San JuanPolítica & Economía
Milei y el “kemalismo” argentino
Mustafá Kemal Atatürk, padre de la Turquía moderna.
Tras la caída del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética se creyó que el triunfo de la globalización era inminente y había llegado para quedarse. Esta inevitabilidad fue planteada por Francis Fukuyama en un artículo primero, libro después, llamado “El fin de la Historia y el último hombre”, publicado en 1992, donde dejaba a las claras que en un futuro la mayoría de los países iban a ser democracias en lo político, capitalistas en lo económico y liberales en lo social.
Al año siguiente, en 1993, Samuel Huntington escribió un artículo llamado el “Choque de Civilizaciones”, convertido en libro tres años después, donde aseveraba que no solo que el mundo no iba necesariamente a globalizarse, si no que iba a parcelarse en civilizaciones que se iban a cerrar sobre sí mismas. El debate entre ambas teorías, a la luz de los hechos, aún perdura.
Esas civilizaciones que se iban a cerrar y buscar sobrevivir eran el Occidente (Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá), América Latina (desde México a la Argentina), Japón, el mundo chino, el mundo indio, el mundo islámico (desde el norte de África hasta Indonesia y parte de Filipinas), los países cristianos ortodoxos (con Rusia a la cabeza), el África negra y los países budistas; pero también iban a haber países no pertenecientes a ninguna de ellas, como Haití, el Caribe angloparlante, Etiopía o Israel, que sería una civilización propia pero cercana a Occidente.
Lo que Huntington también planteó, y que actualiza su teoría dándole una mejor vejez que a la de Fukuyama, es que en ese contexto se iban a producir líneas de falla o de fractura donde podrían ocurrir los choques entre las civilizaciones. Esos lugares podrían ser Transilvania (en Rumania), el oeste de Ucrania o el norte de Serbia, que serían regiones que desean estar en el mundo Occidental y no en el mundo Ortodoxo y -salvando lo de Transilvania- acertó con lo del norte de Serbia, donde Croacia y Eslovenia y Bosnia Herzegovina se distanciaron y se acercaron, sobre todo las dos primeras, a Occidente. Así, la Guerra de los Balcanes y la invasión de Rusia a Ucrania estarían ejemplificando sus puntos de vista.
Otros lugares de choque podrían ser el Tíbet o la región del Xinjiang –habitada por musulmanes uigures-, ambas sometidas por el imperialismo chino; o lo que el autor llama “Mexamérica”, que sería la penetración de la inmigración latina en California, Nueva México, Nevada, Texas y Florida, entre otros estados, donde los hispanos podrían generar una línea de ruptura.
Pero lo que también expuso Huntington, y acá ingresa la Argentina, es que los países a lo largo de su historia pueden querer llevar adelante un profundo y radical proceso de transformación política que afecta incluso su cultura, es decir que pueden pretender cambiar de civilización de pertenencia. Ejemplos a lo largo de la historia sobran. Sería la Turquía de Mustafá Kemal “Ataturk”, que decidió modernizarse y volverse un régimen laico después de la desintegración del Imperio Otomano tras su derrota en la Primera Guerra Mundial; o la transformación de la Rusia de Yeltsin que buscó un camino para integrarse a Occidente hasta que Putin arruinó todo con su alocada aventura ucraniana. A este fenómeno de transformación Huntington lo llamó “kemalismo” y explicó que se basaba “en los supuestos de que la modernización es deseable y necesaria, de que la cultura autóctona es incompatible con la modernización, de que dicha cultura autóctona se debe abandonar o abolir, y… de que la sociedad debe occidentalizarse completamente a fin de modernizarse con éxito”.
Así las cosas, la civilización latinoamericana “se podría considerar, o una subcivilización dentro de la civilización occidental”, incluso podría potencialmente convertirse en “un vástago de la civilización europea”, pero también puede no serlo ya que también incorpora “elementos de las civilizaciones americanas indígenas”, y elementos de “una cultura corporativista y autoritaria que Europa tuvo en mucha menor medida y Norteamérica no tuvo en absoluto”, dice Huntington. Además, la existencia de lo que ahora se denominan “relatos” implica que “los mismos latinoamericanos están divididos a la hora de identificarse a sí mismos. Unos dicen: «Sí, somos parte de Occidente». Otros afirman: «No, tenemos nuestra cultura propia y única»”.
Para el autor, por entonces director del famoso Instituto John M. Olin de Estudios Estratégicos dependiente de la Universidad de Harvard, la Argentina se ha decantado como una civilización latinoamericana, no por el proceso de penetración de inmigrantes de sus países vecinos, esencialmente paraguayos, bolivianos y peruanos o por su población de pueblos originarios, sino por haber encarado un acelerado proceso de integración económica con el Mercosur, haber generado una excesiva dependencia con el Brasil y haber resuelto sus problemas limítrofes con Chile recurriendo a un arbitraje, lo que confirmaría su voluntad de integración.
Sin embargo, esta semana ocurrió un hecho que muestra una vez más el deseo de cambio cultural del actual gobierno. Tras el voto argentino en las Naciones Unidas a favor de levantar las sanciones económicas al régimen comunista cubano el presidente dio señales claras acerca de que se está frente a un proceso de “kemalismo” que muchos se niegan a ver o entender. La primera señal fue desplazar a la anterior canciller Diana Mondino, ya que probablemente no le respondía el cuerpo diplomático argentino que, vale aclarar, ha tenido una renovación importante durante el gobierno de Alberto Fernández. La segunda es investigar que sucedió para que no se votara a favor de la permanencia del bloqueo en la más absoluta minoría junto a los Estados Unidos e Israel. Y la tercera, profundizar el choque preexistente contra un cuerpo diplomático, que al parecer contiene grupos disidentes o rebeldes, nichos del gobierno anterior, que no entienden que el nuevo reposicionamiento de la Argentina en el mundo supera la barrera de lo ideológico para convertirse en cultural, en una decisión “kemalista”.
Cuando Mustafá Kemal “Ataturk” llegó al gobierno de Turquía en 1923, llevó adelante profundos y radicales cambios para implementar reformas que sacaran al país del atraso tecnológico y cultural. Chocó con enormes nichos de poder de siglos de duración, lo que no le impidió “europeizar” al país; imponer un alfabeto latino modificado que reemplace al árabe; secularizar a la sociedad aboliendo el califato y cerrando los centros o escuelas teológicas islámicas conocidas como madrazas; darle el voto a la mujer en 1930, que incluso pudieron ser elegidas para cargos públicos antes que en muchos países occidentales; y hasta eliminó un símbolo nacional como el fez, vistiéndose siempre como un europeo.
Su gobierno duró quince años, hasta 1938, lo suficiente para que los cambios fueran irreversibles por muchos tiempo. Tuvo que llegar 65 años después un Recep Tayyip Erdogan, primero en 2003 como primer ministro y luego, desde 2014, como presidente, para dar marcha atrás y buscar imponer un populismo neo-otomanista.
Salvando las diferencias históricas y culturales, y parafraseando a Huntington, podríamos preguntarnos cuál será el éxito del “kemalismo” de Milei ¿podrá romper culturalmente con la “pertenencia latinoamericana” y adherirse a la “civilización Occidental” como pretende? ¿Podrá romper el relato de la pertenencia de la Argentina a la Patria Grande americana? Y lo más difícil ¿Podrá ser el Ataturk local? Por lo pronto, tras lo visto con el voto en las Naciones Unidas, está planteada la resistencia.
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San JuanPolítica & Economía
“Ya tenemos un plan para mejorar el hospital de Caucete”
Luego de que la intendenta de Caucete, Romina Rosas, denunciara que en el hospital Cesar Aguilar faltan servicios esenciales e incluso medicamentos, el ministro de Salud Pública, Amilcar Dobladez, salió a contestar esas acusaciones y confirmó que ya comenzaron a implementar un plan de mejoras en ese centro de salud.
En su momento, la jefa comunal compartió un comunicado en el que refiere a “la crítica situación que atraviesa el hospital, donde la falta de servicios esenciales como radiografías, insumos de laboratorio, medicamentos y ecografías, junto con el retiro de profesionales, afecta gravemente la atención a los vecinos. Además, la carencia de internet y la falta de aire acondicionado en la mayoría de los servicios agrava la operatividad del hospital”.
Ante esto, el ministro fue consultado al respecto por DIARIO HUARPE, y expresó: “Que tenemos problemas en Salud y su atención, no es una novedad. Sería un necio si dijera que no hay problemas a solucionar o mejoras a generar”.
En este sentido, Dobladez explicó que ese nosocomio tiene una estructura edilicia muy antigua y descuidada, asegurando que en los últimos 15 años no hubo tareas de mejoras o refacciones, y que el centro de salud tampoco recibió un mantenimiento acorde.
“Nos encontramos con una sala de rayos X con un equipo obsoleto que se terminó de romper, por lo cual el Ministerio adquirió aparatología digital para radiología, incluyendo un mimógrafo que hacía tres años que en ese hospital no había”, enfatizó.
Asimismo, el funcionario explicó que para instalar esos aparatos se requiere de diversas obras de infraestructura que ya han comenzado a realizar. “Nosotros ya tenemos un plan para mejorar el hospital de Caucete”, sentenció.
DH
San JuanSociedad Actualidad
Circunvalación sustentable: cómo avanza la transformación a energía solar de la estratégica avenida
El sistema permitirá iluminar la avenida con paneles solares y será un hito en el país en utilización de energía sustentable.
En agosto, se anunció la transformación energética de la avenida de Circunvalación, convirtiéndose en la primera ruta nacional 100% renovable del país, gracias a la instalación de 36 sistemas solares de 5kW, cada uno. Estos sistemas cubrirán el 100% de la demanda de energía utilizada para iluminar la ruta y de acuerdo a los plazos previstos, se espera llegar al objetivo para 2025.
Cada sistema consta de 10 paneles solares en un monoposte metálico orientado hacia el norte y con su uso, el Gobierno destacó que se logrará un ahorro estimado por año ronda los 30.000 USD y además, se posicionará el perfil de la provincia como referente de energías sustentables. José María Ginestar, director de Recursos Energéticos, destacó a Diario La Provincia SJ que «se hizo una primera licitación para la compra de los paneles y en poco tiempo más, llegarán a San Juan. Con ello, se dio un gran avance en la primera etapa y se viene la segunda, que tiene mayores permisos».
En ello, recordó que Vialidad Nacional tiene autoridad en la avenida que es Ruta Nacional A014 y en ello, se avanzará en «la instalación de postes que en su parte superior tienen la estructura, realizada por metalúrgicas, para sostener el sistema de paneles. Esa es una nueva licitación que está pendiente», dijo.
El EPSE está a cargo de toda la operatoria técnica de esta obra y ahora, se espera agilizar trabajos tras el traspaso del mantenimiento de la avenida a la provincia. «Creemos que pronto podremos licitar la parte metalúrgica entre empresas de San Juan. Luego de ello, se viene la parte más ágil en la instalación y esperamos cumplir con los plazos para inicios del 2025», destacó.
Una propuesta virtuosa
DiarioLaProvinciaSJ
Leandro Ortega, un estudiante de 6to grado de la escuela “Dr. Antonino Aberastain”, de Pocito, fue reconocido por la Fundación Leer con el “Premio al Chico Más Lector”, como representante de San Juan. Se trata de un concurso de carácter nacional que destaca a los jóvenes en cada de una de las provincias. Leandro visitó a la ministra de Educación, Silvia Fuentes, quien se mostró emocionada y orgullosa por el trabajo del alumno y sus docentes, compartiendo un momento de charla y lectura.
Con apenas 11 años, Leandro leyó 153 libros en tan solo 32 días, dedicando más de 47 horas a sumergirse en las historias de esos textos. Para este logro se conjugaron el trabajo entre Leandro, su maestra Valeria Díaz y la plataforma de lectura de la Fundación Leer. La docente, en el marco del Plan Jurisdiccional de Alfabetización “Comprendo y Aprendo”, implementó esta herramienta digital que permitió a los alumnos de sexto grado de esa escuela acceder a una amplia biblioteca virtual con más de 200 libros.
La plataforma ofrece una experiencia de lectura interactiva y divertida, ya que los niños pueden realizar juegos y actividades relacionadas con los libros que leen, como crucigramas, sopas de letras y rompecabezas. Además, el sistema lleva un registro detallado de las horas de lectura y la cantidad de libros leídos por cada estudiante, generando un ranking que fomenta la competencia sana y el deseo de superación.
«Me emociona ver un libro que es nuevo y me da curiosidad por leerlo. Y después de leerlo, trato de hacer la mayor cantidad de juegos. Mi libro favorito es El loro pelado, de Horacio Quiroga”, dijo Leandro.
La ministra de Educación, Silvia Fuentes, felicitó a Leandro, quien le leyó un texto. «Es un orgullo contar con jóvenes lectores como Leandro. Su pasión por los libros es maravillosa», indicó.
De acuerdo a la Fundación Leer, esta fue la cuarta edición del concurso y desde que comenzó participaron 184.488 niños y niñas que acumulan 812.283 libros leídos y 133.547 horas de lectura.
SISJ/
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