gil y Encarnación Nuñez, nació un 12 de agosto de un año que podría ser 1847, en Mercedes, provincia de Corrientes, en una zona que en guaraní llamaban Paiubre. Se dice que amaba los bailes y las fiestas, en especial la de San Baltazar, el santo cambá. Era devoto de San La Muerte, tenía un excelente manejo del facón y su mirada hipnótica era temible para los enemigos y fulminante para las mujeres.

La historia registra que fue un peón rural, que sufrió los horrores de pelear en una guerra entre hermanos, en la Guerra de la Triple Alianza, y que luego fue reclutado para formar parte de las milicias que luchaban contra los federales. La leyenda cuenta que Ñandeyara, el dios guaraní, se le apareció en los sueños y le dijo: “no quieras derramar sangre de tus semejantes”. El Gauchito no lo dudó más y desertó del Ejército. Esa rebeldía, y conquistar a la mujer que pretendía un comisario, fueron algunos de los motivos de su sentencia de muerte. Le siguieron otras desobediencias intolerables para el poder de turno: se ganó el amor y la complicidad de la peonada correntina que lo empezó a conocer como a un justiciero, como a un héroe que protegía a los humildes, que robaba a los ricos para darle a los pobres, que vengaba a los humillados y que sanaba a los enfermos. El pueblo lo protegió, lo alimentó y lo cuidó hasta que lo capturaron.

Fue la policía que lo atrapó mientras dormía, luego de una noche de juerga en el marco de las fiestas por San Baltazar. Sus dos amigos fueron abatidos al instante de ser descubiertos pero al Gauchito Gil no le entraron las balas. Lo salvó un amuleto de San La Muerte que colgaba de su cuello. Con sus múltiples variaciones, los relatos orales cuentan que aquel 8 de enero de 1874 o 1878 para otros, decidieron trasladarlo a la ciudad de Goya para ser juzgado, pero en el camino, a 8 kilómetros de Mercedes, cambiaron los planes y los miembros de la tropa lo colgaron boca abajo en un árbol de la zona.

Ninguno de los presentes, soldados de origen humilde, conocedores y respetuosos de las andanzas del Gauchito, se animó a ejecutarlo. Finalmente, el coronel Velázquez, contra su voluntad y siguiendo órdenes de un superior, lo degolló. Dicen que su sangre cayó como una catarata que la tierra se bebió de un sorbo. En ese mismo instante nació el mito y su asesino se convirtió en su primer devoto.

Con la sangre de un inocente se curará a otro inocente”, le dijo el gaucho a su homicida antes de ser decapitado. El coronel, luego de entregar a las autoridades la cabeza de Antonio Gil, se fue a su casa y al llegar encontró moribundo a su hijo. En la desesperación recordó las palabras del gaucho y cabalgó a toda velocidad hasta la zona donde habían enterrado el cuerpo y puesto una cruz de ñandubay. Juntó los restos de la tierra todavía húmeda por la sangre, untó a su hijo con ella y ocurrió el milagro. En los último 30 años la devoción al Gauchito Gil se expandió a borbotones y se convirtió en el santo pagano más querido de la Argentina, su santuario principal está en la ruta N°123 de la pequeña localidad de Mercedes, Corrientes. En el caso del Gauchito, su presencia se fue extendiendo porque los camioneros, que tenían paso obligado por Mercedes, se fueron haciendo devotos y comenzaron a construirle altares en las rutas argentinas, como en su momento lo hicieron para la Difunta Correa.

En esta imagen se pueden ver altares del Gauchito y de Yemayá juntos.

2- Yemayá/ Iemanjá:

Según su historia, nació cuando Olofi (el hijo del dios supremo) decidió crear el mundo, después de apagar con agua el fuego que envolvía el planeta. Su padre le dio una poción para huír de todo posible peligro. Con el paso de tiempo, se casa y tiene más de 10 hijos. De Yemayá y Obbatalá (su pareja) nacieron los otros 16 orishas del panteón yoruba. Yemayá representa la fertilidad, la purificación, la maternidad, el origen de la vida, sintetizada en el agua salada de los mares. El agua dulce, los ríos, las lagunas y el dinero están representado en la religión Yoruba por Ochún. Su nombre significa «madre cuyos hijos son como peces«. Por amamantar a sus hijos, sus senos quedaron enormes, avergonzada, porque su marido se burlaba de ésto, decidió separarse y salir en busca de la felicidad. Entonces conoce y se enamora de Okerê, quien prometió nunca burlarse de ella por sus pechos. Aunque ésto no sucede, y una noche borracho la molesta, entonces ella huye nuevamente. El rey intentó perseguirla para disculparse, pero ella usó la poción que le dio su papá y con el motivo de escaparse se dice que se convirtió en un río que desembocaba en el mar. Por miedo a perder a su esposa Okerê se transformó en una montaña para impedir que ese río llegue al mar, volvíendo hacia él. Pero se dice que Iemanjá pide ayuda a su hijo Xangô, que con un rayo parte la montaña al medio, dejando al río seguir su camino para encontrarse con el oceáno donde se volvió la Reina del Mar.

Cuida de las aguas para cumplir su pacto con  Ochún, su número es el 7 y se sincretiza con la Virgen de Regla del santoral católico. Protege a sus hijos (fieles) de todo tipo de afecciones relacionadas con el vientre que impliquen enfermedad o muerte a través del agua, la lluvia o la humedad, pero se sabe que su protección no es gratuita. A Yemayá le gusta que le regalen flores, sus hijos deben convocarla con rosas blancas en la orilla del mar. A ella le han cantado y tocado Celia Cruz, La India, Héctor Lavoe, Tito Puente, Celina y Reutilio, Orquesta Dee Jay, Willie Colón y Sonora Ponceña entre otros. 

Para las religiones africanas es la patrona de los pescadores y todo trabajador del mar, se dice que es ella quien elige el destino de todo aquel que decide entrar al mar. Aunque también es denominada como la afrodita brasilera, diosa del amor a la que recurren los enamorados del país vecino. En Brasil adoptó varios nombres: Dandalunda, Inaé, Ísis, Janaína, Marabô, Maria, Mucunã, Princesa de Aiocá, Princesa do Mar, Rainha do Mar, Sereia do Mar, etc.

Cada dos de febrero se celebra su día, y en las playas grandes cantidades de personas vestidas de blanco hacen una procesión hasta los templos y santuarios de Iemanjá, donde dejan diferentes presentes y ofrendas (principalmente en Salvasdor de Bahía, Brasil). Generalmente los colocan en barcos que liberan en el mar. Se dice que la gente danza y entre las ofrendas están perfumes, rosas (principalmente blancas o azules), barcos con espejitos pegados, etc. Otros días que se la conmemora son el 15 de agosto, 8 y 31 de diciembre.

Foto de ASJ, sacada en Ingleses de Florianópolis, Santa Catarina, Brasil.
Música de Iemanjá con letra en portugués.

Según las fuentes recabadas, Iemenjá es una buena opción para quien gusta de cambiar las energías de su vida y de su hogar por otras más positivas. A ella se le pide equilibrar nuestro destino hacia la felicidad y alegría. Para esto se le puede encender una vela de diferentes colores, según la intención, o llevar una rosa para lanzar al mar con la petición.

Los colores son: blanco para la paz, tranquilidad, armonía. Rosa para el amor universal, azul para la serenidad y para aclarar los pensamientos. Amarillo para la alegría y la prosperidad económica. Rojo para el coraje y la pasión. Y verde para la esperanza, la cura a diferentes enfermedades y a la atracción del dinero. Otro detalle a destacar, es que sus seguidores recomiendan el uso de laurel para atraer mayores ganancias.

/Cultura Popular, Fundación Aquae, web.

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Convocatoria para realizar el guion del espectáculo sanjuanino en el Cosquín 2025

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Convocatoria para realizar el guion del espectáculo sanjuanino en el Cosquín 2025

Invitamos a la comunidad a presentar propuestas para el espectáculo que representará a la provincia en el segmento Postales de Provincia. Es una oportunidad para mostrar nuestra riqueza cultural, conectar con nuestras raíces y promover la música, la danza y el folklore sanjuanino a nivel nacional.

• Tenés tiempo hasta el 30 de noviembre para presentar tu idea.
• Premio estímulo: $900.000

► Bases y condiciones: bit.ly/BasesyCondiciones-NochedeSanJuan-Cosquin
► Formulario de inscripción: bit.ly/Form-NochedeSanJuan-Cosquin
► Consultas: artescenicasansanjuan@gmail.com


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Fin de semana de música cuyana en el Auditorio

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Fin de semana de música cuyana en el Auditorio

La 4ª edición de San Juan Celebra la Cuyanía es un proyecto colectivo de difusión de la identidad musical de San Juan. También se fortalece la identidad sanjuanina, la historia, las costumbres y la cultura regional a través de la música.

Este festival se desarrolla los días 22 y 23 de noviembre, desde las 19 hs, en el Anfiteatro Buenaventura Luna y sus jardines. Habrá feria de emprendedores con 90 expositores aproximadamente y se instalará un sector gastronómico de comidas típicas para toda la familia. Se dispondrá de dos escenarios, uno en el Anfiteatro Buenaventura Luna y el otro el escenario de La Peña, donde quienes asistan podrán también disfrutar de la música interpretada por los artistas de San Juan, así poder aprender las danzas tradicionales a través de clases abiertas de baile folclóricos.

Es importante mencionar que se entregarán reconocimientos a autores, compositores e intérpretes que con su importante trayectoria han contribuido a sostener nuestra identidad cuyana. Ángel Dávila quien forma parte de los artistas presentes y Víctor Aníbal Muñoz (post mortem).

Los artistas que estarán presentes las dos noches cuyanas son:

Gustavo Troncozo
A3 Hermanos Andrada
Los Caballeros de la Guitarra
Ariel Castro
Gisell Aldeco
Los Lucero de Jáchal
Los Gajos de Pinono
Mercedario Dúo
El Chango Huaqueño
Diablito Martínez
La Mariú
Ángel Dávila
Vivencia de Cuyo
Cuerdas del Ecuador
Los Videla
María Julia Sánchez
Nano Rodríguez
Daniel Giovenco
Carlota de Belaustegui
Ernesto Villavicencio
Noelia Cantos
Trío Los Barro
Raúl Rizo
Lechu García
Mario Herrera
Raúl de la Torre
La Trova de Ansilta
Dúo Díaz Heredia
Tres para Cuyo
Rodolfo Carreón

Danza:
• Carlos Illanes y Cecilia Soler
• Ballet amistad y tradición

Conducción:
Laura Poblete
Jorge Maestre
Jorge Pascual Recabarren




SISJ/

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Arte, lectura y escritura: las actividades que propone el Chalet Cantoni

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Arte, lectura y escritura: las actividades que propone el Chalet Cantoni

La penúltima semana de noviembre traerá dos actividades abiertas al público en general, una será la inauguración de «Lúmen», una muestra de arte de Pablo Henríquez. Como segunda propuesta, «Insólito mundo cotidiano», los talleres de lectura y escritura. Ambas actividades tendrán lugar en el Chalet Cantoni – Casa Cultural.

En este contexto, Lúmen abrirá el miércoles 20 de noviembre a las 20:30 hs, con presentación libre y gratuita. También, se podrá disfrutar de un live set entre Ariel Morales y Henríquez, además de una degustación de vinos y frutos secos.

Cabe destacar que la muestra estará disponible hasta el mes de febrero en el Chalet, de lunes a viernes a partir de las 9 hasta las 13 y de 17 a 20.

Por su parte, «Insólito mundo cotidiano», el taller a cargo de Mariana Arias que está destinado a adultos, comenzará el jueves 21 y constará de cuatro encuentros, a través de los cuales se explorará las ideas de extrañeza, dislocación, incomodidad como llaves para ver y escribir. En este espacio, los participantes leerán textos en torno a dicha búsqueda y realizarán algunos ejercicios de turismo.

El arancel es de $16 mil y bonificado 100% para socios de Acasa. Para más información e inscripciones, escribir a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.




SISJ/

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