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Sociedad Relatos de Vida

Sofía: La fuerza empática de una mujer sanjuanina la llevó a convertirse en remisera y modelo activista.

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Ahora San Juan tuvo la oportunidad de conocer a Sofía Varela. Sin duda una mujer que no se conforma con lo que la sociedad impone. Su sentimiento de empatia y sororidad que la lleva a arremangarse por causas que, junto a su entorno, le parecen injustas. Ella aporta su “granito de arena” para cambiarlo. Remisera, modelo activista de Proyecto Plus, madre, estudiante: una mujer empoderada y polifacética.

Sofia Varela, tambíen conocida como Pía, madre de tres hijos (4 años, 6 años y 8 años). Antes de convertirse en remisera era ama de casa y estudiante, aún continua estudiando la carrera de Auxiliar de Farmacia y Administración Médica. Sofía confiesa que le “gusta mucho manejar, siempre he sido la remisera de mis amigos” además de la clara necesidad de trabajar para tener un ingreso económico.

Un día del amigo, en una charla con sus seres queridos, surgió esta idea de unir lo que le gusta con la posibilidad de poder generar ingresos. “La idea surgió por una amiga. Estabamos para el día del amigo festejando y comentándoles sobre mi necesidad de trabajo y un amigo me tiró la idea” recuerda de aquel 20 de julio donde una puerta se abrió. “A mi me gusta mucho manejar y siempre los estoy llevando a todos a todos lados”, dice como repitiendo el dialogo en aquel festejo. Entonces su amigo dijo “¿por qué no sacas el carnet profesional y trabajar de remisera?”. Dicho y hecho.

“Pía” además de ser remisera es madre, como ya se mencionó, lo que eso significa que su día debe organizarse en una multiplicidad de tareas. “A la mañana me organizo con una niñera. Además, mi familia me da una mano en los horarios que la niñera no está”, las redes de contención son un gran sosten para las mujeres emprendedoras.

Los horarios de trabajo con super extensos, 12 horas .“Generalmente trabajo de 6 de la mañana a 6 de la tarde. Mis hijos van a la siesta, entonces hay veces que a la salida me da una mano la familia”, dice como ocasión precisa donde la red familiar viene a sostener a la familia de Sofía.

Sofia también es modelo activista del Proyecto Plus, cuyo director es el fotógrafo Gonzalo Mendoza y la modelo Celina Dahiana, de los cuales es amiga desde el secundario. Para promover la Ley de Talles, ya sancionada y en aplicación, se realiza un desfile con el fin de concientizar y promover el cumplimiento de esta ley.

Pedí unirme en este desfile porque el proyecto siempre me interesó. Siempre fui rellenita y nunca me interesó ser flaca, siempre me amé como soy (…) Jamas escondi mis rollitos, nunca hice dietas exigentes”, afirma Sofía.

El Proyecto Plus está increible para que las chicas empiecen a visualizar los cuerpos reales. Tenemos estrías, tenemos celulitis. No tenemos los cuerpos de las modelos de las revistas que te venden, todo photoshopeados, y que hay que amarse tal cual uno es. Tenemos que cuidarnos”, reflexiona la activista de cuerpos reales.

Retomando con su rol de remisera, ASJ preguntó : ¿Qué crees que busca la pasajera cuando te busca específicamente a vos?

S.V.: “La pasajera que me busca necesita la tranquilidad, confianza, empatía y la seguridad que va a llegar bien a su destino. Todas las chicas me han expresado eso, de querer salir tranquilas. Me tocó trabajar el viernes a la noche , primer día que trabajo en la noche y todas eran mujeres cn viajes ya pactados desde la tarde del día anterior, y todas me dicen lo mismo: ‘siento que te mandó Dios, porque tenía mucho miedo de manejarme en la calle sola, tengo miedo de subirme a un remis sola, cuando salgo a bailar o voy a una reunión de amigas; tengo miedo de volver a mi casa porque sé que he tomado y tengo miedo que se quieran sobrepasar’.

Fue el primer viernes que trabajé y tuve muy buenas respuestas de todas las chicas que me llamaron. El sábado no trabajé pero el teléfono no paraba de sonar de todas las chicas que necesitaban que las buscara.

Lo real es que trabajar de noche no era mi intención pero me pongo en sororidad con las chicas que salen y si puedo trabajar lo haré. Así, con viajes de puerta a puerta con chicas que me localizan por privado y también ellas me dan la seguridad de saber que yo también voy a estar tranquila. Yo al manejar también me expongo a situaciones que no quiero vivir, como situaciones de machismo, comentarios inapropiados.

Por estos motivos trabajo con mujeres, las entiendo porque soy mujer y mamá, entonces comprendo a las madres que me piden que lleve a sus hijos a la escuela”

Una respuesta más que sentida y con la que muchas lectoras seguramente sentirán identificadas.

“Me gusta el contacto con la gente, con otras mujeres, el poder charlar y contarnos experiencias, de darnos apoyo”, es que el remis de Sofía, casi como en una pelicula, genera ese espacio íntimo de escucha. En especial al generar un ambiente relajado y de calma, donde sólo queda esperar con seguridad a destino.

La decisión de ser remisera, estar arriba del motor, sin duda es algo que viene en la sangre de Sofía. “Vengo de una familia que corría autos de carrera, me crié entre autos. Mi abuelo era mecánico y cuando era chica siempre le pedía a mi abuelo que me enseñara a arreglar motores”, recuerda. “Creo que soy una corredora frustrada”, dice entre risas. Su abuelo. Julio Varela, falleció pero dejo intacta la pasión por los autos, pasión que hoy es el sustento de la familia.

Sofia en su remis.

Sociedad Relatos de Vida

“Quiero el mañana necesito el mañana”, tiene como lema la sanjuanina Daniela Massud.

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Ahora San Juan entrevistó a una mujer que hace honor al 8M, habiendo superado sus límites personales, desafiando sus miedos para alcanzar cada meta y proyecto enfocada en el futuro. Ella es Daniela Massud Picón, nació en Capital y hoy vive en Córdoba, su valor principal es la lealtad y la entrega incondicional, principalmente hacia sus amigos y familia. “Lo que más extraño de San Juan son las amistades con las que mantengo el contacto pese a la distancia”, afirmó. Y luego agregó: “Ese aroma de los arboles, el cielo estrellado. La comida casera, las famosas semitas. Se me hace agua la boca de pensar en ellas”. Más allá de la frase elegida como lema, ella aprovecha al máximo su presente y vive cada día como si fuese el último. Cursos, salidas con amigos, bares, teatros, trekking, herrería, maratones, grafología, animales, educación canina, naturaleza, taller de árabe, pintura, Seguridad Comunitaria. Están en su listado de vida que aún no acaba.

Cada 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer (“trabajadora”, como antiguamente se especificaba, debido a la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre), hoy aún con todos los avances llevados a cabo, se mantiene el objetivo de la reivindicación de los derechos de las mujeres en varios ámbitos. Es por esto que dejamos la historia de una mujer fuerte y comprometida en su camino a la felicidad. Acostumbrada a levantarse temprano, ducharse, tomar su cafecito sagrado de las mañanas escuchando la radio, para luego salir rápido a trabajar. Esta sanjuanina, que vivió en Buenos Aires y ahora en Córdoba, con descendencia siria por su lado paterno; no desperdicia su tiempo en nada que la aleje de cosas que le transmitan sosiego y bienestar. “Al volver a casa, tomo un baño, me relajo, veo tele, escucho música y ceno tranquila en compañía de mi gatita negrita“, relató. Aunque esto es sólo una partecita de su vida.

Nuestra provincia guarda relatos de vida que no siempre son contados, en este caso Ahora San Juan conversó con Daniela, quien una vez fue una niña cargada de ilusiones que hasta hoy que es adulta lleva en su corazón. Dulce, soñadora, aplicada y sincera. Una tarea que me apasiona en la actualidad es escuchar y ayudar a la gente, me hace sentir bien y me ayuda en lo personal, me fortalece“, reveló. En su pasado imaginaba llegar a ser reconocida en el mundo de la danza y bailar en el Teatro Colón, esta disciplina marcó su infancia y adolescencia. “Con poco hacíamos mucho, tuve una infancia hermosa donde podía ser yo en mi máxima expresión, descubriendo mis sentimientos a través de la danza y creando un mundo de ensueño“, detalló. En sus rutinas, aclaró: “Me gusta dedicar un tiempo para mí, hacer terapia, salir a caminar, escuchar el ruido del agua“.

Con su gatita

Además, contó que el mate y el café son sus aperitivos preferidos y muchas veces la mejor opción para los días nublados o de lluvia que son los que más le gustan. Nostálgica con sus épocas de bailarina clásica, comentó que recuerda cuando llegaban los festivales y trabajaban todo el año para organizarlos. “Te llenaba el alma el reconocimiento al esfuerzo, era muy emocionante”, resaltó. En ese entonces, según advirtió, bajaba unas escaleras para llegar al estudio, rodeado de espejos, donde la esperaba la directora y profesora que marcaba el ritmo con su bastón. “Esa exigencia llevaba a que nos esforzáramos más y pudiéramos brillar”, exclamó. En la actualidad, hace actividades muy diferentes, y ese anhelo quedó en una aspiración que le hubiese encantado podido completar y no consiguió hacerlo, aunque representa un bonito recuerdo. “Quería interpretar el Lago de los Cisnes. Recreaba en mi mente esos escenarios, las luces, los telones, los aplausos“, apuntó.

Proyecto de vida más importante para Daniela: ser mamá. Nuestra protagonista señaló que éste fue el que más recelo le generó y que siente que ya lo completó al ver a su hija Sofía recibida de algo que le apasiona, enfocada en sus metas. “La responsabilidad de traer una vida al mundo, saber si la voy a poder guiar y encaminar, eso significó un desafío muy grande”, manifestó.

Su versión perrera, que si bien siempre llevó consigo, salió a relucir sus aptitudes en los últimos años. Gracias a mi ahijada que me llevó a incursionar en el mundo canino, es que logré conectar con ellos. Algo que siempre quise, hacer un equipo con ellos y ver resultados. Entendernos a través de la mirada, es muy interesante y hoy es mi pasión“. En este sentido, destacó que quisiera a futuro trabajar con búsqueda y rescate de perros: “necesito organizarme para conseguirlo, pero me gustaría integrar una organización de rescatistas, algo por el estilo. Aunque no se si lo consiga por mi edad”. Daniela parece olvidar que si se lo propone ella es capaz de lograr eso y mucho más.

Corazón aventurero. Es el que atesora nuestra entrevistada y que deja al descubierto al enumerar todas las cosas que ansía hacer de ahora en adelante: “Viajar, conocer otras culturas, relacionarme con otras personas, disfrutar de un amanecer, de la playa, la montaña, el mar, donde sea, pero disfrutar de cosas simples”.

Agenda de guerrera: Entró a las fuerzas policiales de la provincia de Córdoba habiendo sobrepasado los límites de edad establecidos (lo cual no fue un impedimiento en su rendimiento). “Fue un desafío creer en mis capacidades. Hice cosas que pensé que no conseguiría, resolví situaciones en la calle con hechos de violencia por ejemplo“, indicó. Un dato a destacar acá, es que ella anteriormente tenía miedo a las armas de fuego. Esto le significó un reto para pasar, y así llegar a ser policía: “saber manejar un arma fue algo que no imaginé. Me creía débil, hasta que me di cuenta que tengo un gran potencial para explorar“.

Daniela, tiempo atrás no conocía sus fortalezas, pero explicó que a partir de lo vivido, entendió que dentro suyo había una mujer fuerte esperando salir. “Y provengo de familia de mujeres fuertes, lo cual me enorgullece y por lo que siempre estaré agradecida“, remarcó. Entre sus principales actividades además de su trabajo están: juntadas familiares y con amigos, salidas y paseos diurnos y nocturnos como ir a bares a tomar una cerveza con alguien querido, y a ver obras de teatro, hizo un curso de herrería para mujeres, le gusta el trekking, todo lo relacionado a los animales (tiene diversos cursos de entrenamientos caninos), preparó a la perrita de su hija en detección, a corrido maratones, hizo un taller de árabe en la Sociedad Musulmana, aprendió sobre artes y pintura (hizo unos cuadros maravillosos), a tocar la armónica, aprendió a conducir de adulta y aún trabaja con su confianza para hacerlo. Además, no dejó nunca de estudiar para ascender en su carrera de Técnica en Seguridad Comunitaria y estudió grafología aunque no alcanzó a terminarlo. Cuando ella se encontró sin trabajo, nada le impidió superar los obstáculos, salió a vender maicenitas e incursionó en trabajos de ventas en diversas áreas. Hoy está con ánimos de dar vuelta otra vez la página, y encarar nuevas aventuras.

Sus lugares favoritos son Buenos Aires, caminar por las calles de Palermo, Carlos Paz de Córdoba, y donde haya espacios verdes, con río o mar para conectar con la naturaleza: “Me energiza y carga las pilas”. Y añadió: “Me gusta visitar la tumba de mi viejo y rezarle, de San Juan un lugar hermoso es el dique de Ullum, además de ir a ver amigas”. Una de las cosas que comentó que haría si fuera a nuestras tierras, “es ir a tomar un cafecito en una confitería que había frente a la plaza 25 de mayo“. “En mi adolescencia nos juntábamos ahí“, detalló. Si bien Buenos Aires es la provincia que más marcó su historia. San Juan ocupa un lugar en su memoria y guarda recuerdos hermosos de allá también.

Sus comidas de cabecera son las empanadas y ñoquis de su mamá y sus pilares de vida son: su hija, madre y hermanos.

Momentos de quiebre. A esta mujer resiliente y paciente, que supo esperar a que las tormentas pasaran, le tocó atravesar todo junto. Se separó, quedó sin trabajó y su papá enfermó y falleció (con quien mantenía una relación compleja que pudo mejorar tiempo antes de que partiera). “Fue fuerte porque estaba atravesando el duelo de la separación, sin trabajo y a esto se sumó lo de mi viejo. Pero su adiós me hizo más fuerte, y tenía que ser fuerte, no tenía opción. Porque debía tomar decisiones rápidas para darle un futuro a mi hija. La manera por la que pude salir adelante fue por el apoyo de mi mamá y mi familia, más hacer terapia, pedir ayuda, poder entenderme, transitar y abrazar el dolor“, confesó.

Recuerdos que no voy a borrar…, como dice la canción. El amor de su abuela cuando la visitaba, vivencias de FASTA, la primaria. A lo que sumó: “En la juventud la aventura de irme a vivir a Buenos Aires. En la actualidad, generé un nuevo recuerdo que será haber hecho una carrera policial, de técnica en seguridad. Mirar para atrás y ver todo lo realizado, enamorada de mi hija que está encaminada hacia sus sueños. Hoy digo que mi mejor momento es ver los logros de mi hija”.

Entre las mujeres de su familia que ella siente que marcaron historia, está su bisabuela que escapó de Siria con el amor de su vida, con los peligros implicados en esos momentos. Y agregó: “Mi abuela paterna, que superó pruebas difíciles de su vida como la pérdida de su primera hija, mi vieja que fue superando varios golpes duros de la vida como quedar viuda jovencita, perder a su mamá, luchándola con sus dos hijos, uno chiquito y otra en camino. Agradezco toda la vida a mi generación de sangre por lo que soy”.

Su mamá Juana Antonia.

Para cerrar dio su visión respecto a los cambios positivos que alcanzó la mujer: “La libertad de decidir, elegir y poder hacer. Y así romper con toda una generación machista. Algo que de a poco se va logrando. Más allá de que tengo mis diferencias con muchas cosas de la ideología feminista en sí, creo en la igualdad. En mi caso, me siento en el límite entre las generaciones pasadas y la moderna. Para mí la mujer hace cosas que el hombre no lo entendería, y también pienso que hay cosas que las mujeres no podemos hacer por el mismo hecho de ser mujer“. Aunque aclaró: “Pienso que hay que tener marcada la diferencia, y a través de la femeneidad decir sí puedo hacerlo, sin pasarse de la raya por así decir“.

Una de sus frases es: “Quiero el mañana, necesito el mañana“, la sacó de una canción y la lleva como lema. Un consejo que deja para las mujeres sanjuaninas: “Que sean ellas mismas sin ver el afuera, que se preocupen por conocerse, pelear por sus sueños, y no bajar los brazos. Como decia mi viejo: ‘Tenes que lucharla nena’, y es así, después todo tiene sus frutos. Que hagan todo con pasión, permitiéndose equivocarse y siendo sinceras con ellas mismas, pase lo que pase que le den para adelante”.

/ Fotos cortesía de la entrevistada

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Sociedad Relatos de Vida

“Si te duele no es normal”: La historia de vida de una sanjuanina con endometriosis.

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El 14 de marzo fue declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el “Día Mundial de la Endometriosis”, es por ello que el mes de marzo es conocido como el mes amarillo, color de referencia internacional establecido para visibilizar la realidad de las personas menstruantes que atraviesan esta enfermedad. “Si te duele no es normal” advierte Claudia.

La endometriosis se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina como, por ejemplo, en el pélvico y los ovarios. En Argentina, si bien no existen datos oficiales, se estima que existen alrededor de 1.000.000 de mujeres afectadas-diagnosticadas.

Si bien es la segunda patología ginecológica más frecuente del mundo se encuentra subdiagnosticada. Ello se debe a la falta de información respecto a la enfermedad, el escaso personal de salud preparado para detectar la enfermedad, la dificultad de detectarla en el examen pélvico, las dificultades de acceso a la salud de las mujeres con mayor vulnerabilidad y, en especial, la falsa concepción pública en relación a que el dolor en la menstruación es normal.

Ahora San Juan conoció a Claudia, una sanjuanina que vive con endometriosis y que día a día lucha para concientizar a la sociedad sobre esta enfermedad.

Desde el primer periodo sufrí muchísimo” recuerda Claudia y explica que “desde niña yo hacia mucho deporte y los momentos en que tenia el periodo menstrual siempre me tenia que quedar en mi casa, en la cama, mi mamá me cuidaba, me daba buscapina para calmar los dolores pero aun así seguían”.

“A los 15 años me diagnosticaron apéndice, que es uno de los síntomas que siempre pero siempre asimilan con los dolores de la endometriosis” comenta Claudia y enumera “Apéndice, vesícula, gastroenteritis, etc siempre me lo asimilaban con eso y nunca me supieron decir que tenia esta enfermedad“.

“Me dieron una dieta y también medicación para poder calmar los dolores menstruales que tenia todos los meses” dice Claudia y empieza a repasar todos los tratamientos por los que pasó para calmar sus dolores.

Empecé con las anticonceptivas y me hacían peor, pase de marca en marca durante muchísimos años. Creo que he probado todas las marcas que hay, todas me descomponían, me daban dolor de cabeza, me generaban mucha migraña” explica Claudia y agrega que “el médico me dijo que también estaba el parche y lo probé pero aun así seguía igual”.

“Después use las inyectables y eso me controló un poco lo que era el sangrado pero los dolores no, los dolores seguían“, remarca Claudia.

“Después de todos esos años con muchísimo dolores, recién hace 5 años que fui diagnosticada con esta enfermedad” comenta Claudia.

“El día que me dieron el diagnóstico no me lo tome tan mal porque pensé que era una enfermedad que se iba con medicación” recuerda Claudia y continúa “en ese momento no tomé consciencia, pensé que es algo natural, algo que nos pasa a las mujeres y ya está

El médico no me explicó bien que era y después a las dos semanas vi en Facebook una publicación de un grupo de “Endometriosis en San Juan”, hablé con una de las chicas y me informó sobre esta enfermedad. Recién ahí caí”, explica Claudia y remarca que “Si te duele no es normal”

“Sentí mucho miedo porque no sabía si iba a poder sobrellevar la enfermedad, fue muy duro” reconocer Claudia y agrega que “Al día de hoy la sigo luchando, la lucho todos los días porque son dolores muy fuertes y es muy feo no poder encontrar una solución. Es muy duro sobrellevar esta enfermedad“.

Vivir con esta enfermedad es muy difícil porque afecta la parte del útero, afecta la parte digestiva, tenes que cuidarte con las comidas, y también te afecta psicológicamente, porque no entendes el motivo y no sabes que hacer para poder calmar estos dolores”.

Ley de endometriosis en San Juan.

En San Juan, un grupo de mujeres que sufre endometriosis se unieron y crearon un grupo con el cual buscan concientizar, informar y asesorar sobre esta enfermedad. En noviembre de 2020, lograron que la legislatura provincial apruebe el Día de la Endometriosis en San Juan y ahora buscan aprobar la Ley de Endometriosis.

Claudia es integrante de dicho grupo y explica a Ahora San Juan sobre la importancia de conseguir la Ley de Endometriosis.

“Lo que nosotras estamos solicitando es que la endometriosis sea reconocida como enfermedad crónica y que sea ingresada en el PMO (Programa Médico Obligatorio) y que tengamos atención tanto en lo público como en lo privado”.

“Necesitamos que las obras sociales cubran al 100 % la medicación, tanto las pastillas hormonales como el DIU y las operaciones. Son los tres tratamientos que nosotras tenemos” detalla Claudia y continúa “necesitamos que cubran las consultas de diferentes especialidades de los médicos”.

También luchamos para que en la parte pública haya medicación, que tengan el DIU y que tengamos atención con los médicos porque muchas veces nos cuesta conseguir los turnos” reclama Claudia y agrega que “las mujeres que están en los departamentos alejados tengan traslados hacia la ciudad para que tengan una buena atención y que sean atendidas por los especialistas que tenemos en San Juan”.

“En estos momentos contamos con dos especialistas así que también estamos solicitando que haya mas ginecólogos que sepan sobre esta enfermedad y que en las diferentes especialidades también sepan de esta enfermedad, porque esta enfermedad no solo queda en la parte uterina sino que avanza y necesitamos que tanto nutricionistas, endocrinólogo, gastroenterólogo, psicólogos, psiquiatra, el área de fertilidad, etc, sepan de esta enfermedad” detalla Claudia.

“Son muchos los médicos que nosotras vamos visitando porque esta enfermedad avanza y despierta muchas otras enfermedades” finaliza Claudia.

/Imagen dentro de Texto: Cortesía de Claudia/

/Imagen principal: Archivo/

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Finalmente, el regalo de Susana Sandez llegó: “Estoy súper feliz”.

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Hace dos meses Susana publicó sobre la búsqueda de su familia biológica, lo cual pidió como regalo hacia el inicio del 2023. Tiene 62 años, nació en San Juan un 13 de enero de 1960 a las 18:00 horas, en el Hospital Rawson y no sabía nada más aparte de que su madre habría sido una mujer jovencita de Valle Fértil, vive en Mendoza y desde allá se dedicó a investigar sobre sus orígenes mediante las redes sociales. Publicó en grupos de Facebook, salió su nota en Ahora San Juan y ahora nos compartió las buenas nuevas: “Recibí un mensaje privado de un señor que me contactó con su suegra, quien estaba en la misma búsqueda y tenía mis mismos rasgos”. Y resaltó: “Nos abrazamos y lloramos de alegría”.

La historia de Olga Susana Sandez tuvo un final feliz, aunque todavía no se confirmó nada mediante ADN, hay una gran probabilidad de que haya dado con su hermana biológica. En conversación con Ahora San Juan, la protagonista de esta historia que hace poco tiempo publicó en redes sociales la búsqueda de su familia y que la compartió con nosotros, ahora recibió unas palabras que trajeron alegría a su corazón. Contó que hace unas semanas recibió un mensaje privado de Facebook de un hombre que le comentó que su suegra estaba en la misma búsqueda, y que además, ella se le parecía. Se pasaron los números de teléfono y se mensajearon, este señor llamado Rubén le pasó el contacto de Elisa (quien sería su hermana) y su marido Omar. La mujer del matrimonio oriundo de Rivadavia, comparte la historia de ser adoptada: “Su mamá biológica, según le dijeron, era muy jovencita y venía de Valle Fértil”.

El encuentro de estas dos hermanas separadas y reunidas también por la vida, se llevó a cabo en Mendoza, ya que Elisa viajó a la casa de Susana, donde según mencionó, se abrazaron y lloraron de alegría.Luego volvimos a San Juan y pasamos momentos inolvidables, nos reunimos en familia con sus tres hijos hermosos (uno militar, otra enfermera y una kinesiológa contó orgullosa), más unos nietitos bellísimos“, relató.

Y agregó que Leonardo, uno de los hijos de Elisa, le dijo emocionado: “Son tan parecidas que para nosotros un ADN no va a cambiar nada y para nosotros sos nuestra tía. Mientras que Elisa agregó: “Para mí sos mi hermana, si luego no llegamos a ser hermanas de sangre, para mí sos mi hermana del corazón para lo que resta de vida”.

Finalmente Susana advirtió: “Me incorporaron a la familia, estoy súper feliz, aunque no nos una lazo sanguíneo cuando nos hagamos el ADN, ya nos consideramos hermanas y eso es lo más importante”.

Imagenes cortesía de Susana Sandez para Ahora San Juan.

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