Hay tres palabras que, si no están presentes en una estructura o movimiento social y político, implica que esta no tiene alma, su corazón no late y el fervor se hace inexistente. Tres vocablos de raigambre espiritual que no por casualidad son femeninos, que nos traen las cuotas necesarias de emoción y que combinados se convierten en pasión irrefrenable y el combustible que hace a una idea imparable. Sin más preámbulos estas son: utopía, mística y carisma.
Esta tríada tiene un origen netamente religioso, incluso la primera y la más importante de las tres: Utopía.
Thomas More, católico inglés del siglo XV también conocido como Tomás Moro, fue un clérigo, teólogo, político y humanista que describió una sociedad ideal llamada Utopía. El religioso “imagina una comunidad ficticia basada en los ideales filosóficos y políticos del mundo clásico y el cristianismo, Utopía es una comunidad pacífica, que establece la propiedad común de los bienes, en contraste con el sistema de propiedad privada y la relación conflictiva entre las sociedades europeas contemporáneas a Moro”. (1)
Tomás Moro se opuso a la reforma protestante y militó contra la idea del rey Enrique VIII de que la iglesia católica inglesa se separase del Vaticano y que se reconociera como jefe supremo de la Iglesia al monarca en vez del Papa. Esto sucedió finalmente en 1534 y Moro, por rebelarse y pensar diferente al rey, fue decapitado, se convirtió en mártir y se lo canonizó en 1882.
Detrás de esta brevísima descripción encontramos elementos que están en el alma del catolicismo e incorporados en nuestra identidad argentina y latinoamericana: la búsqueda de esa sociedad ideal de iguales que nos recuerda al paraíso terrenal que llena de esperanzas por un futuro promisorio y la ferviente devoción que lleva incluso a sacrificar la vida, a martirizarse en defensa de los ideales.
Es fácil ver el impacto que produciría la corriente de este humanismo renacentista a futuro, las revoluciones que harían cambiar al mundo tienen muchas raíces en esa palabra que fue tomada por las corrientes socialistas, anarquistas y marxistas de finales del siglo XIX y durante el XX. El propio Marx expresó que buscaba una sociedad donde no exista régimen propiedad privada burguesa: “de producción y apropiación de lo producido” (2), que no haya explotación de unos hombres por otros, y definió la “fase superior de la sociedad comunista” (3) bajo el principio: “¡De cada cual, según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades!” (3). Es la mirada marxista de Utopía.
Claro está que tanto la tradición cristiana, como la socialdemócrata, socialista, anarquista y marxista, también son fuentes que alimentaron a diferentes corrientes políticas populares, defensoras de lo nacional, de la llamada Patria Grande, contra el colonialismo y el imperialismo británico y estadounidense. Sin duda el peronismo es una de estas corrientes. En su doctrina está plasmada su versión de Utopía, donde prima la Justicia Social que “orienta la solución de la problemática social derivada de la explotación del hombre por el hombre, pero fuera del esquema de la lucha de clase” (4) y se reconoce como un movimiento de fuerte inspiración cristiana, nacional y popular.
El denominador común de todas las posturas del “amplio campo popular”, es que se propone una sociedad pensada como una comunidad organizada, solidaria, colaborativa, centrada en el bien común y el bienestar común. Sería mucho pretender que estas reflexiones nos lleven a debatir sobre cómo alcanzar este ideal, de los intereses en pugna y de si la manera de obtener el poder, esa posibilidad de llevar a cabo los proyectos, es escalonada y por los llamados consensos o a través de acumular fuerzas para garantizar el cambio para el lado del pueblo. En definitiva, estas utopías son las que mueven voluntades en búsqueda de esa sociedad mejor, son netamente esperanzadoras, llenan al espíritu de fe en lo que vendrá, son motivadoraa y gratificadoraa, están plena de sensaciones positivas, son felicidad y alegría. Sin eso, ¿cómo vivir?
El neoliberalismo o capitalismo salvaje – que proponen desde el macrismo y compañía sin disimulo en Argentina, junto a otras variantes en distintos países de Latinoamérica – no puede ofrecer otra cosa que un mundo distópico, es decir, un mundo no ideal, contrario al utópico, lleno de problemas para las mayorías donde se salva el más fuerte bajo la excusa de que se lo merece y se hunden los pobres en una miseria sin fin por “ser unos negros de mierda que no quieren salir laburando, se lo tienen merecido, son vagos, ignorantes y escupen hijos por un plan que se lo gastan en joda y alcohol”. Combo completo: racismo, discriminación y violencia de clase.
La segunda palabra de la tríada es: Mística. Claramente tiene un origen religioso y podemos, en principio, definirla como el grado máximo de unión del alma con lo más sagrado durante la existencia terrenal. Es prácticamente un estado de gracia, es para los católicos un sinónimo de santidad, una experiencia puramente emocional, espiritual y no racional. Aquellos que nos hemos formado dentro de la Iglesia en el profundo humanismo de San Francisco de Asís, en la solidaridad y el pensamiento permanente en los mas desvalidos, nos permite avanzar en estas reflexiones.
A diferencia de la palabra anterior no es preciso ahondar más en definiciones, se puede estimar que está ya claramente entendido el concepto.
Esta palabra es ampliamente usada en la política y se refiere a elementos intangibles que rodea a los partidos y movimientos sociales y populares y que hace que la gente se sume a la militancia y lleve “la palabra” de sus ideales con alegría y firmeza. La mística es contagiosa, invita, es algo que está o no está, no se puede definir en términos racionales, se siente, está presente o no.
Lo que sí, y claramente hay que recalcarlo, no es factible tener mística militante sin utopía, no es posible llegar a un estado de cuasi devoción sin esa búsqueda del ideal, esa unión entre lo que uno desea y siente y todas las cosas que son sagradas y que deberían ser para uno y en beneficio de las mayorías.
No puede, ni remotamente el capitalismo salvaje, generar esta energía esperanzadora de una sociedad de iguales o al menos más justa, no puede generar una devoción así porque carece de utopías. Su esencia es el hoy y la acumulación de riquezas en pocas manos promoviendo el individualismo extremo y la destrucción de cualquier lazo social que impida que haya más consumismo.
Sí que puede el neoliberalismo, y lo hace muy bien, explotar otras emociones y actitudes humanas: el odio, la envidia, la intolerancia y el desprecio. Esta es la tierra donde florece el fanatismo violento que cierra la mente, anula la empatía, desprecia al que es diferente, al “otro” y libera los más bajos instintos humanos. Sin dejar de lado el consumismo voraz que nos rodea.
Siguiendo la línea religiosa del origen de las tres palabras mágicas, el capitalismo promueve claramente los siete pecados capitales: la soberbia, la envidia, la avaricia, la ira, la lujuria, la gula y la pereza. Esta última entendida como el ocio que aleja al creyente de las obligaciones morales y religiosas.
Parece una ironía, pero no lo es, los siete pecados capitales son la base moral del capitalismo salvaje y de los que lo promueven. Todo esto sin entrar en los detalles de los 9 Círculos del Infierno descriptos por Dante Alighieri.
Quizás sería el momento de analizar de lleno el tema de las identidades. Pero esto será tema de próximas reflexiones. Temática donde se libra una gran batalla cultural con los sectores conservadores, donde llevan ventaja ideológica, y si no veamos por ejemplo Brasil, con sus ribetes gruesos y finos de racismo, misoginia, machismo burdo, y la fobia los pobres o aporofobia.
Finalmente, la tercera palabra con ascendencia cristiana es: Carisma. Por definición y desde la religión, se refiere a los creyentes que reciben dones de Dios, ya sea para misionar y expandir la comunidad cristiana, como para ayudar o incluso sanar a los más débiles. Seguramente no será del todo correcta esta expresión, pero es a los efectos de entender su origen solamente.
Hoy todos asociamos la palabra carisma al poder de atracción, simpatía o encanto que de alguna manera hace que una persona seduzca. Es central en la vida del marketing político actual tratar de que los políticos tengan este “don”.
El uso de esta palabra en la política se debe al sociólogo alemán Max Weber que la definió como “cierta cualidad de una personalidad individual en virtud de la cual se le distingue de los hombres comunes y se le trata como si estuviera dotada de poderes o cualidades sobrenaturales” y “sobre la base de ellos, el individuo en cuestión es tratado como un líder”. (5).
Todo esto sin entrar cuando se habla del carisma político haciendo referencia a lugares, objetos e individuos a los cuales se reviste de un aura excelsa, casi divina, única, cuyas características superan a este pretendido análisis.
Si, ya lo pueden imaginar, si el capitalismo salvaje no tiene utopías y no puede generar mística solo le quedan el odio y el carisma como herramientas emocionales y no racionales para atraer multitudes, y lo hacen muy bien, de hecho, viene ganando la carrera.
El carisma neoliberal solo es una cáscara vacía, que no muestra absolutamente nada detrás y solo se ata al primitivismo de si la persona, mejor dicho, si la imagen de ella nos cae bien.
Para los movimientos políticos populares el carisma del liderazgo es muy relevante, es la herencia cristiana del cura, el pastor que guía, el que está formado y es ferviente defensor de esa utopía, irradia mística e invita y convoca a luchar juntos. Es un imán poderoso sin duda, y por eso cada vez que surgen líderes de barrio, sindicales o políticos de este estilo son denostados por los adeptos al capitalismo salvaje, son atacados una y otra vez con la clara intención de borrarlos del mapa, incluso eliminarlos para callar el mensaje para que las mayorías no los acompañen. 30 mil desaparecidos son la muestra de esto.
Evita y el Che Guevara son claros ejemplos de líderes que reflejan la tríada utopía-mística-carisma, a los que se suman tantos luchadores, y líderes de altísimo prestigio como Mujica. Aunque no reflejan la tríada desde la “gran política”, también es preciso incorporar al panteón aquellos encarnados en las devociones populares como la Difunta Correa y el Gauchito Gil que se opusieron o huyeron de los poderosos, entregaron sus vidas de manera trágica, pero devolvieron esperanzas y “sanación” en forma de “milagros” y se ganaron el corazón del pueblo.
Los movimientos populares históricamente han replicado esta manera “cristiana” de esparcir y defender los ideales, no solo bajo la palabra de una cabeza única, sino en una pirámide cimentada en miles de líderes o “párrocos” territoriales que dan forma a la organización como tal.
Sin esta estructura que imita lo eclesial no es posible que la utopía contagie, genere mística y haya líderes “con carisma” que conduzcan esta idea a las mayorías en cada lugar y en cada rincón. Es la llamada militancia con sus referentes territoriales, para usar la terminología política. La intención del capitalismo salvaje es claramente evitar que esto se produzca, por eso promoverá a los medios como la suplantación de la militancia, y así modelar líderes con “carisma” de manera absolutista, casi como monarcas sin nada por debajo más que la fuerza del aparato que lo soporta y le quitarán el respaldo cuando no haga lo que le dicen. Un “monarca” títere, servil, solamente eso quieren los dueños del verdadero poder.
¿El FdT (Frente de Todos) como una expresión del campo popular en Argentina, San Juan incluido, posee esta tríada?
Si alguien llegó hasta aquí en estos tiempos de no lectura sería una sorpresa agradable.
Quizás no nos equivoquemos si señalamos que el Frente de Todos ha perdido o casi extinguido la llama de estas tres bases fundamentales para cualquier organización política que se precie ser parte del campo nacional y popular con predominancia peronista.
Hoy el Frente de Todos no enamora, no motiva con el fuego sagrado de una utopía para luchar por ella, ofrece paupérrimos boletos para el show neoliberal de cómo pagarle la deuda al FMI (Fondo Monetario Internacional) tratando de esconder que habrá ajuste, centrados en mostrar que la macroeconomía crece, mostrando obras o inversiones, como cualquier socioliberal lo haría, y sólo desde algunos discursos de ocasión se dicen algunas cosas parecidas a la política que debería ser.
No hay utopías comunes sobre la mesa, solo internas, facciones que disputan su espacio de poder y hablan en “peronismo” o “progresismo” según la ocasión, de compañeros o correligionarios, pero solo están pensando en los cargos que desean ocupar. No faltan aquellos que adornan sus acciones internas con “peronismo” solo para denostar a otros usando su “peronómetro”, no por convicción sino por intereses ultra mezquinos. Quizás ayuden, consciente o inconscientemente para el enemigo de las mayorías.
Parece que no hay mística en el FdT porque es imposible tenerla sin algo en qué creer, algo más sublime y sagrado que si juancita o pedrito serán candidatos, o el triste “mejor esto porque lo otro es peor”. El marketing no suplanta esta llama vital, eso es engaño neoliberal.
No está, no hay mística, sólo existen pequeñas llamitas en los que aún levantan con honestidad las banderas con esfuerzos, siempre ninguneados, militando desde la debilidad y pisoteados en cada elección.
Por supuesto que en esta diáspora muy atomizada en mil grupos y desorganizada no hay imanes que sepan conglomerar a la mayoría de las partes, ni colectivos ni individuales. Tampoco está esa pirámide que refleje una estructura diversa, amplia pero organizada. Siguiendo el hilo de la nota: tal cual lo hace la Iglesia.
Se equivocará el FdT si solo apuesta a la fabricación de carismas en base a la lucha intestina y con ello disputar las próximas elecciones. Es necesario agregar en este sentido que por desgracia no tiene el aparato mediático y de manejo de redes que sí posee la oposición para construir estas cáscaras.
Hay que volver a la gran política, a debatir las ideas que beneficien al Pueblo y dejar de pensar primero en los cargos y congraciarse con los poderosos para alcanzarlos. La unidad no surge del sometimiento de una facción a otra como proponen los que se desviven usando esta palabra sin darle contenido. ¿Unidad para qué? Hay que poner de vuelta a las utopías en el centro y con ellas vendrán la mística, los líderes con carisma, la pirámide que dará sustento al proyecto y recién ahí estará la tan mentada y necesaria unidad del campo nacional y popular.
Utopía, mística, carisma, nos invita a pensar en cientos, miles, millones de personas y voluntades de mujeres y hombres, que con sus afectos y emocionalidades, sus racionalidades, necesidades, miedos, ideales, fueron construyendo. Se cristalizaron en momentos históricos determinados en personas como Evita, Che, Diego, las personas físicas pasaron, pero las utopías, místicas y carismas se materializaron en ese sujeto social llamado Pueblo.
Esta es una primera nota específica sobre la emocionalidad. Luego desarrollaremos como en el marketing político, especialmente desde 1995 con el estallido de lo multimedial, Internet, redes sociales, los sectores conservadores mostraron su habilidad en el manejo de la emoción en momentos electorales. Allí esta el ejemplo de Steve Bannon, en la primera campaña electoral de Donald Trump. El rol central de Dominic Cummings en el Brexit inglés.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan
En medio de la emoción por su renuncia a TN para enfocarse en nuevos proyectos, Sergio Lapegüe confesó la actitud de Pablo Codevilla que lo empujo a irse de Artear luego de 34 años.
El periodista dialogó con Pablo Montagna y el equipo de Pasa Montagna (Radio Rivadavia / Domingos de 14 a 16) y explicó qué lo hizo terminar de dar el portazo en la empresa.
Montagna recordó que varios canales tentaron a Lapegüe durante los últimos años para que dejara TN y El Trece; sin embargo él se quedó porque había podido negociar algunas cuestiones. Ante esto, le preguntó: «¿Por qué ahora? Porque no todo en la vida es económico. ¿También el formato, el canal o el desafío te tentaron a irte?. Porque el primer año en vez de arrancar a las seis pudiste arrancar a las siete, después el segundo año te liberaron los mediodías del noticiero, el año pasado vos querías volver con el espíritu del Prende y apaga e hiciste un late night show semanal en El Trece… Y este año, ¿no hubo nada? No fuiste a negociar, sino a avisar…«.
«Fui a avisar. Yo este año esperaba hacer El Galpón, pero no salió. Hablé con Pablo Codevilla y me dijo ‘no hay plata’. Esto fue en marzo, me dijo que empezábamos a mitad de año pero nunca más me llamó. Son cosas que van generando dolor… por lo menos un llamado para avisarte. Entonces me di cuenta que eso ya no iba a salir», se sinceró el conductor en referencia a la actitud del gerente de contenidos de El Trece cuando le planteó poder seguir con el programa que salió al aire hasta diciembre de 2023.
A su vez, Sergio contó que ya no se sentía cómodo al frente del noticiero, tratando temas de actualidad, y que eso también lo empujó a renunciar: «Me estaba apagando con respecto a las noticias muy duras, por eso empecé a hacer más show adentro del noticiero«.
¿Por qué Sergio Lapegüe renunció a TN?
Mientras Ángel de Brito estaba desarrollando la noticia a modo de enigmático en LAM (América TV), el periodista Pablo Montagna informó a través de su cuenta de X (antes Twitter): «Sergio Lapegüe dejaría las noticias y ARTEAR (@todonoticias). Tiene una propuesta firme para hacerse cargo de la segunda mañana de @AmericaTV (10 a 13 aprox) desde febrero de 2025«.
Luego de una serie de pistas para adivinar el enigmático, el conductor de LAM (América TV) anunció: «Sergio Lapegüe renunció hoy a TN y al noticiero de canal 13 después de 34 años. Renuncia indeclinable«.
«De América lo habían llamado en su momento, pero no vino, le dieron más plata, lo convencieron… Pero ahora finalmente renunció y no vuelve. Va a seguir en la televisión y es probable que esté en América TV. Tiene muchas ofertas», detalló.
«Yo ya sé lo que va a hacer, pero no puedo contar todo. Va a hacer un programa, no noticiero. Más show…«, agregó De Brito. Hasta el momento, el conductor estaba al frente de Tempraneros en TN junto a Roxy Vázquez.
A su vez, Lapegüe recurrió a su cuenta de Instagram y compartió una sentida reflexión: «Soy un agradecido de la vida, de mis amigos, de mis compañeros de trabajo, de cada uno de mis superiores, de ustedes que desde hace tanto tiempo bancan mis humores y locuras».
«Tome una decisión difícil después de meditar mucho. Pasé momentos de angustia, felicidad, miedo y dudas por lo que estaba a punto de definir. No es fácil dejar tu casa, y salir a buscar otros sueños«, reflexionó.
«Dejar la comodidad y emprender la aventura… La buena ventura. La verdad, necesitaba un cambio. En eso estarán mis próximos pasos. Gracias, gracias, gracias por entenderme», siguió.
«Pronto contaré más… por ahora nos seguimos viendo por las mañanas. Se vienen proyectos muy lindos, soy feliz. No me voy vacío, me llevo 34 años de crecimiento, de aprendizaje, de risas, de llanto, de amigos que ya no están, y de otros que seguirán siendo mis amigos. Por suerte son muchos y buenos. Los quiero», concluyó el periodista.
En marzo de 2023, Lapegüe contó que fue tentado a dejar TN para pasar a América TV; sin embargo, no aceptó. Tras el revuelo que generó la noticia, el conductor reveló qué proyecto le habían ofrecido.
En diálogo con Nilda Sarli y Moskita Muerta para el ciclo radial Por si las Moscas (La Once Diez / Radio de la Ciudad), contó: «Me reuní varias veces, me habían ofrecido un proyecto muy interesante y eso me hizo dudar.Era para el prime time, las 10 de la noche, algo periodístico pero con humor, con música… y dije ‘tengo casi 60 años, no es momento de hacerlo’. Y después fue difícil tomar esa determinación porque hace 30 años que soy efectivo en el canal. Mismos amigos y compañeros».
«Eso me empezó a pesar para ver si me iba o no. Yo me tengo fe y se que en cualquier lado que me voy y estoy feliz, voy a estar a gusto. Tenga más rating o menos rating. Me pesa mucho la historia, entonces tomé la determinación de seguir haciendo lo mismo«, aseguró por aquel entonces.
En febrero de 2022,el periodistautilizó su cuenta de Instagram para compartir un video en el cual explicaba con detalle cómo se sentía con su renuncia a El Trece y qué lo llevó a tomar la decisión.
«Amigos, ¿cómo están? Para ustedes, para todos los que me han preguntado tantas veces: ‘¿Qué voy a hacer? ‘¿volvés al mediodía?’; ‘¿no volvés?’. Es difícil tomar determinaciones, por lo menos para mí y dejar cosas que uno ama y que uno quiere. Escribí un libro que se llama ‘Parar’ y he tomado la determinación de dejar uno de los noticieros. Dejo el ‘NotiTrece’«, anunció en su momento.
Sergio Lapegüe reveló que el exceso de trabajo comenzó a hacer de las suyas y su fuerte experiencia con el coronavirus en 2021, lo hicieron tomar consciencia de lo que no quiere más en su vida: «Eran muchas horas de aire, estaba muy cansado y después de haber tocado fondo con el covid, como ustedes saben, tomé la determinación de disfrutar más de la familia, de mis amigos, de mis tiempos libres, de poder ir al gimnasio, tocar la guitarra, estar con mis amigos de la banda, estar más tiempo con mi mamá, que eso no lo podía hacer, estar más tiempo con mis hijos».
La participación rondó el 90%. A partir de las 20, se levantó la veda a las encuestadoras: Yamandú Orsi sería el nuevo presidente según las estimaciones.
Este domingo millones de uruguayos volvieron a las urnas para elegir el futuro del país, en un balotaje que se anuncia reñido: la fórmula Yamandú Orsi – Carolina Cosse está en los sondeos levemente por encima de la fórmula Álvaro Delgado – Valeria Ripoll.
Cristina Kirchner celebró y felicitó a Yamandú Orsi quien se convirtió en el presidente electo. «La hermana República Oriental del Uruguay tiene nuevo presidente: Yamandú Orsi. Enorme alegría y todas las felicitaciones al flamante presidente, a su compañera de fórmula Carolina Cosse y por supuesto al Frente Amplio, la fuerza política que vuelve al Gobierno«, compartió la expresidenta en redes sociales.
Y para completar, también saludo a Pepe Mujica y destacó su «militancia y perseverancia». «Y también un fuerte abrazo a Pepe Mujica y a Lucia no solo ejemplos de militancia nacional, popular y democrática, sino también de perseverancia y resiliencia. Fuerza Pepe, estamos muy felices, te merecías este triunfo», precisó.
Manini Ríos, el líder del partido de la extrema derecha de la coalición oficialista, felicitó a Orsi
Guido Manini Ríos, el líder de Cabildo Abierto, la fuerza de extrema derecha que hace cinco años es parte de la coalición creada por Luis Lacalle Pou, fue el primer oficialista en reconocer la victoria del Frente Amplio y felicitar a su candidato, Yamandú Orsi. «Lo llamé y lo felicité. Tenemos pendiente la crítica interna nuestra», afirmó y adelantó que «no tiene sentido una coalición para oponerse a algo». De esta manera, no cerró la puerta a un eventual apoyo a alguna política del futuro partido frentista.
Delgado reconoció el triunfo del FA: «Uno tiene que respetar la decisión soberana»
El candidato oficialista Álvaro Delgado reconoció la derrota en su bunker frente a toda su militancia: «Uno tiene que respetar la decisión soberana». Saludó y mandó «un fuerte abrazo a Yamandú Orsi y el Frente Amplio», y con una bandera uruguaya en la mano, aseguró que «no tiene complejo de culpa».
Telenueva Denuncia, el programa de investigación periodística de Canal 9, mostró que entre los años 2020 y 2024 los 400 empresarios más ricos e influyentes del país importaron 1000 aeronaves como mecanismo para fugar dólares. Parece increíble, pero el empresario argentino que más exporta granos, que además recibe beneficios del Estado como la concesión de un ramal de trenes y que figura en el top cinco de los grandes exportadores internacionales, fue uno de los que más se aprovechó de sus contactos y sobre todo de su poder.
Roberto Urquía, quien supo ser senador nacional por el peronismo entre 2003 y 2009, accedió a dólares oficiales para “comprar” un helicóptero y un avión justo cuando la brecha cambiaria tocaba su máximo histórico del 105%. Lo mismo sucedió con Cristiano Ratazzi, exdueño de FIAT quien ya tiene 10 causas por contrabando de automóviles de lujo como Ferrari, Porsche, Lamborghini y hasta Roll Royce.
Otro que se aprovechó del mecanismo de triangulación y brecha fue el máximo empresario de la energía en Argentina y sobre el que aún se mantiene la sospecha de haber sido una suerte de testaferro en IECSA, la empresa constructora de Mauricio Macri. Él es Marcelo Mindlin.
El programa, que conduce el periodista Tomás Mendez, señaló que hasta Eduardo Eurnekian, uno de los principales contratistas del Estado y titular de Aeropuertos Argentina 2000, se aprovechó de la situación angustiante de la escasez de dólares en las reservas.
En esta oportunidad, Telenueve Denuncia accedió a los documentos que prueban la maniobra de triangulación y sobre facturación de aeronaves para fugar divisas.