Miles de personas junto a las organizaciones de la diversidad sexual comenzaron a marchar hoy por la Avenida de Mayo, en el centro porteño, en la 30ª edición de la Marcha del Orgullo y luego de la pausa que el año pasado impuso por primera vez la pandemia de coronavirus.
«Nosotres vivimos la marcha con mucho trabajo preparando todo desde muy temprano, es muy especial poder volver a reencontrarnos porque esta fiesta reivindica nuestros derechos y hace que nos encontremos para seguir conquistando nuevos derechos. Siempre es importante la visibilidad como herramienta política para todes las que no pueden hacerlo, que sepan que nosotres estamos acá visibles para ellos», le dijo a Télam Josefina Troilo de La Fulana, una de las organizaciones convocantes.
Como todos los años, la marcha unirá la Plaza de Mayo con el Congreso de la Nación, y aunque este año la comunidad tuvo grandes avances en materia de derechos -el cupo nacional trans, el DNI no binario y el aborto legal- esta vez el reclamo estará centrado en la Ley Integral Trans, que busca llevar protección a la población más golpeada, sobre todo durante la pandemia.
Marcela Monrroy, integrante de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), señaló que «la marcha también tiene que ver con un reclamo de más derechos, con los reclamos que todavía quedaron pendientes a pesar del avance que se ha logrado».
En ese sentido, agregó que «esta marcha es particular porque durante la pandemia las personas trans fuimos las que más sufrimos en carne propia los problemas, tanto a nivel de salud por el poco acceso que las personas trans tienen al sistema, y más que nada por el aspecto económico porque las personas trans fueron expulsadas de los lugares donde vivían porque no podían pagar un alquiler, entre otras problemáticas que nos trajo la pandemia».
La jornada comenzó a las 11 con la Feria del Orgullo en Plaza de Mayo desde donde partieron los manifestantes para llegar al acto central frente al Congreso.
El regreso de la bandera
«Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad, libertad a los presos políticos» era la consigna de la bandera que el Frente de Liberación Homosexual (FLH) llevó a la Plaza de Mayo por primera vez en 1973, y que este sábado volvió a flamear en ese lugar en manos de uno de aquellos jóvenes que participó de una nueva edición de la Marcha del Orgullo.
La Fundación Igualdad eligió participar de la edición 2021 de la Marcha del Orgullo conmemorando el 50 aniversario de la fundación del FLH y reivindicando la figura de César Cigliutti, histórico dirigente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) que murió en agosto de 2020.
En el marco de la fiesta que se desarrollaba en la Plaza de Mayo, los militantes de la Fundación Igualdad pintaron sobre la calzada los rostros de Cigliutti y de Carlos Jáuregui, y organizaron una suelta de globos multicolores en el momento en el que la histórica bandera del FLH fue desplegada por activistas históricos como Jorge Giacosa e Ilse Fuskova.
Jorge Giacosa, que tenía 25 años en 1973 cuando el FLH fue con su propia bandera a la Plaza de Mayo, dijo a Télam que «jamás, ni en mis fantasías más locas, me hubiese podido imaginar jornadas como esta, esto es una gloria que no puedo explicar cuánto disfruto; la otra vez le mandé a un compañero del FLH que ahora vive en España una foto que me saqué fumando un porro frente a la Catedral y los dos nos sorprendíamos de cuantas cosas cambiaron desde aquella época».
«Nuestra pelea en ese momento estaba centrada casi exclusivamente en la derogación de los edictos policiales que le cagaron la vida a tanta gente porque la policía tenía el derecho a meterte en cana sin pasar por ningún juez ni nada; los edictos esos eran una cosa fatal y hay que pensar que nosotros vinimos por primera vez con nuestra pancarta 1973 y los edictos se terminaron derogando en 1996 más de veinte años después», recordó.
Giacosa añadió que «después de aquel momento que vinimos con la bandera a la plaza vino el proceso y no se podía hacer nada, y cuando volvió la democracia estábamos muy metidos con el tema del VIH como pasó en todo el mundo; y como en todo el mundo fueron las organizaciones gay de liberación las que empezaron a volcar su esfuerzo solidario a la propia comunidad y a quien lo necesitase».
«El primer folleto en castellano explicando cómo se usaba un forro lo había editado la CHA a fines de los 80», ejemplificó.
El activista subrayó: «cuando vino el kirchnerismo nos devolvió la fuerza de la política, viniendo de donde yo vengo esto me conmueve inconmensurablemente, cosas como el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género que es una gloria aprobada casi por unanimidad nos cambiaron la vida».
«Yo me casé porque ahora lo revolucionario es casarse aunque nosotros en aquella época mirábamos con desprecio a la institución familiar, pero entendimos que le da un marco legal a situaciones en las que en los 80 veíamos con el VIH como había parejas en las que uno cuidaba al otro hasta el último momento y cuando uno moría venía la familia que no le hablaba cambiaba las llaves y dejaba al amor de su vida en la calle», agregó.
«Todos hemos aprendido mucho en todos estos años, recuerdo que en aquella época los jóvenes de la Juventud Peronista cantaban lo de ‘no somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FARP y Montoneros’ y pasó mucha agua debajo del puente; en la gestión de Cristina en 2013 se organiza un homenaje al FLH y las organizaciones herederas de aquella Juventud Peronista de 1973 una a una nos pidieron disculpas por ese cantito de ‘no somos putos’ que nos dejaba afuera de la lucha», completó Giacosa.
Pedro Sottile, dirigente de la Fundación Igualdad, dijo a Télam «para nosotros la memoria LGBTIQ+ es un legado histórico, es una obligación como organización de derechos humanos y como activista este reconocimiento a los 50 años de la fundación del FLH en la línea de la memoria, la verdad y la justicia».
«Hoy levantamos la misma consigna que 48 años atrás junto a Jorge e Ilse como mensaje de orgullo, resistencia, lucha y revolución», agregó.
Sottile destacó: «la verdad que lo hermoso del movimiento es como la diversidad comenzó a marcar un camino desde momentos muy terribles había que luchar por cosas muy básicas como no ir preso por ser diferentes que es lo que pasaba en la dictadura y durante varios años después».
«Esta es la primera marcha sin César Cigliutti, que nos dejó un legado tan grande como el de Carlos Jáuregui, para mí César era como una hermana y creo que esta edición de la marcha también es por él que fue un gran referente histórico; una de las cosas que falta es que se reforme la ley antidiscriminatoria que hoy todavía no incluye la identidad de género y en esa modificación también vamos a pedir que lleve el nombre de César Cigliutti», aseguró.
/Télam.