Bajo el agua, sin bombonas de oxígeno y para la que se necesitaron casi 500 inmersiones, incluidos los ensayos, una coreografía y como escenario la piscina Y-40, a 10 metros de profundidad. Todo un desafío que el fotógrafo Bastien Soleil y la bailarina española Ariadna Hafez realizaron para crear ‘Tang’O’.
Hafez pasa tres minutos bajo el agua con la única compañía de una silla, ataviada con una camisa y en tacones, la bailarina se mueve al ritmo de la música de Anthony Rouchier, mientras sobre ella cae una luz en cenital. A su alrededor, oscuridad. Parece que está en el fondo oceánico, pero no, está en una piscina.
La piscina es la Y-40, situada en Italia que alcanza los 40 metros y es una de las más profundas del mundo. Pero el vídeo se grabó sobre una plataforma a 10 metros de profundidad.
La coreografía se grabó en noviembre y necesitaron cincos días de rodaje. En total, casi 500 tomas, incluidos los ensayos dentro y fuera de la piscina y 120 solo para la película. Un minuto y medio por captura entre buceo, ascenso y descenso. Por su parte, Hafez portaba en la parte baja del lumbar unos plomos de pesca pegados con cinta americana, si un día necesitaba estar pegada a la silla, se ponía los de dos kilos y medio. En caso de necesitar movilidad para los saltos, cargaba con medio kilo. En el agua, el tiempo se detiene.
Semanas después Tang’O sale a la luz.