Política & Economía Latinoamérica
Lula da Silva: «El pobre argentino puede recuperar su dignidad».
El líder brasileño, Lula Da Silva, es consciente de los problemas de Argentina, en donde además del acto de este viernes realizará varias actividades con líderes sindicales y organismos de derechos humanos. «Alberto Fernández recibió la deuda de la presidencia de Macri y entonces el pueblo argentino va a tener que tener mucha paciencia. La pandemia hizo otro tanto, pero creo que es posible que la economía argentina se recupere, que se generen empleos y mejoren los salarios para que la gente sea más feliz».
Será clave la negociación con el Fondo Monetario Internacional. Al respecto, Lula da Silva sostuvo: «esperemos que el Fondo no haga presión y llegue a un acuerdo que le permita a Argentina continuar creciendo, que permita que el pobre argentino tenga la posibilidad de recuperar su dignidad».
El candidato presidencial favorito para los comicios de octubre dijo, en una entrevista exclusiva con Página12, que se va a casar el año próximo con «Janja», el apodo de su compañera Rosángela da Silva. «No es porque ella quiera. Yo necesito casarme, tengo un compromiso con ella y espero que sea antes de las elecciones». Su prometida, socióloga y militante petista, fue un gran apoyo cuando estuvo preso 580 días en la cárcel de Curitiba.
El sitio The Intercept reveló las tretas que urdieron el juez Sergio Moro y los fiscales para orquestar una condena ilegal. Al fin y al cabo, la causa Lava Jato fue anulada por el Supremo Tribunal Federal debido a la parcialidad de Moro. Al exjuez devenido en candidato Lula lo definió como «un neofascista que va a intentar mentirle a los brasileños». Moro compite por la porción electoral de Bolsonaro, a quien Lula directamente calificó de «genocida». «Brasil vive una situación que no creía que volvería a vivir, con 19 millones de personas que pasan hambre», afirmó el fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
–En Argentina, el macrismo dejó un enorme daño social con su política económica, en Brasil sucede eso mismo con las políticas neoliberales de Paulo Guedes. ¿Qué margen tendrá un futuro gobierno en Brasil para revertir esa herencia?
–El Partido de los Trabajadores (PT) es capaz de cambiar la situación de Brasil, necesita regresar al gobierno porque sabe poner en práctica las políticas de inclusión social, de generación de empleo, para que las personas más pobres participen del presupuesto de las ciudades y de los estados brasileños. No podemos aceptar que un país del tamaño de Brasil, que fue la sexta economía del mundo en mi gobierno, hoy sea la décimo tercera; no podemos aceptar que un país que acabó con el hambre en 2012 y hoy vea que el flagelo está tan fuerte : son 19 millones de personas que no tienen qué comer. Tanto Brasil como Argentina, como Bolivia, como Chile, precisan de gobiernos progresistas que involucren a los pobres en la participación activamente de la economía, para que puedan ser consumidores y comprar cosas y accedan a la educación. Estoy convencido de que América latina puede recuperarse. Lamentablemente personas como Néstor Kirchner y Hugo Chávez murieron, otras personas fueron violentadas como Rafael Correa y Dilma Rousseff, después de la violencia de lawfare, contra mí; el golpe contra Fernando Lugo. Los gobiernos conservadores destruyeron todo lo que nosotros construimos de bienestar social de nuestros pueblos. Sé lo que el compañero Alberto Fernández está pasando, lo que significa la deuda que Macri dejó con el FMI y de la presión de éste; por eso Alberto precisa trabajar mucho para que haya un acuerdo y que el pueblo argentino no sea víctima de los neoliberales.
— ¿Qué espera de la negociación de Argentina con el FMI?
— Es posible construir un acuerdo. El FMi fue tan benevolente con los países ricos con la crisis de 2008, entonces tiene que ser muy generoso para tratar la deuda argentina. El pueblo argentino no puede ser sacrificado.
— ¿Cómo describe su relación con Cristina Fernández y Alberto Fernández?
— Mi relación con Cristina es más antigua porque yo conviví con ella desde que Néstor Kirchner fue electo presidente de Argentina, y después con ella como presidenta. Mi relación con Alberto tuvo un momento que me conmovió y fue cuando me visitó cuando yo estaba detenido en la cárcel de Curitiba. Fue un acto de generosidad y de solidaridad de Alberto. Por eso, con mucho orgullo, voy a participar del gran acto de recuperación de la democracia en Argentina, son 38 años que deben valorarse. La victoria de Alberto y de Cristina demuestra que el pueblo no puede nunca desanimarse, que es posible para la gente recuperar la democracia en la medida en que el pueblo puede participar activamente en las decisiones. Yo tengo una estima especial por Argentina porque no concibo que Brasil crezca solo; Brasil, tiene que crecer, Argentina tiene que crecer, Uruguay lo mismo, Paraguay, Bolivia porque juntos podemos ser más fuertes. Cuando llegué a la presidencia en el 2003, el intercambio comercial entre Brasil y Argentina era apenas de 7 mil millones de dólares; cuando dejé la presidencia, era de 39 mil millones de dólares, demostrando el potencial económico y de ser socios. Para mí Argentina precisa de Brasil, y es mutuo; como necesitamos del resto de Sudamérica.
— ¿Le resulta significativo que el exjuez Sergio Moro, que se presenta como candidato independiente, compita con la base electoral de Bolsonaro.?¿ Diría que son dos caras de la ultraderecha?
–Son dos personajes muy comprometidos con la ultraderecha y, en el caso de Moro, es un personaje peligroso: cuando era juez osó mentir en un proceso para condenarme y llevarme a prisión y así evitar que yo fuera electo presidente en 2018. Sigo pensando qué seriedad puede tener ese hombre para la sociedad brasileña. ¿Cuántas mentiras podrá contar a los brasileños? Entonces, yo diría que son dos extremistas, Bolsonaro es fascista y Moro es neofascista, los dos van a intentar mentirle a la sociedad todo el tiempo. Ellos van a tener que disputar entre ellos para ver quién pasa a la segunda vuelta con el PT.
— Las encuestas señalan que usted ganaría el ballottage.
— Todo indica que el PT tiene muchas posibilidades de ganar las elecciones. Tenemos que actuar con seriedad porque falta tiempo para los comicios, y entonces no podemos cantar victoria antes de tiempo. El PT tiene un legado político y económico y de inclusión social extraordinario en Brasil, vamos a intentar darle a la sociedad aquello que el PT hizo de bueno en el país. Vamos a trabajar para ganar las elecciones. De los dos que compiten conmigo, Bolsonaro, por ser presidente, tiene el uso de la maquinaria gubernamental, y Moro mismo, con ayuda de sectores de los medios que hacen el sacrificio enorme para que aparezca en las noticias. No sé si se percibe en Argentina pero aquí yo soy el mayor censurado del planeta tierra. Cualquier candidato que no sea el PT, que tiene un 1 por ciento en las encuestas, aparece más en la televisión que Lula que tiene un 46 o 47 por ciento de intención de voto. Siendo yo el que ganaría en primera o segunda vuelta, según todas los sondeos, las empresas de medios priorizan a candidatos que tienen uno o dos por ciento de intención de voto. No me preocupo porque yo tengo una relación con el pueblo muy verdadera y esto va a permitr que pueda ganar las elecciones.
–A propósito, qué rol cree que tienen que tener los sindicatos en los medios, como el caso de PáginaI12, en un contexto en que las corporaciones dominan la comunicación y el periodismo ?
–Estoy muy feliz con el papel del movimiento sindical en la comunicación argentina. Aquí en Brasil creamos una televisión pública, pero no recibió la inversión necesaria y ella no es hoy respetada por el gobierno de Bolsonaro. Tenemos un canal del sindicato de metalúrgicos y de los bancarios de San Pablo. Yo defiendo que los medios sean efectivamente democráticos y que las universidades y los sindicatos puedan tener canales de comunicación para conversar con la sociedad, para informarla, sea a través de la radio, la televisión, el periódico o internet. Es fundamental que la gente entienda que los medios han tenido un rol importante en la región para derrumbar a presidentes progresistas. La prensa ha apoyado golpes en Brasil, vemos cómo los medios atacan a la compañera Cristina Fernández en Argentina. Sé del comportamiento de la prensa contra Chávez y Correa. Yo sé cómo la prensa me trató en Brasil. La gente tiene que bregar por la democratización de los medios de comunicación, lo que significa garantizar que todas las personas tengan la misma oportunidad de hablar, el derecho de responder. Es una lucha muy difícil.
–Si usted gana las elecciones, Estima que Bolsonaro podría no reconocerlo al estilo Trump ante la victoria de Biden?
–No, no creo. Lo que va a suceder en Brasil es un golpe democrático: una gran mayoría del pueblo brasileño va a rechazar a Bolsonaro y elegirá un candidato progresista. Espero ser yo. El pueblo brasileño recuerda nuestro legado. Estoy convencido de que vamos a ganar.
–En México gobierna Andrés Manuel López Obrador, en Argentina, Alberto Fernández, en Bolivia, Luis Arce; podría ganar Gabriel Boric en Chile. Considera que esta es la segunda oleada de gobiernos progresistas en la región?
–Espero que sí, porque el mejor momento económico, político y social de América latina fue exactamente en el que Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay eran gobernados por políticos progresistas, presidentes que estaban preocupados por la situación de las personas más pobres. Fue un momento fuerte de inclusión social. Por eso estoy animando a que los sectores progresistas se fortalezcan para poder gobernar nuestra querida América del Sur y América latina. Creo que los sectores progresistas pueden ganar en Chile, que nosotros tenemos muchas posibilidades en Brasil, que lo de Luis Arce fue una victoria extraordinaria para Bolivia, Perú con Castillo. El pueblo está descubriendo que, incluso con muchas dificultades, los sectores progresistas gobiernan con un mayor compromiso con el pueblo trabajador y con los pobres. Creo que América latina necesita de la oportunidad de acabar con la pobreza. Nosotros somos ricos, tenemos materias primas, profesionales calificados, tenemos mucha tierra y capacidad productiva; la única cosa que lo explica es la incompetencia de muchos gobernantes que no saben gobernar para los pobres. Alberto Fernández recibió la deuda de la presidencia de Macri y entonces el pueblo argentino va a tener que tener mucha paciencia. La pandemia hizo otro tanto, pero creo que es posible que la economía argentina se recupere, que se generen empleos y mejores salarios para que la gente sea más feliz.
— Está claro que usted buscará la integración regional. Qué expectativa tiene con el Grupo de Puebla?
— El Grupo de Puebla tiene un papel muy importante, pero pienso que si los dirigentes progresistas vuelven a gobernar nuestros países, tendrán la chance de recuperar el Mercosur, de fortalecerlo, de fortalecer la Celac. Tenemos que comprender que tenemos un potencial productivo extraordinario, por eso necesitamos construir socios para hacer buenos acuerdos con la Unión Europea, con EE.UU., con China, porque necesitamos recuperar lo perdido en tiempos de pandemia. Voy a intentar reconstruir el Mercosur y crear las condiciones para que se logren acuerdos económicos que beneficien a los pobres de la región, nos merecemos recuperar en el siglo XXI todo lo que fue socavado en el siglo XX.
–¿Vive la victoria de Xiomara Castro en Honduras como una reivindicación histórica, tras la solidaridad de su gobierno con el destituido presidente Manuel Zelaya?
— Zelaya fue víctima de un Golpe de estado y de los intereses de la elite; la elección ahora de su mujer es una recuperación. Espero que ella tenga suerte, que sea fuerte; espero que el Congreso tenga disposición de ayudarla. Porque es muy difícil si se tiene un congreso opositor, que logre la mayoría para poner en marcha las políticas sociales necesarias para sacar adelante a Honduras. En Brasil, en cambio, pasamos por situaciones muy difíciles porque tenemos un genocida que no cuidó la economía, descuidó al pueblo en la pandemia, no cuidó el crecimiento económico. Brasil vive una situación que no creía que volvería a vivir. Brasil ya estuvo mucho mejor, el pueblo brasileño necesita ser feliz.
/Pagina12
Latinoamérica
México: 10 años sin respuestas desde la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa
Hasta ahora, solo se han identificado los restos de tres jóvenes a partir del trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), mientras la lucha de los familiares por la verdad y la justicia sigue firme.
A pocos días de cumplirse diez años desde la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, el caso sigue siendo una herida abierta en México. A pesar de las promesas de justicia y las múltiples investigaciones, las familias de los jóvenes siguen exigiendo respuestas mientras los hechos no terminan de esclarecerse. Si bien el 26 de septiembre es la fecha oficial de la desaparición, las movilizaciones y actividades conmemorativas comenzaron en los últimos días.
La previa al aniversario
El viernes, los familiares de los estudiantes desaparecidos y alumnos actuales realizaron un acto frente a un cuartel del Ejército mexicano en Guerrero, en el que denunciaron el rol de las Fuerzas Armadas en el caso. Más tarde, un grupo de manifestantes encapuchados lanzó petardos y provocó incendios en los alrededores del lugar.
El jueves, madres de las víctimas participaron en una misa en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, que celebró el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio. De acuerdo a la revista mexicana Proceso, en la homilía las madres hicieron un llamado: “A las personas que se llevaron a nuestros hijos, que operaron esa noche del 26 de septiembre de 2014, que se les ablande el corazón y que hablen y que nos digan a donde están nuestros hijos”.
En diálogo con Página/12, el sacerdote y director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, una de las varias organizaciones que apoyan a los padres en su lucha, indicó que al cumplirse 10 años desde la desaparición de los jóvenes, el sentimiento predominante es la impotencia, aunque destacó: «Al final, lo que sigue motivando a los padres es el amor que tienen por sus hijos, y también creo que el compromiso que adquirieron al hacer pública su exigencia. Es el compromiso de toda una nación. Esto dañó y afectó a un país como México, porque demuestra el grado de impunidad, de violencia, de colusión de las autoridades con el crimen organizado, y el nivel de descomposición social que existe». Y agregó: «Resolver este caso no es solo conocer la verdad y encontrar a sus hijos, sino también sanar una herida que en México hemos tenido abierta por muchos, muchos años».
El miércoles miles de personas salieron a las calles de la ciudad de Chilpancingo, en Guerrero, para exigir respuestas sobre los 43 estudiantes. «Decir que han pasado 10 años es fácil, pero caminar, luchar y exigir no lo ha sido. Nos ha costado mucho trabajo, pero aquí estamos, impulsados por el amor que le tenemos a cada uno de nuestros hijos», expresó Cristina Bautista, madre de uno de los desaparecidos, a la agencia de noticias AFP.
Melitón Ortega, otro de los padres, añadió: «Esperamos que la nueva presidenta pueda retomar el caso Ayotzinapa de manera integral, abarcando las líneas de investigación, las extradiciones, nuevas carpetas, detenciones, entre otras cosas», refiriéndose a Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia el próximo 1 de octubre.
La caída de la «verdad histórica»
Los estudiantes desaparecieron entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando se dirigían al municipio de Iguala para tomar un colectivo hacia Ciudad de México y participar en la manifestación anual en conmemoración de la masacre de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco, cometida por militares el 2 de octubre de 1968.
Durante la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se negó cualquier participación de militares en los hechos y se defendió la denominada «verdad histórica», que sostiene que los jóvenes fueron detenidos por policías locales de Iguala, en complicidad con criminales, y entregados al cártel Guerreros Unidos. Según esa versión, los estudiantes habrían sido asesinados y sus cuerpos incinerados en un basural en Cocula.
Mientras tanto, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), cuya participación fue clave para el avance de la investigación, comenzó a trabajar como perito independiente a pedido de los familiares de los desaparecidos. Este equipo, al igual que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar el caso, no coincidió con la «verdad histórica» debido a inconsistencias en la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) y la falta de evidencias que respaldaran esta versión. En 2016, los investigadores de EAAF indicaron que era imposible que un fuego pudiera incinerar completamente a los estudiantes como se afirmaba.
La versión de la PGR se derrumbó definitivamente durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con la identificación de los restos no calcinados de dos víctimas: Christian Alfonso Rodríguez en 2020 y Jhosivani Guerrero de la Cruz en 2021, ambos encontrados en la barranca de la Carnicería, a 800 metros del basural de Cocula. Estas identificaciones se sumaron a la de Alexander Mora Venancio, cuyos restos fueron hallados en el río San Juan en 2014. Hasta ahora, son los únicos tres identificados entre los 43 desaparecidos.
La salida del GIEI
López Obrador creó por decreto una «Comisión para el Acceso a la Verdad», reconoció la responsabilidad de los militares, autorizó la apertura de archivos que revelan su participación en el caso e incluso se llevaron a cabo algunas detenciones. Sin embargo, el GIEI se retiró hace un año del caso Ayotzinapa, tras ocho años de investigación, denunciando obstrucciones significativas en su acceso a información crucial, especialmente la relacionada con el Ejército. En su último informe, manifestaron que hubo un ocultamiento sistemático que ha dificultado el esclarecimiento del paradero de los 43 estudiantes.
Miembros del grupo de expertos, como Carlos Beristáin y Ángela Buitrago, señalaron que la falta de cooperación por parte de las autoridades y el Ejército fue un obstáculo constante. Aunque se lograron algunos avances, como la detención de militares involucrados, insistieron en que no se entregó toda la documentación necesaria para avanzar en la investigación, y que aún queda mucho por hacer para llegar a la verdad sobre las desapariciones.
El presidente saliente defendió el trabajo del gobierno y las Fuerzas Armadas, asegurando que se realizaron esfuerzos significativos para esclarecer el caso. «No hay impunidad y se está actuando. Respeto su punto de vista (del GIEI) pero no lo comparto, porque si se ha avanzado es precisamente por la colaboración de la Marina y Defensa», sostuvo en una de sus ruedas de prensa diaria, tras conocerse el informe.
Próximo gobierno
La próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se reunió en julio por primera vez con las familias de los 43 estudiantes, ocasión en la que la se comprometió a dar seguimiento en la búsqueda de la verdad y la justicia del caso.
Vidulfo Rosales, abogado de las familias de los 43 estudiantes, informó tras el encuentro en el Museo de la Ciudad de México que los padres pidieron a la próxima mandataria que el caso Ayotzinapa ocupe un lugar central en su Gobierno. Ante la prensa, Sheinbaum reafirmó su compromiso, asegurando: «Vamos a seguir trabajando con ellos, vamos a encontrar un método de trabajo que nos permita cumplir con lo que están pidiendo: verdad, justicia y saber dónde están los jóvenes».
Aunque han pasado casi diez años, la determinación de los padres no ha disminuido. Su lucha se mantiene firme, impulsada por la esperanza de que algún día conocerán el destino de sus hijos. A pesar del tiempo y los obstáculos, siguen alzando la voz, recordando al país que la justicia aún está pendiente.
@Página12 // Informe: Axel Schwarzfeld
InternacionalPolítica & Economía Latinoamérica
Los presidentes de Bolivia y Brasil asistirán a la cumbre de los BRICS en octubre en Kazán (Rusia)
El dirigente boliviano, Luis Arce, así como su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, tomarán parte en la XIV Cumbre de los BRICS que se celebrará en octubre en la ciudad rusa de Kazán, informaron a Sputnik los embajadores de los países latinoamericanos en Rusia.
«El presidente de Bolivia fue invitado a la cumbre de los BRICS en Kazán y aceptó con placer esta invitación del presidente [ruso, Vladímir] Putin», aseguró.
Al mismo tiempo, el embajador de Brasil en Rusia, Rodrigo Baena Soares, confirmó la participación de Luiz Inacio Lula da Silva en la cumbre.
«Ahora lo estamos organizando incluso con otros mandatarios que vendrán aquí [a Kazán]. Por supuesto, prepararemos una reunión con el presidente Putin», agregó.
Ambos presidentes planean reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, al margen de ese evento, agregaron los representantes de los países.
Rusia asumió el 1 de enero pasado la presidencia rotatoria del grupo BRICS para 2024, año que empezó con la admisión de nuevos miembros. Además de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, a los que el grupo debe sus siglas, ahora lo integran también Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
Rusia organiza más de 250 eventos en 11 regiones en el marco de su presidencia, incluida la XIV Cumbre de los BRICS que tendrá lugar en la ciudad de Kazán del 22 al 24 de octubre.
Sputnik/
Política & Economía Latinoamérica
A 51 años del golpe de Estado en Chile
El golpe militar Chile que marcó un antes y un después en la política latinoamericana
Un día como hoy, el 11 de septiembre de 1973, Chile sufrió un golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet, el cual puso fin al Gobierno socialista de Salvador Allende y marcó el inicio de 17 años de dictadura.
Tres años antes del fin de su mandato constitucional, el gobierno de Salvador Allende terminó abruptamente el 11 de septiembre de 1973 debido al golpe de Estado del que participaron las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros.
Ese mismo día, después de que el Palacio de La Moneda fuese bombardeado por aviones y tanques, Salvador Allende se suicidó. Tras el fin de su gobierno, el general Augusto Pinochet encabezó una dictadura militar que se extendió por casi 17 años.
Cuando el Palacio de La Moneda estaba rodeada por los militares, a las 10:15, a través de Radio Magallanes —la única favorable al gobierno que aún no era silenciada— Allende emitió su último mensaje a la Nación. “Colocado en el tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo, y les digo que tengan la certeza de que la semilla que entregamos a la conciencia de miles de chilenos, no podrá ser cegada definitivamente… Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas, por donde pasará el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!”, dijo Allende.
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